Muchas gracias, muchas gracias a todas, todes y todos en riguroso orden alfabético de vocales por estar aquí esta tarde. Personalmente muchas gracias a Cristina por reincidir en este privilegio de dejarme acompañarla a presentar este libro y conmovido particularmente por el hecho de que sea en este lugar, en esta ciudad de Rosario que tanta maravillas aportó a nuestro imaginario cultural a lo largo de nuestra historia, y sobre todo en este día de hoy ¿no?. En este día de la bandera 20 de junio, una bandera que es el símbolo de nuestra Patria, de una Patria que tristemente nunca ha estado de vivir en una situación semi colonial otra vez, desde el Siglo XIX y principios del XX. (alguien grita algo) ¡sí señor! Ja ja ja, ¡vamos Santa Fe!.
Hoy alguien sabiendo que yo venía para acá, en las redes me decía: “preguntale a Cristina si es cierto que Manuel Belgrano es su prócer favorito”, así que se lo voy a preguntar pero creo que, seguramente vas a querer saludar a la gente primero.
Cristina Fernández de Kirchner: ¡Hola Rosario, hola Santa Fe! Bueno, muchas gracias a todos y a todas, quiero contarles que cuando pensamos esta presentación de nuestro libre “Sinceramente” (alguien grita: “Te amo Cristina”) yo también los quiero mucho a todos y a todas. Digo, a Rosario tengo que ir a presentarlo un 20 de junio, y acá estamos. ¿Sabés Marcelo? Hace 4 años exactos que no venía a Rosario, el último 20 de junio fue el del 2015 y a tu pregunta Marcelo de si Belgrano es mi prócer preferido, sí, sin lugar a dudas. Creo que ya lo he dicho en alguna oportunidad; Manuel Belgrano es mi prócer preferido y quiero decirte algo también, los recuerdos que tengo de los 20 de junio acá en Rosario, son maravillosos, es más, sabiendo la gente de Rosario de mi amor por Manuel Belgrano en uno de los encuentros de ese 20 de junio se presentó un Manuel Belgrano perfecto a caballo, lo recuerdo como si fuera hoy, pero era parecidísimo además a Belgrano y pasó adelante del palco y me saludó. La verdad que tengo mis mejores recuerdos, más emocionados de ese interminable desfile cívico aquí en Rosario con esa bandera más larga del mundo y el amor de la gente por su bandera, por Belgrano y mi amor por Belgrano es porque, creo que lo dije el último 20 de junio acá, me da un poco de rabia que lo recordemos el día que se murió. Yo siempre digo que, yo siempre digo que a los próceres como a Belgrano, como San Martín no hay que recordarlos el día de la muerte, hay que recordarlos en el apogeo de sus luchas y de sus batallas, que se yo, yo lo hubiera recordado a Belgrano el día del éxodo jujeño. Lo que pasa que, como lo dije en aquella oportunidad y vos seguramente Marcelo vas a coincidir conmigo. Hay una corriente historiográfica bien intencionada de separar a los próceres que construyeron la independencia y la libertad, de los hechos, de las épicas y de las epopeyas que fueron parte de esa libertad, y esa independencia. No sería demasiado políticamente correcto presentar a un Manuel Belgrano ordenando incendiar para que no le quedara nada, ninguna cosecha nada al enemigo en el éxodo jujeño. O en esa batalla de Tucumán una y de Salta la otra que fueron… todo el mundo y está muy bien que recordemos a San Martín cruzando los Andes, pero sin las batallas de Belgrano, sin las victorias de Tucumán y Salta, San Martín nunca hubiera podido cruzar los Andes, o sea. Creo que a nuestros próceres debemos recordarlos como hombres y mujeres de carne y hueso, que ahí está el mérito porque si fuera Superman, hacer cosas de Superman no sería ningún mérito. El mérito es hacer cosas de Superman siendo hombres y mujeres de carne y hueso, ese es el verdadero mérito que tienen los patriotas ¿o no? Entonces, además, además, además Belgrano un brillante abogado que largó, largó las leyes y empuñó el fusil para luchar por la Patria, además fue un economista y además fue un hombre muy apasionado en su vida. Yo te decía recién afuera, te comentaba: “yo hubiera… no sé si hubiera podido ser la esposa porque a este, no lo casaba nadie”. Pero no, no… a Belgrano no lo casó ¿sabén que Belgrano nunca se casó? Amores con María Josefa Ezcurra, con Dolores “la Tucumana”, pero no había forma, y bueno hubiera sido la amante a lo mejor de Belgrano qué se yo, no sé, pero algo con Belgrano hubiera tenido. Estoy absolutamente segura, en serio. Ya sé la crítica de mañana: “miren las cosas que dice que de Belgraaaano, qué enseñanza para los chiiiiiiiiicos”, alguna crítica de esas mañana seguro leen. Olvidensé, no importa yo voy a seguir diciendo lo que pienso y lo que creo siempre. Así que, sí, Manuel Belgrano es mi prócer preferido, sin lugar a dudas.
Marcelo Figueras: Digo, en general todo lo que tiene que ver con la bandera, con los símbolos patrios, con el himno, son cosas que por un lado asociamos a la infancia o a los campeonatos de fútbol inevitablemente, pero ¿hay algún sentido particular que vos querrías darle a un día de la bandera en un 20 de junio en esta Argentina de hoy, de 2019?
