Bueno, muy buenos días a todos y a todas. La verdad es que, cuando el doctor Beraldi me habló de este tramo del juicio al que denominan los penalistas y el código calculo también, no soy penalista ya lo saben: “últimas palabras”. Dije, bueno, últimas palabras. Nunca un término judicial tan apropiado para definir lo que es este juicio o este tribunal. Ministerio Público Fiscal incluido. Porque si el día 2 de diciembre de 2019, cuando me tocó hablar por primera vez ante este tribunal, dije que era el tribunal del lawfare, luego de todo lo que nos ha tocado vivir y en particular lo que me ha tocado vivir. Debo decir que esto, más que un tribunal del lawfare fui muy generosa creo, en realidad es un verdadero pelotón de fusilamiento. Este tribunal es un pelotón de fusilamiento y se inició, fundamentalmente, a partir de la increíble diatriba, no se puede denominar acusación ni alegato, a los 20 días que los fiscales Luciani y Mola se dedicaron a injuriar, agraviar, denostar y actuar no conforme a derecho sino cual editorial de Clarín o del diario La Nación. Realmente merecerían ser los periodistas estrellas de estos medios porque fue increíble el desapego, no solamente a las formas, después de todo no sería tal vez lo más importante. Sino al fondo de la cuestión a los hechos porque, como decía Fayt a quien nadie puede catalogar de K: las opiniones son libres pero los hechos son sagrados. Y durante 20 días inventaron hechos, ocultaron otros hechos, tergiversaron, mintieron y finalmente, un primero de septiembre, luego de que aquel 22 de agosto… porque además ¿es increíble las licencias que se toma la historia? Pero el alegato del fiscal Luciani termina un 22 de agosto 50 años después de algún otro fusilamiento realmente más trágico y tremendo que tuvo la historia.
Y ese 22 termina el alegato y empieza a agolparse gente que, finalmente, el primero de septiembre, una persona, acompañado por una mujer, un hombre acompañado por una mujer, dispara o intenta disparar. Dispara, mejor dicho, intentó matarme. Disparar, disparó, lo que pasa que el tiro no salió. El tiro no salió. La mujer que lo acompañaba, que también está presa, Brenda Uliarte, creo que lo seguía en Facebook o en Twitter al fiscal Luciani. Curiosa coincidencia. Ustedes dirán, señores jueces, señores fiscales: ¡Qué exagerada! ¡Pelotón de fusilamiento! Bueno, miren. Soy la única que lo interpreta así. Doce días después de ese primero de septiembre, Clarín en su edición del lunes 12 de septiembre, nos regala esta tapa: “La bala que no salió y el fallo que sí saldrá”.
Miren si no hay una identificación con un fusilamiento y esta causa. Es que Freud se toma esas licencias también y explica lo que es el subconsciente muchas veces. Y tenemos entonces que durante esos 20 días se contaron hechos que no habían existido, desde reuniones inexistentes y se ocultaron otros. Y resulta ser que, cuando luego en los alegatos de la defensa en los cuáles también participé en mi carácter de abogada, se demostró que todas y cada una de las cosas que habían sido acusación del fiscal eran mentiras. No eran ciertas. Es más, hace pocos días me enteré, en ya otra defensa, que hasta por google le habían demostrado que lo que decía al respecto de un determinado hecho no era cierto. Bueno, google, que te muestra los hechos en vivo y en directo. Así estamos.
Ahora bien, cuando yo estoy de acusada en los Tribunales de Comodoro Py, la figura de asociación ilícita y las prisiones preventivas surgen a gusto y piacere. Todas, por supuesto, siempre orientadas hacia nuestro espacio político y, específicamente, también hacia quien habla. Ahora bien, cuando me ha tocado ir como víctima a ese mismo Comodoro Py, sus colegas establecen, por ejemplo no son asociaciones ilícitas por ejemplo las de la gente que se comunicaba por redes y cometía hechos de violencia contra el Estado en la Casa Rosada o contra mi casa con bombas molotov. Que además eran financiadas, también, por empresarios muy conocidos en esta causa también. Bueno, conocidos porque los descubrimos nosotros cuando miramos el teléfono sesgado del señor López al que parece ser que habían visto determinadas conexiones y comunicaciones, dos o tres, y no habían visto centenares de chats que revelaban que el trato amistoso, que las redeterminaciones de obras, que las licitaciones, las discutían con algunos otros empresarios que no eran precisamente peronistas sino macristas. Es más, vivía en la casa de uno de ellos, aportante también de Cambiemos.
También es notable porque cuando uno es víctima, entonces la figura de la asociación ilícita no existe. Sí es asociación ilícita un gobierno electo democráticamente en tres oportunidades. No es asociación ilícita lo que precisamente ha sido creado por el derecho para representar y castigar a las personas que se asocian con el fin de producir conmoción pública que es uno de los ejes de la asociación ilícita. Tal vez porque, en Comodoro Py, no se considere que mi muerte, mi asesinato, puede ser un acto de conmoción pública. Y entonces una causa por acá, otra causa por allá y nada de asociación ilícita.
