Desde Berazategui por videoconferencia con la ciudad bonaerense de Lima, dimos la orden para que comience a fluir el agua pesada en el sistema de la Central Nuclear “Presidente Néstor Kirchner” (ex Atucha II), con lo que se inauguró la fase nuclear de ese emprendimiento.
Esto sería muy fácil asignarlo con nombre y apellido, pero esto es lo que nos permite diferenciar lo que son políticas individuales de políticas de colectivo, de proyectos colectivos. Esto lo estamos haciendo, como lo que acabamos de hacer recién también el la provincia de Lima, cuando hemos decidido continuar con la obra que había sido paralizada en 1994, que era la tercera central nuclear, Atucha II, podríamos haber dicho “bueno, esto lo empezó otro gobierno, no el nuestro, qué importa, no lo seguimos”. No, nos importa el desarrollo nuclear de la Argentina y ahí nos pusimos manos a la obra y hoy estamos haciendo ingresar el agua pesada al reactor nuclear de una obra que había sido abandonada en 1994 y que va a permitir ingresar al sistema eléctrico nacional, cuando esté en funcionamiento en 60 días más, 740 megavatios.
Y que mañana, por favor, nadie titule que Cristina ya había inaugurado esta obra. Habíamos inaugurado todo lo que era la obra civil de la estructura de la central nuclear, luego viene toda la puesta en marcha de la parte nuclear en la cual la UOCRA y los trabajos de ingeniería y construcción, no tienen que ver. Son absolutamente tareas de los técnicos nucleares, de los ingenieros específicos en el área que nos van a permitir diversifica aún más nuestra matriz energética.
Lo mismo nos pasó con Yacyretá, lo mismo nos pasa con esta obra que iba a ser iniciada por una empresa privada o privatizada en el año 19 y que la comenzó él y la termino yo. No, la empezó el proyecto político y la termina el mismo proyecto político. Porque esto es lo que los argentinos debemos entender, que no pude haber proyectos individuales, que no hay proyectos personales, que hay proyectos colectivos, que la única manera de construir una nación, que la única manera de ayudar a un pueblo, que la única manera de permitir que personas como María, santiagueña, matancera, con 10 hijos y 25 nietos, que conoció el agua potable y un hogar nuevo y pavimento nuevo, porque primero también empezamos por el pavimento y luego también con el agua potable, puedan sentirse argentinos y sentir que el país los tiene en cuenta.