CFK: Yo siempre, yo siempre creo que aquellos que tenemos vocación política y que el voto popular, la sociedad, nos ha puesto en lugares de privilegios si se quiere ¿no? Eh, me parece, que por lo menos es lo que yo siempre hice mientras fue Presidenta ¿no?, en las fechas patrias, hablar de la Patria, hablar de nuestra historia y te comento que el último 20 de junio además de una larga charla que hice allí en el monumento a la bandera sobre San Martín, sobre los próceres, en ese momento también me tocó hablar sobre la lucha que estábamos llevando en ese momento sobre los Fondos Buitres y lo importante que era defender los intereses de los argentinos, en no endeudarnos, en fin, en luchar por las cosas que uno cree que debe luchar porque quiere representar ¿no? No los intereses de la absoluta mayoría, así que creo que sí. Creo que en esas fechas patrias uno debe aprovechar para hacer reflexiones sobre la historia, sobre las cosas que nos pasaron, sobre las que nos están pasando, eh, y que cada fecha patria sea en el lugar que sea, cada argentino tenga como una suerte de reflexión ¿no? Acerca de que es lo que se festeja. No es un feriado una fecha patria, no es solamente no ir a trabajar o no ir al colegio. Una fecha patria yo siempre me la imaginé como un momento en que cada argentino, cada argentina se piensa, piensa el país, piensa en su familia, piensa en lo que quiere, en lo que hizo, en cómo van las cosas. Está bien, por ahí, la gente otros problemas mucho más graves y más acuciantes ¿no?. Pero también es cierto de que hay que recrear las condiciones para que la gente pueda volver a pensar y a sentir en algo más que el día a día o en que voy a comer ahora o si voy a tener trabajo mañana. No es vida tampoco esto de vivir con la garganta y con el estómago estrujado porque no sabemos qué es lo que nos va a pasar. Esa no es una buena vida y bueno yo siempre que tenía que darle a los argentinos y a las argentinas una vida mejor, así que bueno, me habré equivocado, pero, no me habrán salido todas las cosas, pero lo hice con esa intención, sí, sí”.
MF: En las primeras páginas de “Sinceramente” vos definís al libro como un libro testimonial, decís: “una mirada y una reflexión retrospectiva para desentrañar algunos hechos y capítulos de la historia reciente y como han impactado en la vida de los argentinos y en la mía también”, decís.
CFK: Así es.
MF: Que es parte de la novedad del libro ¿no?, porque en general de las cosas que ocurren en el terreno de la historia pública, sabemos en todo caso como algo te puede afectar políticamente, lo que te salió bien, lo que no te salió tan bien, las cosas imprevistas, pero el libro permite, ver cómo te afecta humanamente y como te afectaba a vos y como afectaba al núcleo de tu familia ¿no? digo, esa familia a la que cierta gente definió como una Asociación Ilícita ¿no? digo, eh, digo ¿Cómo fue que te animaste a mostrar como afectaban en tu cuerpo, en tu alma, en tu espíritu, y en lo de tu familia los golpes de los adversarios políticos y de la gente verdaderamente poderosa?
CFK: Mirá, yo viví el libro y lo vivo, yo viví el libro y lo vivo… yo no voy al terapeuta, mucha gente va a terapia y bueno está bien, mi hermana va a terapia, por ejemplo. Y yo no. Claro, yo no voy a terapia y yo dije… yo sentí el libro como una suerte de contar las cosas y no contárselas a una persona sino contárselas a millones. Creo que es un ejercicio también de sacar afuera muchas cosas ¿no?. Muchas cosas que uno necesitaba contar, decir, compartir. Creo que, creo que también es un testimonio porque es cierto que… el otro día leí una crítica, él (por MF) hizo una crítica muy linda del libro cuando lo presentamos en la Feria del Libro, pero el otro día leí también la crítica o el análisis del libro de una dirigente feminista muy conocida y ella decía en realidad que las cosas que yo relato, que cuento en el libro, no son solamente cosas que me pasaron a mí. En realidad creo, me parece que cuando todos y cada uno de ustedes han podido leer el libro también se piensa en un momento histórico y político, también Cómo lo vivió, qué pensó en ese momento. Cuál fue la percepción que tuvo en ese momento de ese hecho histórico, de ese hecho político y demás. Así creo que es como un ejercicio personal, pero al mismo tiempo es un ejercicio colectivo ¿no? No se agota en el relato de lo que me pasó a mí solita Cristina, sino, yo creo que lo que nos pasó a todos los argentinos, a los que estaban acá junto a nosotros, a los que estaban en discordancia con nosotros, a los indiferentes que también los hay ¿no? Me parece que es eso y es testimonio en eso también ¿no?
