Palabras de CFK en Mendoza a un año de la nueva gestión de YPF. Videoconferencia con Santa Victoria, Vaca Muerta y Florencio Varela. Miércoles, 12 de Junio de 2013.
A un año de la recuperación de YPF, nuestra energía bien argentina.
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¡Hola Mendoza! Muchas gracias, Mendoza querida, décima vez — Paco – que vengo a Mendoza desde que soy Presidenta, décima visita y primera a esta refinería, que hoy es de todos los argentinos. Compañeros del petróleo, los trabajadores; señor Gobernador de la provincia de Mendoza; señor presidente y CEO de Yacimientos Petrolíferos Fiscales; amigos, amigas, trabajadores; jóvenes, mendocinos y mendocinas: que maravilla estar aquí, en esta refinería de Luján de Cuyo, con la inversión de más de 2.600 millones de pesos, la inversión más importante de los últimos 25 años que inauguramos, hoy, junto a sus trabajadores, sus técnicos, sus profesionales.
También, todavía veo a los compañeros, amigos de Santa Victoria Este, inaugurando ese programa de módulos de abastecimiento social, que Miguel me presentara, hace unos meses, identificamos 18 localidades de nuestro extensísimo país, entre ellas Santa Victoria del Este, en Salta, donde no había posibilidades de llegar de otra manera que con estos módulos, con paneles solares para que argentinos no tuvieran…. Yo decía 150 kilómetros, recién me decía el Intendente y el Gobernador, que tenían que recorrer 180 kilómetros para cargar combustible, que llegaba además con tierra, con problemas – luego – en las bombas de inyección. Yo no soy hombre y no me gusta manejar, no sé nada, pero calculo que debe ser muy horrible eso de la tierra en las bombas de inyección y estamos ya inaugurando, con este, el sexto módulo y vamos a inaugurar, en el próximo mes, otros cuatro o cinco en distintas localidades.
También en Neuquén, en nuestra cuenca neuquina la principal del país, la más importante, donde tenemos el Yacimiento de Vaca Viva, no le digo más Vaca Muerta, Vaca Viva porque de allí, hoy estamos inaugurando una batería, que está conectando un montó de pozos y, donde como explicaba Jorge Sapag, antes teníamos 4 equipos, hoy tenemos 14; a fin de año, o el año que viene vamos a donar 19, y esto se replica a los largo y a lo ancho del país.
Y también, en Florencio Varela, que es un lugar muy especial para mí, no se olviden que yo nací en La Plata, así que el trayecto y el paso por Florencio Varela para ir a Buenos Aires era para todo platense un tránsito ineludible. Si ibas en micro o en auto pasabas por la Calchaquí, donde está precisamente ubicada, hoy, la Universidad “Arturo Jauretche”, pero cuando yo tenía veintipico de años, treinta y pico, cuarenta y pico, y otros cuantos picos más estaban los viejos laboratorios de YPF abandonados, sin destino y decimos construir allí y fundar – con ley nacional – la Universidad “Jauretche”, que me tocó inaugurarla a mí con el prestigioso nombre de ese argentino que creía en su Patria e hizo doctrina para millones de argentinos. Y miren, cuando inauguramos la Universidad, YPF todavía no era una empresa (cánticos de: “Patria sí, colonia no”), así es, aunque a algunos les moleste. Y cuando inauguramos esa Universidad, todavía no habíamos recuperado YPF y qué cosas que tiene la vida, que yo digo que no es la vida, que no son casualidades, sino que son causalidades, hoy estamos inaugurando la carrera de Ingeniero en Petróleo, en el viejo laboratorio ypefiano, transformado en Universidad “Jauretche”, y también estamos con Leandro, que es uno de los cien becados por la Fundación YPF para la carrera de Ingeniería en Petróleo.
Yo quiero contarles que se inscribieron 1.200 chicos, aproximadamente, para la carrera y se hizo una encuesta- 2.000, me señala Doris, acá – en YPF preguntándoles a los chicos que se inscribían cuáles eran los motivos que los llevaban a inscribirse para ser Ingenieros en Petróleo. Un 37 por ciento respondió que por la temática y porque YPF había sido recuperada por la Argentina; otro 27 por ciento por la temática y el resto porque tenían salida laboral. Pero un 64 por ciento por la temática y la mayoría de ellos porque YPF había vuelto a ser argentina. Esto decidió a miles de jóvenes a volver a carreras duras, a carreras de valor agregado, a carreras que generan conocimiento y generan progreso para el país.
