Palabras del ex presidente Néstor Kirchner en la New School (Nueva York), en la conferencia America Latina Rising: UNASUR Solución de problemas, dando voz, construyendo el futuro. Lunes, 27 de septiembre 2010.
Sobre la región
La región ha vivido problemas profundos, graves, pero se están viviendo procesos políticos muy particulares. En Bolivia se está viviendo un proceso indigenista muy importante. Los de Uruguay y Brasil son procesos realmente interesantes también: ambos están viviendo un crecimiento importante, clave para la región. Y evidentemente estamos logrando convivir, desde puntos de vista ideológicos y filosóficos diferentes, en el mismo marco. Nosotros necesitamos integrar a la región para poder conversar con los bloques emergentes, con la Comunidad Económica Europea, con los países árabes. Es decir, poder conversar con el conjunto del mundo desde una visión, desde una posición.
El Mercosur no soluciona este problema porque, por más que intente avanzar desde el punto de vista político, fundamentalmente es un acuerdo de funcionamiento económico. Recién ahora, con la normalización económica de la región, podemos empezar a pensar cómo combatir las asimetrías. Empezamos, allá por el año 2006, cuando a mí todavía me tocaba ser presidente, a conversar de qué forma podíamos buscar un marco de integración política en la región, cómo podíamos empezar a coordinar políticas de estado que nos tendieran a unir con justicia, igualdad e inclusión; políticas de profundo respeto a la libertad de expresión y a la expresión de los distintos sectores de la sociedad; políticas de profundo respeto a los derechos humanos y a la democracia, sustanciales.
Construcción regional
En los primeros momentos, cuando empezamos a construir en la región, tratamos de compatibilizar situaciones e historias diferentes. No fue fácil. Pero el primer éxito, bajo la presidencia de la Unasur de Michelle Bachelet, se logró cuando se solucionó el problema de Bolivia (crisis secesionista de los departamentos orientales, en 2008) y la Unasur cumplió su primer rol central y fundamental. La Unasur que ha logrado compatibilizar, sin renunciar a ningún objetivo, situaciones políticas e institucionales de ideologías distintas. ¿Y la convivencia? Nos ha tocado vivir situaciones diferentes donde siempre Unasur reaccionó férreamente en defensa de la democracia, como el caso de Honduras.
La filosofía principal de Unasur es el respeto pleno a la pluralidad democrática, a la voluntad soberana de los pueblos, a los derechos humanos y a la libertad de expresión, el apoyo en forma conjunta a políticas solidarias que tiendan a la inclusión social, la solidaridad permanente entre los pueblos y la actitud de integración hacia el mundo. Esto es una tarea central y esencial que la Unasur tiene que llevar adelante y que estamos absolutamente dispuestos a llevar adelante.
Crisis Colombia-Venezuela
Colombia y Venezuela son dos pueblos que pueden tener gobiernos de distinta corriente ideológica, pero que, en la síntesis, saben que la alternancia y la pluralidad democrática es una instancia que no debe alterar los procesos de integración bajo ningún aspecto. Si estos procesos de integración, o sus gobiernos, no tienen que ver con la realidad de sus pueblos, evidentemente la situación se complica y es una situación difícil. Pero cuando nosotros decimos y creemos que ambos países están dispuestos a trabajar por su integración comercial, por el respeto pleno a los derechos humanos, por el respeto pleno a la institucionalidad democrática, por el respeto pleno a la libertad de expresión y demás, dando todos los pasos necesarios para hacerlo, nos parece absolutamente importante transitar ese cambio, porque ese camino indudablemente es el camino de la paz, del crecimiento y de la construcción de una América Latina diferente.
Defensa de la democracia
Nosotros somos muy celosos defendiendo los intereses democráticos en la región porque nos tocó vivir situaciones muy difíciles. A eso se debe la postura que tuvo Unasur con respecto a la situación de Honduras, y es la misma que debe tener ante cualquier situación. La experiencia de Unasur es una experiencia inicial, que no intenta, bajo ningún aspecto, bloquear los acuerdos económicos y los desarrollos económicos que puedan llevar adelante pueblos como el Mercosur o el Pacto Andino. Va a intentar construir una gran síntesis política, vamos a intentar un solo gran parlamento. No queremos tener tres parlamentos: un parlamento del Mercosur, un parlamento andino y uno de la Unasur. Tenemos que llegar al gran parlamento de América Latina y creo que hay que acercar a México también a la región, porque su presencia sería muy importante para consolidar un marco de estabilidad importante, que tiene mucho que ver con muchas cuestiones de América Latina.