El testimonio es importante en tanto y en cuanto no sea solo un ejercicio personal, sino que ayude al conjunto. Me parece que en ese sentido fue eso ¿no? Es como te lo dije y charlando a solas y creo que también lo dije en la presentación en la Feria del Libro. El libro había sido pensado sobre tres o cuatro ejes iniciales. A partir de la idea de Alberto que, como ya conté está re indignado con montón de cosas más que nada vinculada a nuestra vida de familia, a Néstor, a mí, a nuestros hijos, y después el libro fue como se desprendió de mí y empezó a caminar solo ¿viste? Y agregar esto, y contar aquello y corregir esto, “no, pero fue, pasó esto”, y por ahí también me pasó que tuve que consultar con algunos porque algunas cosas… no, no… Por ejemplo, de acá lo estoy mirando a un compañero que no voy a decir quién es, pero me acuerdo que en el episodio de cuando Jorge era Bergoglio y después fue Francisco, cuando yo cuento y relato que me estoy preparando en Olivos, eh, yo había… en la redacción mía original, yo me acordaba que era para ir a un acto en la Casa Rosada, y cuando a una persona se lo hice leer para que me corrigiera si estaba bien lo que había dicho, si era correcta la información, me dijo: “no, no, vos no ibas a la Rosada ese día. Ése día ibas a Tecnópolis” me dijo. Yo me había olvidado, cosas que a uno le pasan y bueno, y recordaba ese día impresionante donde estaba ahí en Olivos, me estaban peinando, haciendo los rulos para ir a Tecnópolis, estaba esperando lo del Papa, estábamos todos así: “¿Quién será el Papa, habrá fumata blanca, no habrá fumata blanca?” y cuando en la televisión sale el cura este que se bamboleaba y parecía que se caía del balcón, y habla en latín, yo no entendía nada que decía el cura entre que parecía que se caía y que esto y que el otro, y dice Giorgio Marius… y cuando dice: “Bergoglio”… Vos sabés que, eh, la chica que me estaba peinando se queda con el secador así y me dice: “dijo Bergoglio ¿no?”. “Así es querida” digo, “dijo Bergoglio”.
Fue impresionante, puedo vivir mil años más y no me olvido de ese momento y después de todo lo que vivimos posteriormente. Ahí, como cuento, lo llamé a mi secretario inmediatamente, me preparé para ir a Roma. No tuve nunca ninguna duda, nunca tuve ninguna duda de que tenía que viajar a Roma. Eh, y ahí, ahí este… bueno, esas cosas que te van pasando… Porque ¡qué de cosas que nos han pasado en estos 12 años! Un Papa argentino, la primera mujer Presidenta y reelecta, fueron muchas cosas, muchas, muchas.
MF: La narrativa del libro arranca formalmente en tu primera noche como simplemente ciudadana después de haberte vista obligada de Olivos y de la Casa Rosada antes de convertirte en calabaza y a partir de ahí vas para atrás y empezás a contar la historia de tus orígenes, cuando los conociste a Néstor
CFK: Sí.
MF: eh, me quedó la duda ahí, con respecto, porque los dos estaban estudiando Derecho…
CFK: Sí.
MF: eh… ¿la vocación política era previa?
CFK: Sí.
MF: Ok, y el Derecho era ¿una ventana de entrada al mundo de la política?
CFK: No, lo que pasa que en realidad yo lo conocía… eran momentos muy fuertes, a ver… estamos de fines… del 74 y estamos hablando del año 75, eran momentos difíciles y tan difíciles como pueden ser en la Ciudad de la Plata y como seguramente fueron también aquí en Rosario, sin lugar a dudas, y como fueron en grandes ciudades como Córdoba o la Capital Federal. Y no, no, claro fue, nosotros ya nos habíamos alejado, él también por diferencias… cuando se produce lo de las organizaciones juveniles con Perón, se producen también fracturas en los frentes, en universitarios, etc, etc. Y bueno, ya en el primero de mayo del 74 por ejemplo yo no fui a la plaza, Néstor fue con otros compañeros, yo todavía no salía con él ahí, pero…
MF: Arrimando
CFK: Había ahí aproach ¿no?, o sea estábamos como… y después pasó un episodio que creo, pasó un episodio que fue que Néstor se tuvo que mudar de la casa donde él vivía y se fue a vivir con el novio de mi compañera de estudios, y entonces ahí yo empecé… dejé de estudiar con mi compañera porque ella ya había dado esa materia y me enganché con el novio de mi compañera que era el que vivía con Néstor, entonces yo estudiaba con él y ahí Néstor lo veía todos los días, bueno y ahí fue, y ahí fue, ahí fue y así fue. Fue muy poco tiempo de novio, seis meses nada más y nos casamos en la Ciudad de la Plata.
MF: Yo creo y voy a insistir, digo yo creo que hay otro libro pugnando por salir de ahí. Sinceramente.
CFK: Uy no, si cuento eso ¡Dios mío!
MF: … que es… debe haber varios seguramente, pero por lo menos el libro de tu historia con Néstor, muy claramente. Vos viste cómo es ahora esto de los nuevos medios, Twitter, Instagram, todo ese tipo de cosas que generan, que de repente sentís que sos amigo de toda la vida de una persona que no viste nunca ¿no?
CFK: Así es.