Y además, por si esto fuera poco, porque también lo consultaba ayer con el doctor Beraldi, la figura del 173 creo que es, que es la defraudación a la administración y el 174 que es el que cometiera fraude en perjuicio de alguna administración pública. ¿En serio? ¿En serio que creen que nuestros gobiernos cometieron un fraude en perjuicio de la administración pública? ¿Mi gobierno que entregó un gobierno… un país desendeudado? ¿El doctor Néstor Kirchner que le pagó al Fondo Monetario Internacional? ¿Nosotros estafamos al país, defraudamos al país cuando las condiciones de vida de la gente eran muy superiores a las de hoy? ¿Esto es una defraudación al Estado? Sin embargo quienes trajeron el Fondo Monetario Internacional y 45 mil millones de dólares que no sabemos dónde están, que no sabemos dónde están. Esos no tienen ningún problema. Están en Qatar mirando el mundial.
Esta es la Argentina porque, en realidad, tal cual lo dije aquel 2 de diciembre, que me equivoqué en cuánto a lo del lawfare pero no en cuánto a que no iban a dar respuestas. Los fiscales Luciani y Mola no pudieron responder a ninguno de los hechos, no de las interpretaciones, no de las descripciones jurídicas que siempre ameritan una parte de la biblioteca para un lado y una parte de la biblioteca para el otro. Pero no, no, no, no. No pudieron replicar ni desmentir ninguno de los hechos que la querella y que también yo, leyendo la constitución. Porque, además, muchas veces la constitución hay que leerla y se explica muy simple las cosas. Entonces creo que esta suerte de pelotón de fusilamiento tiene por objeto, y tuvo por objeto desde el principio, desde el principio, estigmatizar a un espacio político y, fundamentalmente, a quien tiene el mayor grado de representación de ese espacio. No porque se me ocurre a mí sino, fundamentalmente, las votaciones, las elecciones determinaron darme ese lugar. En los partidos políticos las representaciones se ganan con los votos fundamentalmente ¿no? Creo que la estigmatización para que nadie nunca vuelva a atreverse a hacer las cosas que hicimos nosotros. De pagarle al Fondo, de recuperar las AFJP, de recuperar YPF. Creo que realmente ha sido también aleccionador porque ha sido una actividad, esta, la judicial de Comodoro Py, absolutamente disciplinadora de la clase política.
Yo lo que creo, fundamentalmente, es que estamos en una situación en la cual, si la gente viviera mejor y estuviera mejor pero, la verdad que esto va a tender a deteriorarse. Porque cuando las instituciones, desde las instituciones, se conforma un partido… Yo lo decía el otro día cuando me tocó hablar en la conformación de este verdadero partido judicial, que vino a sustituir al viejo partido militar, que impedía expresarse libremente a la voluntad popular, que condicionaba la democracia. Hoy el partido judicial también cumple este rol: condicionar, obturar las posibilidades de expresión en democracia y, fundamentalmente, estigmatizar y disciplinar a los dirigentes en la República Argentina.
Si todo esto, como decía anteriormente, tuviera por objeto que la gente viviera mejor, que las posibilidades del país fueran mejor pero, no es así. Al contrario. Y siempre ha sucedido que cuando el partido… la crisis del partido militar, siempre ha sucedido que finalmente han hecho que terminan disparando… que no son ni este juicio ni tal vez ningún otro. No es que estoy creyéndome que algo va a surgir… no, no, no. Pero, simplemente, cuando la sociedad advierte, advierte este tipo de manejos y maniobras, bueno, finalmente eclosionan las instituciones.
Realmente, quisiera que estas últimas palabras, que serán las últimas palabras en este juicio, sinceramente pero, que reflejan en cierta medida lo que dije allá un dos de diciembre y que no me equivocaba, la sentencia estaba escrita pero, lo que nunca pensé es que iba a estar tan mal escrita, tan mal acusada como fue en la fiscalía. Porque fueron tres años en los cuales nada de lo que dijeron pudieron probarlo. Y no solamente eso sino que, cuando hicieron nuevamente la acusación del fiscal fueron todos y cada uno de los hechos absolutamente demostrados que eran falsos. No solamente que eran falsos sino que no habían existido siquiera. En ese sentido, y no quiero abundar más en el tema jurídico porque son, como dicen ustedes, últimas palabras, he redactado las 20 mentiras de la causa… Este es el aporte que de mi espacio político hacemos a esta causa que va a ser estudiada. No tengo ninguna duda, no tengo ninguna duda que esta causa va a ser estudiada en el futuro como un ejemplo absoluto de cómo funcionaban las instituciones en la República Argentina en este periodo tan nefasto en que los juzgados han dejado de ser juzgados para convertirse en partidos políticos. De un sector, claramente. Porque debo decir que, por ejemplo, cuando intentaron matarme en la puerta de mi casa. Fue en la puerta de mi casa. Fue en la misma casa, la misma casa, en Juncal y Uruguay de la que yo salí junto a Néstor para ir a Olivos. Y cuando terminamos, cuando terminé porque él ya había partido. Cuando terminamos el 10 de diciembre de 2015 volví al mismo lugar. Al mismo lugar. Siempre viví en la misma casa, el mismo lugar. Tal vez alguna otra dirigente muy importante de la oposición, vecina del barrio, un poquito más para allá, en un lugar más selecto, en la isla, compró un departamento a mitad de precio. Que, además, se lo vendió la contadora, la hija de su contador que además lo había comprado un año antes y que además lo vendió prestándole la plata. Bueno, pero la ladrona y la chorra soy yo. Esto es lo que estamos viviendo en la República Argentina. Esto es lo que estamos viviendo en la República Argentina.