Todo esto, que estamos inaugurando, hoy, aquí, esta destilería que yo quiero leer también lo que YPF – y que fue motivo del video que vimos, recién – lo que hemos hecho, en un año los argentinos con YPF y que es muy importante que lo sepan todos los argentinos. En un año, en YPF, se han invertido más de 16.000 millones de pesos: en exploración y producción 12.000 millones, lo cual ha sido un aumento del 33 por ciento; en refinación y comercialización; refinación, lo que se hace aquí, en Luján de Cuyo, más del 15 por ciento y en flujo de caja operativo más del 36 por ciento. Podríamos seguir diciendo cifras de lo que ha significado la recuperación de YPF, que recién lo veíamos en el video. Pero lo que es fundamental, y que va más allá de las cifras, que se traduce en la cantidad de nuevos equipos en cada provincia, porque yo fui testigo de cómo impactó la desnacionalización de YPF.
Yo vengo también de una provincia petrolera, vengo de una provincia donde el barril, en aquellos momentos (años 1998-99) llegó a valer apenas 9 dólares y teníamos a cientos de santacruceños y a miles de argentinos, en todo el país desocupados. Y hoy, con esta YPF recuperada por los argentinos, con esta ley de soberanía hidrocarburífera – aprobada por nuestro Parlamento – hoy hemos recuperado miles y miles de puestos de trabajo, hemos aumentado la producción, hemos generado mayor cantidad de equipos de exploración, mayor capacidad de refinación y también hemos aumentado en un 50 por ciento el stock que tenían nuestras estaciones de servicio.
Todavía recuerdo – y los mendocinos y todos los argentinos deben recordar – las largas filas que tenían que hacer porque no había combustible, no era casual. Yo no creo en las brujas, pero que las hay, las hay. Tal vez algunos pensaban en desgastar a un gobierno, tal vez como se remitían todas las ganancias afuera del país y no se reinvertían, aquí en la Argentina, pasaban las cosas que pasaban. Por eso, yo siempre le digo a todos los argentinos, y fundamentalmente a los trabajadores petroleros, cuiden lo que hemos logrado, porque los primeros perjudicados… 35 mil argentinos han comprado también acciones de YPF. Hay argentinos que creen en ustedes. Por favor, yo les pido, no los desilusionen. ¿Porque saben qué pasa? Cuando las empresas, donde la participación estatal es mayoritaria comienzan a funcionar ineficientemente, cuando no producen como tienen que producir los primeros perjudicados son los trabajadores, porque entonces se dice que todo lo público es ineficiente y que solamente sirve lo privado. Pero nosotros, a 1 año de gestión, creo que lo más importante que hemos logrado es demostrar que se puede ser mejor y más eficiente desde lo público, cuando se actúa con patriotismo y con el interés de beneficiar al resto de los argentinos.
¿Y por qué digo esto? Porque también debemos hacernos todos una autocrítica, todos, y cuando digo: “todos” me incluyo, es todos y todas… (Grito de: “no le vamos a fallar, Presidenta”). Espero que no me fallen, yo confío mucho en ustedes. Pero sabés qué, yo lo que quiero es que no le fallen a la Argentina, no a mí, yo soy circunstancial y temporal, la Argentina es lo permanente. Yo le pido a los trabajadores, a los empresarios, a los estudiantes, a los comerciantes, a los militantes, a los dirigentes, que no le fallen a la Argentina, que no le fallen al pueblo. Saben ¿por qué? Porque – como les decía recién – tenemos que hacernos una suerte de autocrítica, porque muchas veces lo público y no me refiero únicamente a las empresas estatales, me refiero cuando a cuando por allí se viaja en un tren que es público o un transporte que es público, hay que cuidar lo público.
Porque los que tienen mucha plata, los que tienen la suerte de tener mucha plata, tampoco es criticable tener dinero o tener una buena posición económica, no necesitan de lo público. Si la escuela no funciona, tienen la escuela privada; si no hay tren, tienen auto o tienen la capacidad de tener un avión o tomar un boleto de avión.