MF: Hay una de estas amigas virtuales que se llama Marce Oz, que ayer puso en Twitter este fragmento de “Sinceramente” en el que vos, bueno, está claro de lo que hablás: “el amor es tener ganas de estar con el otro, para escucharlo, para hablar, para lo que sea; a mí me encantaba estar con él y a él conmigo, siempre me decía: “de lo único que nunca me aburrí, fue de vos”; y yo le contesté ahí, le puse abajo “best piropo ever” como diciendo: “el mejor piropo de la historia” y ella me contestó: “tiene tantos niveles de profundidad y sensaciones que cada vez que lo leo se me eriza la piel”, y se empezó a armar una cadena ahí de gente que decía cosas y había una chica que se llama Mar, no la conozco, Marcius2010 que dice: “cuando lo leí solo pensé, ojalá algún día me pueda llegar tan hondo un compañero de vida para que me haga sentir algo igual, si eso no es amor, con perdón de la palabra, ¿qué carajo es, eh?
CFK: La idea no era que me hicieras llorar, la idea era no hacerme llorar, pero, la verdad que, sí, yo digo también en una parte del libro que, no sé si ahí o en otra cuando hablo de que no hay fórmulas ¿no), porque es cierto, que se yo, la verdad que era esa, siempre teníamos ganas de estar juntos. Además, siempre, porque desde que nos conocimos que estudiábamos juntos, y después trabajábamos juntos también, porque Néstor hasta que se casó conmigo no trabajaba; a él lo mantenían los padres que le mandaban plata desde Río Gallegos, pero claro, cuando se casó tuvo que empezar a trabajar. Le siguieron mandando plata igual, pero mi mamá le consiguió un trabajo, así fue, así fue, así fue… no podía decir… él me había querido hacer creer que trabajaba de noche en un supermercado, juro que me quiso… nunca le creí por supuesto, pero él se creía, me decía… nada… y mamá le consiguió un trabajo en Rentas donde yo trabajaba, así que estudiábamos juntos y trabajábamos juntos y vivíamos juntos y de ahí en más fue, no sé si por la profesión, porque queríamos como te digo, estar juntos, porque él es cierto, él me decía que se había aburrido de todo, se había aburrido de ser Intendente, se había aburrido primero del estudio, empezamos con mucho entusiasmo, bueno fue la época de la dictadura, el estudio trabajaba mucho, pero ya después estaba aburrido, era como que se fijaba metas y una vez que llegaba ahí, lo aburría; por ejemplo, Intendente… fue cuatro años “no, otra vez vuelvo a ser Intendente ni loco”, pero “ni loco, basta de Intendente”, después Gobernador. ¿Vos sabes qué?, voy a contar un secreto que no lo dije en el libro, pero lo cuento ahora. Eh, cuando él hace la campaña a Presidente estaba en la tercera gobernación; él había sido electo por primera vez el 10 de diciembre de 1991, había asumido, había sido electo antes, unos meses antes; y cuando le toca hacer la campaña a Presidente, se acuerdan que era bueno, toda la anomalía institucional y por lo tanto los períodos no terminaban donde co… entonces los compañeros le habían dicho: “bueno, si perdés como candidato a Presidente, vas devuelta como Gobernador” porque en realidad la elección a Presidente era en abril, y mayo creo que era la segunda vuelta y la elección a Gobernador volvía a ser en octubre de ese mismo año y dijo: “no, ni loco, si yo no soy Presidente, yo no vuelvo a ser Gobernador. O Presidente, o me vuelvo a mi casa, o a mi estudio. Bueno, la historia ya se conoce, pero… entonces él que siempre decía: “me aburrí de ser Intendente, me aburrí de ser Gobernador”, siempre me decía: “de lo único que no me aburrí, fue de vos” y la verdad que, la verdad que sí porque nos gustaba mucho estar juntos y discutir; eso es lo que más extraño ¿ves? Eso sí extraño mucho, mucho de él. A ver, hablo con montón de gente y gente muy inteligente y muy talentosa y muy capaz, pero esa cosa de él, esa, esa percepción que tenía, esa inteligencia no sé si emocional, intuitiva o qué, era un tipo que veía mucho más allá de lo que podía ver cualquier otro. Él veía mucho más adelante, veía, veía, él veía antes… eh, no lo voy a decir, bueno sí, lo voy a contar. Él había dicho que iba a haber un reacomodamiento en la historia argentina de partidos políticos, pero va a ser motivo de otro libro; no lo voy a contar ahora ni nada, pero, no, no, no, no lo voy a contar ahora ni nada, pero él veía, tenía mucho conocimiento también de la idiosincrasia del pueblo argentino. Era muy popular. Néstor era profundamente popular, sinceramente popular, descreía de todo caretaje pero además no le importaban inclusive algunas cosas, algunos gustos que yo siempre tuve, viste que yo digo en el libro, yo siempre fui mucho más clase mediera y pre juiciosa que él; él no era clase mediero en absoluto.
MF: Al Colón no lo arrastrabas ni muerto ja ja ja.