El 10 de diciembre del 2015 tenía exactamente los mismos bienes, los mismos bienes, que habían sido analizados en tres causas judiciales ahí en Comodoro Py. Por tres jueces diferentes, uno de ellos el doctor Julián Ercolini, el instructor de esta causa de asociación ilícita. En los tres casos sobreseída y archivo de actuaciones. Los mismos bienes que ahora tienen mis hijos. Sin embargo, la chorra y los ladrones somos nosotros.
Entonces cuando esto se hace, además con el concurso mediático. Debo decir que ustedes no están solitos. Sería imposible que pudieran hacer todo esto que han hecho, solitos. La pata mediática ha sido siempre, siempre, absolutamente siempre, imprescindible en este tipo de manejos y en este tipo de causas. Pasó en la dictadura militar. ¿Se imaginan si hubiera habido algún diario, algún medio, algún periodista que hubiera dicho: “están tirando gente de los aviones, vivas”? “En la ESMA hay un campo de concentración, torturan gente”. No, tampoco se daba paso a los habeas corpus que se presentaban en los juzgados, tampoco. Pero siempre esa complicidad entre el Poder Judicial, los medios y los sectores antidemocráticos de nuestro país que se disparó en el 30 con esa famosa acordada de la Corte que declaraba constitucional el gobierno de facto. Nunca había tenido a ustedes, a los jueces, como actores en la primera línea porque el partido militar fueron, precisamente, los militares. Los que los apoyaron económicamente, los que los impulsaron, empresarios… O los medios que callaron y los protegieron y se quedaron con bienes no tuvieron ningún castigo. Los que sí tuvieron castigo fueron los que metieron la mano en el barro, mejor dicho en la sangre. Y yo creo que también vendrá una etapa en la cual, quienes en el Partido Judicial han hecho este tipo de cosas, de persecuciones y de omisiones frente al latrocinio que significó el préstamo del Fondo Monetario Internacional, el endeudamiento salvaje del gobierno y tantas otras cosas que hay denuncias en Comodoro Py pero que ninguna avanza. Hasta tal punto, a tal punto que los jueces que colocaron a dedo en la Cámara Federal y que fueron los que liberaron a los que participaban en las verdaderas asociaciones ilícitas en las cuales tiraban bombas molotov, actos de violencia. Son los mismos jueces que dijeron que no importa, que los espionajes a los familiares del ARA San Juan se habían hecho exclusivamente para la seguridad del Presidente. Como si se pudiera violar la ley de seguridad interior para asegurar la seguridad del Presidente.
Así estamos en la República Argentina. Por eso, premonitoriamente, aquel 2 de diciembre anuncié cuál va a ser la sentencia pero, bueno, en definitiva, creo que tal cual lo dije en aquella oportunidad, otros van a tener que responder por todo lo que se hizo durante esta etapa. No lo pudo hacer el fiscal Luciani ni Mola. Seguramente, en algún momento, quienes toman estas decisiones que, finalmente, condenan a fuerzas políticas y a personas a la estigmatización sin pruebas y en violación abierta a la constitución al asignarse el carácter de asociación ilícita a un gobierno o a tres gobiernos elegidos democráticamente… Bueno, verán si realmente, como pienso, la historia también los va a condenar.
Creo, sinceramente, no quiero extenderme mucho tiempo más. Hemos hablado mucho y ahora estas 20 mentiras de la causa vialidad que he redactado como un aporte doctrinario. ¿Vieron que en el peronismo tenemos las 20 verdades del peronismo? Bueno, hemos construido las 20 mentiras de la causa vialidad. Cuando termine esta intervención las vamos a compartir en nuestras redes para que todos y cada uno de los argentinos conozcan los argumentos sobre los cuales el fiscal Luciani y Mola durante 20 días denostaron, difamaron, mintieron sobre mí y sobre nuestro gobierno.
Realmente quiero agradecerles a todos y a todas sobre todo a todos los abogados defensores, a todos los empleados, el trabajo que cumplen. Y bueno, nada más que decirles que estas últimas palabras quería simplemente reflejar lo que nos ha pasado o lo que me ha pasado y me pasa con respecto a lo que es el manejo del Partido Judicial aquí en la República Argentina. Muchas gracias a todos y a todas.