Por eso también yo siempre les pedí a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas que cuidaran nuestra aerolínea de bandera y gracias a Dios…Toco madera sin patas…
Tenemos que hacer un gran esfuerzo por defender lo público porque ¿saben qué? Sobre ciertos defectos y cosas que hicimos, desde nuestro partido, desde nuestros sindicatos, desde algunos lugares, por allí dimos lugar a que lo público fuera ineficiente, que sirviera más a un sector que a todos los argentinos y sobre esos errores, pivotearon las doctrinas que nos trajeron de afuera y nos dijeron que lo público era malo. Sobre eso se aprovecharon y sobre eso les expropiaron a los argentinos gran parte de su patrimonio nacional que hoy estamos recuperando con mucho esfuerzo y con mucho sacrificio.
Por eso les pido que lo cuiden, que lo cuiden mucho, que cuiden mucho nuestras universidades, que los chicos que van a las universidades…
Yo quiero decirles que, por ejemplo, hoy también estamos creo inaugurando o terminando el edificio de la Universidad Tecnológica en San Rafael, con una inversión de 3.200.000. Pero a qué no sabés cuánto gastamos…
Porque el otro día, esta semana fue una semana de la Universidad Tecnológica: estuve en Río Gallegos donde ya estamos construyendo la segunda etapa, más de 2.000 metros cuadrados, que junto a los otros 1.000 y pico que ya inauguré, van a convertir a la universidad en una de las mejores universidades del país por 14 millones; hoy 3 millones aquí y ya llevamos 121 millones de pesos en 72 universidades tecnológicas argentinas invertidos. Además, de la mayor y mejor inversión universitaria que se haya hecho en el país.
No solamente inaugurando nuevas universidades, llevamos inauguradas en esta década ganada, 9 universidades, sino que además, tienen el mejor presupuesto de los últimos…creo de toda su historia…de los últimos 50 años nuestras universidades. Y universidades como la Jauretche, donde…
Yo me recibí en la Universidad Nacional de La Plata, una de las más viejas, no tanto como la de Córdoba que va a cumplir 400 años ahora y voy a ir la semana que viene. Y claro, en mi ciudad de La Plata, yo era hija de trabajadores, pero muchos de mis compañeros y amigos eran hijos de universitarios.
Pero en estas nuevas universidades que hemos inaugurado, esta es la primera camada de universitarios porque los padres apenas completaron su educación primaria y hoy dan el salto cualitativo de que ellos solamente llegaron a sexto grado pero sus hijos van hoy a la universidad.
¿Y saben por qué? No solamente porque se han generado millones de puestos de trabajo que han permitido recuperar poder adquisitivo junto a las convenciones colectivas de trabajo, junto al salario mínimo, vital y móvil, junto a la Asignación Universal por Hijo, sino también porque, como en el caso de Leandro, que no solamente fue becado por YPF, sino que además, vive en Berazategui y prácticamente tiene pegado al lado, en Florencio Varela, la universidad.
Néstor, cuando tuvo que estudiar, se tuvo que venir más de 2.000 y pico de kilómetros a La Plata para estudiar. Se llevó algo bueno, me conoció a mí, valió la pena. No solamente se llevó un título, se llevó a su compañera, la madre de sus hijos, al amor de su vida y al amor de mi vida.
Pero bueno, en realidad, ustedes no saben. Yo era compañera de muchísimos chicos del Neuquén también. Gracias a un neuquino y a una neuquina, que militábamos juntos, pudimos conocernos más con el “quía”, pero la verdad que uno veía la cantidad de jóvenes que venían de lejos, cómo se carteaban, muchos cómo sufrían la lejanía, los primeros años lo que significaba dejar la familia y verla muchos una vez al año, los que podían viajar a fin de año y otros, como Néstor, que los padres podían llevarlo para las vacaciones de invierno y para las vacaciones de fin de año. Y otro que no podían viajar porque vivían en la ciudad trabajando y, por lo tanto, por ahí los padres tenían que venir a visitarlos.
Hoy, con esta Argentina, donde las universidades se han expandido desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego, hemos democratizado la educación superior a lo largo y a lo ancho de la República Argentina. Más y mejores derechos, la democratización de la educación, tan importante.
Porque, una vez hubo una discusión, yo era senadora, y hablábamos…y se había dado una discusión, bueno, entre bancadas opositoras acerca de la importancia de la Ley 1.420, la ley de Educación Primaria Obligatoria. Bueno, ustedes saben que la educación universitaria gratuita fue creada por el general Perón por un decreto del presidente Perón en el año 48.