CFK: Nooo, uh, la del Colón esa fue terrible, cuando vino la reina de Holanda, no fue terrible, esa no, le pedí, le rogué, me enojé, lo pelié, “es un papelón” le decía “¿Cómo no vas a ir al Colón? Que es un…” “yo al Colón no voy” me decía, bueno “pero Néstor es un prejuicio, una cosa antigua, estereotipada, como no…” “no les voy a pisar el Colón” decía. Bueno y nada, y no hubo forma, y no hubo forma porque, porque… yo decía: “es una sala lírica” decía yo, “es una de las mejores salas liricas del mundo”, bueno, no había forma. Para él era una simbología. Qué él es, ¿Ves? Él tenía mucho esas cosas, que es lo que le pasa también en su des encuentro con Bergoglio, que yo lo cuento también en el libro. Cuando, eh, le decíamos: “andá a saludarlo a Bergoglio a la Catedral” le decíamos con Parrilli, acá lo veo a Parrilli que ahí era Secretario General de la Presidencia, y le decíamos: “andá a saludar…” “nooo, ellos tienen que venir a la Casa Rosada porque el símbolo del poder político es este, la Casa Rosada”, “pero dale” le digo yo, “¿qué te cuesta ir allá a la Catedral?” y nada, él se ve que había, en su cabeza tenía una percepción de que había que volver a ordenar la Argentina, la simbología de la Argentina, que él tenía una profunda convicción en cuanto a que el poder político reside en la Casa Rosada porque ahí reside el poder popular votado por la ciudadanía y que el que se sienta ahí mientras está sentado ahí es quien debe decidir los destinos del país, eso es eh, él estaba profundamente convencido de eso. Pero, debo decir algo, también es posible como lo analizo también en el libro, que es hombre y que por allí los hombres tienen una forma de ejercicio del poder diferente al que tenemos nosotras las mujeres y no porque sean peores y nosotras mejores, no, ustedes (le dice a MF) también tienen una gran carga cultural
Marcelo Figuera: Mmm (asiente)
CFK: … que les exige, por lo menos ante la gran mayoría, que tienen que ser los que se imponen porque el hombre por eso es hombre y un montón de frases y lugares comunes y entonces también cada hombre va con la carga adicional de tener que ser reconocido y validado de acuerdo a esas costumbres o pautas culturales que ha impuesto la sociedad patriarcal, claramente, claramente, entonces creo que también había algo de eso en él. Pero bueno, yo lo recuerdo como esas personas, esos personajes, que la historia rara vez repite y que yo tuve la suerte de compartir con él vida, familia e hijos, así que no es poca cosa, aunque no lo tenga no es poca cosa.
MF: Vos mencionabas esta idea de Néstor de que había pendiente un reordenamiento y en el comienzo del capítulo de la Calabaza también decís que siempre les tocaban llegar a lugares cuando todo estaba destruido ¿no?
CFK: Uh, sí
MF: … y ahí, usas la imagen de la Casa Rosada ¿no? El estado físico de la Casa Rosada cuando ustedes llegaron y el laburo que hicieron y que hiciste personalmente para ponerla en valor y vos decís: “celebrar las cosas extraordinarias que habían hecho nuestros compatriotas”. Eso lo hicieron en aquel momento, eh, ahora en diciembre nos vamos a encontrar con la casa destruida otra vez ¿no?
CFK: Sí, la verdad que cuando llegamos, es cierto eso, es como que teníamos como un karma ¿no? que nos perseguía, que llegábamos a lugares a partir, obviamente siempre del voto popular y ese lugar estaba literalmente dado vuelta, patas para arriba. Nos pasó en la Municipalidad de Río Gallegos allá en diciembre del 87, pero Néstor la dio vuelta, literalmente la Ciudad y eso lo catapultó a la gobernación. Porque creo que en la única localidad que habíamos ganado fue en Río Gallegos y en 28 de noviembre, pero en el resto nos había ganado el otro contrincante del PJ en ese momento. Pero bueno la diferencia nos permitió llegar a la gobernación que también cuando llegamos a la gobernación, dada vuelta, sueldos, aguinaldos sin cobrar, etc., endeudamiento. Y después el 2003; y sí, digamos que, fijate yo decía hoy que no vengo a Rosario desde el 15 de junio, desde el 20 de junio de 2015. Y bueno, fijémonos cómo estamos hoy, 20 de junio de 2019 y cómo estábamos el 20 de junio de 2015, no estoy hablando de cuatro décadas, ni cuatros siglos, estoy hablando apenas de hace cuatro años.
Podríamos empezar por los índices de desocupación, por la cantidad de comercios, de Pymes, de empresas con dificultades. Ni qué hablar del endeudamiento; precisamente en aquel 20 de junio de 2015 hablábamos del nivel de endeudamiento que tenía el país que estaba reducido a su mínima expresión, estábamos peleándola en eso momento con los Fondos Buitres; Fondos Buitres que finalmente se volvió a endeudar al país y dijeron que, si esto se hacía, si se pagaba lo que ellos pedían y querían iban a venir las inversiones y la verdad que lo único que llegó fue el Fondo Monetario Internacional otra vez a la Argentina. Además ¡eso!, ahora que me acuerdo, aquel 20 de junio del 2015 era una Argentina sin Fondo Monetario Internacional. Mirá vos la diferencia de que hoy vuelvo a Rosario con el Fondo Monetario Internacional, hace un año porque, además, porque además me señalan ahí, desde acá abajo. ¡Es cierto! ¿A quién se le ocurrió firmar con el Fondo Monetario un 20 de junio además? ¡Qué cosa tan terrible! ¿Lo habrán hecho a pro…? Una cosa que algún día se lo tenemos que preguntar: ¿Lo hicieron a propósito el 20 de junio?, porque, a ver, firmar de vuelta un préstamo de 57 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional ¿un 20 de junio, el día que recordamos, la bandera y a Belgrano? Podrían haber hecho el 19 o el 21, así que no sé si lo hicieron al propósito a lo mejor entienden la Patria de otra manera, qué se yo, no sé. Pero sí, sí, sí, es una Argentina, una Santa Fe, una Rosario con infinitas dificultades más graves y más profundas porque de los problemas que teníamos, no solo no resolvieron ninguno, sino que los potenciaron y los profundizaron a cifras y límites exponenciales y de los que no teníamos, volvieron a aparecer como el endeudamiento y la desocupación, así que sí, digamos que…
MF: Pero además de, además de los problemas concretos que toda la gente padece todos los días, la frutilla de la torta es la lógica del odio que impusieron ¿no? Digo porque encima es bueno: “ok, los problemas ya son ¿viste? una cosa terrible” pero encima esta cosa del odio, esta cosa de la discriminación, esta cosa de la persecución; vos decías recién que Néstor tenía esta cosa de ver siempre más lejos y en el comienzo del capítulo 3, vos recordás cuando él te dijo: “te van a perseguir a vos y a tus hijos”.