Preguntas
¿Es posible que a futuro exista una moneda única en Unasur para fortalecer la integración económica? Si así fuera, ¿se utilizaría alguna moneda ya existente en alguno de los países miembros o se crearía una moneda nueva?
Analicemos la crisis de la CEE. El tema de la moneda única. Creo que es muy difícil manejar una crisis internacional, o una crisis de la Comunidad Europea, como se dio, con el caso de una moneda única, cuando lo países no tienen los mismos sistemas y las mismas estructuras de funcionamiento. Creo que es muy difícil si no hay una estructura igual de funcionamiento, de costos, de políticas, de jubilaciones, de salud, de salarios mínimos y de salarios globales y de políticas de integración. Y, aparte, ¿cómo se hace para manejar un solo banco central? A mí me tocó la crisis de la Argentina. La diferencia de la crisis con la de Grecia, a favor de la Argentina, es que nosotros podíamos manejar nuestra moneda y nuestra política económica. Ahora si usted desde el banco central no tiene un instrumento para manejar su propia política económica, como le pasa a Grecia, la situación es difícil. Creo que el tema de la moneda única da para muchísimas discusiones, pero para poder aplicarlo habría que tener las mismas normas. Y, a la vez, ver cómo se soluciona también el manejo global de la política y los instrumentos económicos y monetarios, porque si no es absolutamente difícil.
¿Qué mecanismos de prevención tendría la Unasur para que sucesos históricos como el golpe de Honduras no se repitan en el futuro?
Con absoluta sinceridad, como siempre, creo que la profundización de la cultura democrática, el no aval a este tipo de procedimientos. Yo creo que, viendo lo que pasó en Honduras, viendo la muerte de diez periodistas, evidentemente el camino que se ha seguido ha sido horrendo. La reacción de la región fue muy buena. Hay algunas diferencias. Hay países que han hecho reconocimientos, aunque la mayoría no lo han hecho. Esperemos que Honduras, en su propia soberanía, pueda resolver democráticamente, dando igualdad de derechos a todo el mundo para que pueda haber un proceso democrático donde puedan estar todos, los que piensan igual y los que piensan diferente. Y en la región tenemos que hacer una cultura y una defensa de la democracia sin condicionamientos. La democracia no se negocia. Es una cuestión central. Los que cambian y ponen gobiernos son los pueblos. Pero la forma de consolidar la democracia es tener sistemas institucionales que tengan bien ordenadas a las corporaciones, bien ordenados los monopolios, sean mediáticos o no sean mediáticos. Porque la calidad de la democracia no sólo es votar, sino que se pueda ejercer y que se pueda vivir plenamente en democracia, y que no pueda haber gobiernos que estén condicionados por fuertes corporaciones o fuertes monopolios, como lamentablemente pasa todavía en la mayoría de los lugares de la región.
¿Qué puede decir sobre la destitución de Piedad Córdoba por la Procuraduría colombiana, sobre las FARC y sobre el presidente Santos?
La tarea de Piedad Córdoba es excelente. ¿Cómo se puede ayudar a Colombia a que cada vez pueda acercarse más a la región y demás? Sentándonos a conversar. A mí, en un primer momento, y probablemente si le preguntan al presidente Santos les dice lo mismo, me parecía imposible que pudiéramos conversar personas que tenemos visiones distintas. Hay que trabajar fuertemente, hay que contribuir a consolidar la democracia en Colombia, hay que contribuir a profundizar los derechos humanos en Colombia, esperemos que se pueda terminar con esta confrontación interna que hay, para que el pueblo se pueda expresar cada vez con más libertad y con más plenitud. Yo creo que la actitud que tienen las FARC no contribuye a la democratización de Colombia porque radicaliza, agudiza las contradicciones y les cierra el espacio a las fuerzas progresistas en Colombia, que podrían estar trabajando y construyendo mucho más con un crecimiento electoral muchísimo más grande… y sin embargo esa contradicción que genera la acción de las FARC les reduce el espacio y la capacidad de desarrollo generando temores y acciones que no debieran hacerse. Es un tema complicado.