Pero lo cierto es que puede haber universidades abiertas, de hecho miren, Córdoba va a cumplir 400 años de universidad. Pero tener universidad no significa que todos tengan acceso a la universidad aunque sea gratuita. Tenés que tener alguien que te compre los libros, tenés que tener el tiempo suficiente para estudiar y tenés que estar lo suficientemente cerca como para poder ir.
Todo esto es un combo que provoca lo que yo denomino “la movilidad social ascendente” y por eso, trabajo, educación, vivienda, salud, buenos salarios, es todo un proyecto político que genera inclusión social, movilidad social ascendente y la idea de que el progreso es un derecho que todos tenemos, al que todos debemos acceder: el derecho a progresar.
Por eso, hoy estamos aquí en Luján de Cuyo, en la refinería, inaugurando esta importante obra. Por eso mañana, el arquitecto De Vido, nuestro ministro de Planificación, se queda en la provincia para inaugurar una gran compresora de gas que llevará a San Juan mayores capacidades para también invertir en la zona.
Permitirá que, por ejemplo, Loma Negra pueda construir la fábrica de cemento, aquí al ladito de ustedes, van a tener una fábrica de cemento aquí al lado de ustedes, lo que va a abaratar en logística los costos en materia de la industria de la construcción.
Esta compresora de gas, que va a duplicar la capacidad de gas de San Juan, la va a inaugurar mañana y también van a presentar el plan Más Cerca, Más Municipio, Mejor País, Más Patria con una inversión para Mendoza de 260 millones de pesos, para firmar junto al Gobernador y a distintos intendentes de esta querida Provincia.
Yo la verdad que me encuentro muy contenta de estar aquí junto a ustedes.
Algunos datos para que tenga idea el resto de los argentinos de lo que estamos inaugurando hoy. Yo lo venía comentando recién en el auto cuando veníamos con algunos compañeros, para que ustedes tengan idea de lo que se ha invertido aquí, si contáramos nada más el hormigón armado que se ha puesto en esta refinería, en esta inversión de 2.600 millones de pesos, con ese hormigón armado, llenarían totalmente el anfiteatro donde se celebra la Fiesta de la Vendimia; con los cables, darían 6 veces la vuelta a la ciudad de Buenos Aires y con los cables de baja tensión, 10 veces la vuelta al Dique Potrerillos; trabajaron más de 2.000 personas; se incorporaron nuevos trabajadores y, en definitiva, estamos agregando mayor capacidad de refinación a todos los argentinos, con menor contaminación, más amigable, más sustentable y con el medio también.
Me decía recién Miguel, luego de cortar la cinta y cuando, bueno, uno veía las montañas nevadas, el Tupungato, y cuando veíamos los árboles y en medio de los árboles, de las montañas y de la nieve, una refinería de petróleo, debe haber pocas cosas y pocos ejemplos de tanta sustentabilidad ambiental en el mundo. Aquí en Mendoza, República Argentina, lo estamos haciendo y lo estamos haciendo argentinos.
Finalmente, porque veo de allí insistentemente una compañera que me levanta “La década ganada”, que es el libro que me acaba de obsequiar Paco, ha sido una década ganada para todos, para los argentinos y para cada una de las provincias argentinas, entre ellas, Mendoza. Basta mirar los números del año 2003 a la fecha, basta mirar al lado de nosotros mismos, pero todavía falta, falta mucho.
Yo quiero terminar con algo que me pasó cuando vine el año pasado para el encuentro de los presidentes del Mercosur, que hicimos en la bodega, que estaban fascinados los brasileros con la bodega, con la cena, ¡tan linda Mendoza!, ¡me encanta! Mostrar lo bueno que tenemos, ¡me encanta! Me da un orgullo, me da una cosa, me encanta.
Y quiero saludar a Patricia, que estará por ahí. Una compañera me hizo llegar una carta, una señora…Patricia me acercó una carta, una carta y bueno, como todas las cartas, luego la leí y Patricia me contaba que tenía 23 hijos y yo dije “eeeh”, pará, pará que te cuento. Cuando leo la carta y digo “¡cómo, 23 hijos!” y yo dije “eeeh”, igual que ustedes.