CFK: Si vos sabés que, es el tema del odio ¿no? de… bueno hoy mismo acá, aquí en Rosario hoy 20 de junio, día de la bandera ¿no había otro tema para tratar, otra… una persona que insultar o agraviar? ¿Era necesario en un colegio, rodeado de chiquitos, insultar a un gremialista? Que por otra parte es el mismo gremialista que estaba con él el 17 de octubre de 2015 cuando inauguraron un busto de Perón. Eh, es la misma persona, es el mismo gremialista. Te aclaro que es público y notorio que he tenido mis diferencias, que hemos tenido nuestras diferencias, pero realmente además de mal gusto, desmemoriado ¿no? Porque se podría haber acordado de que hace cuatro años, estaban… él lo invito a inaugurar y él fue, no le pareció en ese momento tan malo ni tan bueno en fin… no voy a repetir ningún adjetivo, se los dejo todos a ellos y a ellas.
MF: Hay un párrafo del libro que me gusta mucho hablando del odio y de la persecución. Digo, partimos de la base de que entendemos de que la mayoría de las familias que forman parte del pueblo argentino, sentimos que somos familias perseguidas de una forma u otra porque la violencia tiene muchísimas formas de manifestarse y la económica es una de ellas ¿no? Pero un momento, cuando hablás de este odio que parecen alimentar a diario, este, como si fuesen un fuego sin el cual se morirían, hablando con Máximo vos decís: “una vez Máximo me dijo: ¿sabes por qué hay gente que tanto odio hacia ustedes? Porque eran una pareja que estuvieron 35 años juntos, con una vida familiar hermosa y que cuando llegaron al poder, no se separaron ni se alejaron. Al contrario, y eso genera mucha envidia porque es algo afuera de lo común. ¿Sabés que pasa Cristina?” Porque decís que Máximo te dice Cristina
CFK: Sí
MF: …“los que arman todo esto saben de la envidia y el resentimiento y trabajan sobre eso. ¿Por qué ella puede tener todo? Es joven, agradable, atractiva, se viste bien, tiene plata, él la quiere, son una pareja que funciona y arriba hay millones de argentinos que los quieren”
(Aplausos)
CFK: Bueno, con una persona que me gusta hablar mucho a veces, es con Máximo, es muy reflexivo también, y por momentos es más reflexivo que yo, él no se deja por ahí llevar, yo por ahí, bueh… a cada uno, a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, pero… Sí, algo de eso debe haber, algo de eso debe haber. En otra parte del libro yo cuento de una mujer que un día me escribe y también me dice, ¿por qué no se deja crecer un poco las raíces? Ande un poco en chancletas, no se pinta tanto y el pelo medio se lo desgreña un poco, es cierto, es cierto y de repente esa cosa de, de… Sí, moriré pintada, moriré pintada, moriré pintada, cual momia egipcia para que me encuentren algún día: “estaba pintada todavía”, sí, sí, me encanta. ¿Vos sabes que?… esa cosa sí, a él le gustaba mucho que yo me arreglara, le gustaba el pelo largo, siempre, nunca dejó… está mal que diga que no me dejó porque si hubiera querido me lo hubiera cortado igual, pero eh… pero sí, nunca, a mí me encanta también el pelo, se nota que me en… y además ya, está claro que, si me hubiera querido cortar el pelo porque a él le hubiera gustado, me lo hubiera cortado igual, pero le gustaba mucho la mujer de pelo largo. Me acuerdo cuando Florencia una vez muy chiquita, Néstor era Gobernador y vivíamos en la residencia, y vivíamos con mi suegra, con la mamá de Néstor y nosotros dos habíamos viajado al norte, al norte de la provincia, estábamos en campaña creo y ella se quedó sola y se cortó el pelo, agarró una tijera y se cortó el pelo… que Néstor hizo un escándalo porque dice: “que le arreglen el pelo” decía. “Yo no la quiero ver a esa chica con el pelo corto”. “¿Qué le van a arreglar?” le digo, “no se lo pueden pegar” le digo. Pero bueno, la cuestión que sí, pero a él le encantaba verme arreglada. Y sí, puede ser, esto del odio funciona, Marcelo… algunos le asignan, sobre todo cuando leemos análisis “sí, no, lo esto, que la big data, que los psicólogos, que los sociólogos”. Sí, no… funciona sobre sentimientos tan viejos como la humanidad, el odio, el amor, la envidia, en fin, tantas cosas y sobre eso trabajan ¿no? sobre eso trabajan para dividir, para horadar, eh, y de la misma manera trabajan para hacerle creer, por ahí, que a los pobres… que lo que les falta a ellos es la culpa de los otros pobres o de los que reciben una Asignación Universal. Yo creo que todos deberíamos de hacer un gran esfuerzo, todos y todas de sustraernos de estas cosas, que es difícil lo admito porque yo también, vos te debe pasar, a todos, a todos y a todas nos pasan y nos invaden el odio, la ira, la envidia de algo, eh… sustraerse a eso. Pero me parece que en esta ocasión han ido un poco demasiado lejos, porque nada bueno puede surgir de una Argentina envuelta en odio, enferma de odios y de divisiones, al contrario, por eso yo rescato mucho el tema del Bicentenario en ese libro y del espíritu de unidad. Eh, que creo que debe volver, el espíritu de unidad nacional debe volver también porque los problemas son muy graves, muy serios y muy profundos y se va a requerir un gran proceso de unidad nacional para poder afrontar los mismos, así que bueno, nada, son disparadores que largo ahí en el libro para que…
