Se acerca un secretario y me dice: “Encontraron al nieto de Estela”. Por un instante, aunque parezca mentira, me quedo muda. Me viene a la mente la imagen de Estela ayer por la noche en la Rosada, en el acto en el Salón de las Mujeres Argentinas. Había llegado tarde y tuvieron que agregarle una silla. La saludé agitando mi mano.
Esa misma noche, antes de irme, una artista, Guillermina Grinbaum, me alcanza una obra de su autoría y me dice: “Tomé como imagen la de Estela Carlotto”. El cuadro se llama “Madre”. Que increíble, ¿no? Postergamos esa visita 3 veces y justo anoche me lo dio.
Recobro el aliento y la llamo de inmediato. Ella estaba saliendo del juzgado y yo estaba llorando. Me cuenta que es músico, que vive en Olavarría, y lo más importante: se sometió voluntariamente al examen de ADN. Se la nota contenta, emocionada, plena: “Me estoy yendo a Abuelas. Allí están mis hijos y voy a dar una conferencia de prensa para informar. ¿Te das cuenta Cristina?” Claro… ¿Cómo no me voy a dar cuenta? Cuánto tiempo. Cuánta lucha. Cuánto sufrimiento.
No puedo evitar recordar a Néstor. Él, un optimista reincidente, siempre me decía: “Vas a ver, Estela va a terminar encontrando a su nieto”. No se equivocó.
Siempre decíamos que más temprano que tarde, sabremos más y más. No tengo dudas. Lo más importante: el conocimiento de la Verdad, la persistencia de la Memoria y el triunfo de la Justicia en serio. Memoria, Verdad y Justicia. Pilar fundante de esta Argentina que estamos construyendo.
Hoy Estela estará por fin junto a todos sus nietos. Hoy Guido, su nieto, recuperó su verdadera identidad. Hoy, por fin, Laura, su madre, podrá descansar en paz.
Hoy, la Argentina es un país un poco más justo que ayer.
Necesitamos que los distintos dirigentes responsables de las organizaciones, también organicen cursos de formación sobre política internacional, sobre historia internacional.
Ustedes se dieron cuenta que prácticamente, salvo cuestiones catastróficas o muy evidentes, parece como que la Argentina fuera un planeta solo en el mundo, que no existiera el resto, porque no hay una sola noticia internacional de nada, de las económicas ni hablemos.
Tenemos que prepararnos, tenemos que saber, porque al que no estudia, al que no sabe lo que pasa y cómo se fueron produciendo los acontecimientos, lo llevan de la nariz. Sobre todo, en un mundo, donde los medios de comunicación y, fundamentalmente también, las redes sociales han adquirido una gran importancia, el problema es la selectividad de la información.