Bueno, pará un cachito: ¡miren qué mujeres tenemos en la República Argentina! Pará un cachito, mirá, anotá: 23 hijos a su cargo, madraza; 5 hijos propios; 5 nietos; 9 hijos de una hermana fallecida en el 2003 y 4 de otra hermana que se los había dejado. Yo no podía creer y mandamos corroborar con una compañera de aquí de Mendoza. Vivía en una casilla sin gas, sin agua, hacinados. Mandamos corroborar y verificaron esa situación de Nación y junto con el intendente de Maipú, Alejandro Bermejo, enseguida se hizo eco, allá fue también Anabel Sagasti, Anabel Fernández, y acordó con el Intendente que enseguida le dijo que sí darle una casa.
Pero claro, con 23, qué casa te resulta…la casa resultaba chica. Entonces, ahora la estamos ampliando porque le dimos un subsidio. Bueno, sí, la verdad, de 50.000 pesos de la Secretaría General de la Presidencia, acá tengo las fotos, están ampliando la casa…miren…ampliando la casa para los 23.
Patricia madraza, ¿a cuántas Patricias todavía tendremos que llegar en la República Argentina que están demandando la mano del Estado, del Estado solidario que pueda ayudar? Ni siquiera Patricia sabía que podía tener derecho a las pensiones no contributivas por más de 7 hijos, a las asignaciones universales por hijo.
¿Saben lo que pasa? Que fueron décadas de abandono; fueron décadas donde la gente desgraciadamente se acostumbró a que a nadie le importara lo que le pasaba al otro. Porque te acostumbrás, te acostumbrás a que a nadie le importe, te acostumbrás a que les dé lo mismo que tengas comidas, que no tengas, que tengas trabajo, que no tengan trabajo y eso es malo.
Porque cuando uno se acostumbra a eso, pierde humanidad; porque cuando uno se acostumbra a la desgracia del otro y a no darle una mano es malo para todos.
¿Porque sabés qué pasa? Cuando una sociedad cae en eso finalmente, esa desgracia termina abarcando por lo menos a gran parte de esa sociedad.
Por eso, tenemos que seguir trabajando mucho para que muchas Patricias tengan la posibilidad de tener su casa, de cuidar a sus hijos, a la generosidad de los propios y a los ajenos. Porque, ¡guarda!, que hacerte cargo de tus hijos, es una obligación; pero además tener la generosidad de criar y de cuidar a los hijos de los otros, la verdad que me parece, aún conociendo a tu hermana, la verdad que me parece una actitud muy importante.
Así que, con ese ejemplo de Patricia…¡Miren las cosas, ¿no?! Desde lo grande de una refinería, de más de 2.600 millones de pesos, pasando por los módulos sociales, pasando por la batería nueva en Vaca Viva, pasando por la Universidad Jauretche, hasta Patricia, con su casa pequeña y maravillosa de 23 hijos.
Esta es la Argentina que estamos construyendo y esta es la Argentina que queremos seguir construyendo los 40 millones de argentinos, estemos o no estemos de acuerdo en algunas cosas. Pero tenemos que estar de acuerdo en que tenemos que seguir trabajando, en que tenemos que seguir recuperando patria y de este ejemplo de esta YPF viva, de esta YPF que vuelve a tender la mano hacia la sociedad y vuelve a vincularse con los intereses del país, como pasa en todo país desarrollado.
Para finalizar, también nos metieron en la cabeza que los intereses de las empresas pueden ser diferentes a los del país en el que esa empresa funciona. ¡Qué locura!
Esto, ojo eh, los que nos metieron esto en la cabeza, lo hacen de fronteras para fuera, porque de fronteras para adentro, ellos cuidan sus empresas y sus embajadores en nuestros países nos hacen sentir que cuidan sus empresas y sus intereses como nadie.
Yo quiero que cada argentino también, en cualquier lugar del mundo, haga sentir también el valor de defender a sus empresarios, a su país, a sus comerciantes, a sus docentes, a sus universitarios, a sus estudiantes.
Por eso, ¡fuerza Mendoza, fuerza YPF, fuerza Luján de Cuyo, fuerza todas las Patricias que cuidan hijos, que generan argentinos que quieren a la patria sin pedir nada más que un lugar abajo del Sol para seguir creciendo!
Gracias, los quiero mucho a todos y a todas.
Muchas gracias.