MF: Mencionabas, hablabas de momias egipcias y en un momento hablas, bueno, de esta doble vara porque, que tiene que ver un poco con lo que decías de lo que te escribía esta mujer ¿no? si vos te dejaras desgreñada y todo, que se yo, te criticarían igual porque estás desgreñada, claramente.
CFK: Absolutamente.
MF: Digo, siempre, vos mencionas en el capítulo cinco el que se llama “Una Yegua en el Gobierno”, esto de que, siempre este lugar común de que atrás de una mujer que está brillando en algo, hay un nombre que es el que la está guiando. Te dijeron en algún momento obviamente que era Néstor, que era Máximo, que era Zannini, y ahora dicen lo contrario, ahora dicen que todos los hombres que están puestos, los manejás desde atrás.
CFK: Ja Ja Ja. Mirá, vos sabés que, es el tema de que, sí eh… siempre decían cuando Néstor fue electo Presidente, lo iba a manejar el ex Presidente Duhalde o que lo iba a manejar yo por la personalidad. Después decían que él me manejaba a mí. Siempre está eso y siempre está el prejuicio y ese querer instalar que es imposible o que no puede darse nunca la confluencia de gente que piense igual y actué con un pensamiento colectivo, con una idea de Patria y entonces siempre están buscando la quinta pata al gato como digo yo ¿no? Pero esto lo hacen siempre, en gobiernos populares, porque no veo ninguna construcción que diga que eh… a este gobierno lo manejan los empresarios o lo manejan intereses o lo manejan el Fondo Monetario; todos esos que escriben cosas sobre nosotros y que las escribieron y que seguramente las seguirán escribiendo y bienvenida la libertad de prensa pero, la verdad que cuesta creer que sea ejercicio de periodismo cuando construyen que a un Presidente, o a una Presidenta o a un futuro Presidente lo va a manejar este o cual y ven un Presidente actual que no se sabe qué es lo que hace, quien lo maneja, si el Fondo, si es Christine Lagarde, nadie dice que lo maneja Christine Lagarde, al actual Presidente. Me parece que, tengamos claro Marcelo, porque este libro también lo que busca es desentrañar porqué el ataque. Porque si nosotros nos quedamos únicamente en la anécdota en él “me dijo, le conté, que esto, que se pinta…” el ataque formidable este es… cuando alguien decide representar y ejercer los derechos de las grandes mayorías… Si yo hubiera hecho lo que querían los otros, los grandes grupos económicos o factores de poder, sería una dirigente política de las que por ahí conocemos que son ¿viste que inclusive no tienen?… Yo, a mí me llama la atención, yo voy a decir algo que vos no lo dijiste tal vez porque no te animabas, pero yo era Presidenta y a mí hasta me inven… cuando después de lo de Néstor, cuando estaba sola, hasta me inventaban amantes, bueno, pero es curioso que a otras importantes dirigentes políticas que, además te imaginas yo soy ya una señora abuela, en fin… hoy la verdad que mi libido está en mis nietos, sobre todo en mi nieta Helenita, ahí tengo mi libido, en mi nieta Helenita. Es curioso y yo lo planteó en el libro ¿cómo puede ser posible?. Yo siempre pensé que era una cosa muy misógina, muy contra las mujeres; pero después me di cuenta de que hay dirigentes mujeres que no son del campo nacional y popular (le pide a la gente) sin nombres… Nacional y Popular, mujeres jóvenes, 45 años, que no son viudas como yo, yo soy viuda, yo soy viuda, otras son divorciadas, sin embargo, hadas, virginales, y la verdad que, y la verdad… me dicen que el rulo del pelo derecho está medio parado, no sé, dicen que sale, bueno en fin ¿ya me lo arreglé, está bien? Bien, la elegancia ante todo. Pero estábamos con esto de… y digo ¿viste? Angelicales y yo digo “qué suerte tienen algunas mujeres que, bueno, que nadie se mete con su vida privada. A lo mejor son en serio virginales, angelicales y hadas y ya se saben, las hadas y las vírgenes no tienen novio y los ángeles ni siquiera sexo, así que todo bien pero bueno, nada. Me parece que también eso, es el tema de, de qué decidís defender, si vos… mirá para hacerla corta y no tanta vuelta, si vos defendés al pueblo te matan, te pasan por encima, te matan, te matan, no te perdonan nunca más eso. Y si además, y si además, y si además, cuando defendés al pueblo te enfrentas a los grandes capitales internacionales y armás, como armamos con Timerman y con Axel en Naciones Unidas, una resolución de pago soberano de deuda reglamentando, bueno, ahí definitivamente te convertís en enemigo de esos grandes poderes.
MF: Digo, precisamente vos en el libro en un momento… bueno otro de los lugares es siempre se ha dicho, la ausencia de auto crítica ¿no? Esta gente no se auto critica nunca y vos sos muy crítica con vos misma en el libro en un montón de momentos. Y hay uno en particular donde vos decís: “me pregunto qué hicimos mal para que la gente eligiera un Presidente como Macri”. Y yo creo que está, que también está o yo quiero entender que está el anverso de esa pregunta porque la otra pregunta que cabe hacerse es: “¿Qué es lo que hicieron bien para que los poderes del mundo se volvieran contra ustedes de la manera en que se volvieron, no?”.
CFK: El próximo libro lo escribo con Marcelo, el próximo libro lo escribo con Marcelo, es cierto, sí
MF: Firmá acá.
CFK: Sí, claro.
MF: ¿Están grabando?
CFK: Yo creo, yo creo, yo creo Marcelo, que sí siempre uno tiene que ¿Qué hicimos mal? y seguramente algunas cosas hicimos mal, sí. También es cierto que luchar contra esos poderes tan fuertes, tan articulados… también creo que hay momentos en que las sociedades tienen momentos particulares, no sé. De cualquier manera, cuando terminamos aquel ballotage en el 2015, yo me pregunto, después de 12 años y medio de gobierno con un ataque formidable, todos los días, todos los días, todos los días picándole la cabeza a la gente con el impuesto a las ganancias, que el dólar, en fin ¿qué otra cosa? Ya ni me acuerdo, todo, entonces yo creo que mucha gente también…
MF: Las cadenas nacionales.
CFK: Claaaro, las cadenas nacionaaales, sííí. Mirá, yo voy a decir algo, quedaría bien que dijera que me arrepiento de haber hecho cadenas nacionales; no, no, quedensé tranquilos porque la verdad sería una mentirosa, no pienso hacer discurso de campaña. Olvidensé de los discursos donde se dice lo que la gente quiere escuchar, conmigo no, pero no, no, no me arrepiento de las cadenas nacionales y quedensé tranquilos porque una Vicepresidenta no habla por cadenas nacionales así que no pueden decir absolutamente nada, así que total libertad les digo no. Creo, es más, muchas veces pienso y yo les digo sobre todo a los compañeros y a las compañeras que piensan igual que nosotros y que forman parte de nuestro espacio, ¿ustedes se imaginan si además de todo el ataque formidable de la ignorancia de nuestras obras porque no nos pasaban lo que inaugurábamos ni nada? Si no hubiéramos hecho cadenas nacionales, creo que nos hubieran pasado con la Caterpiller por encima porque directamente la gente no hubiera sabido qué defender, qué decir.
Al contrario, pensándolo en retrospectiva, viendo el tratamiento que hay ahora y el tratamiento que había antes, digo: menos mal que no cedimos a la presión. Porque realmente y ya veo, el titular de mañana te adelanto: “En Rosario, Cristina defendió las cadenas nacionales”. Acuerdensé lo que les digo, acuerdensé lo que les digo. Pero la verdad que es esa, y yo creo que fue un instrumento que teníamos. Por ahí, sí digo, por ahí hubo algunas veces que, hubo algunas semanas, Parrilli, que hicimos tres por la semana, sí, por ahí, bueno, sí, la intensidad tal vez, la frecuencia, hasta ahí vamos. Pero como un instrumento de difusión me parece absolutamente legítimo, en definitiva, en definitiva, creo que por ahí también yo no debería haber movido tanto el dedito, o haber, hacer algunas cositas pero bueno, cada uno, cada uno es como es, Marcelo, cada uno es como es.
MF: Bueno, hablamos del odio, hablamos de los problemas de los argentinos y hablamos de un montón de cosas que están pasando ahora pero bueno, vos en el final del libro inevitablemente hablás de lo que debería venir ¿no? de lo que tenemos por delante, y de algún modo ya lo anticipás en el prólogo cuando decís que lo que lo que tenemos por adelante como misión es construir una lógica diferente, fuera del odio, lejos de las superaciones de todo tipo, sin mentiras y sin agravios.
CFK: Sí, creo que finalmente se trata de eso. Tenemos que decidir los argentinos y las argentinas si somos capaces de sentarse a discutir y a debatir los problemas que tenemos (Sube una persona al estrado). No sé qué es… no sé qué es… están afuera, sí. Bueno, ustedes terminaron el acto, vamos compañeros, muchas gracias, muchas gracias Rosario. Muchas gracias.