Palabras a los militantes de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner luego del acto de presentación del proyecto «Bosques nativos» en la Galería de los Patriotas Latinoamericanos, en Casa Rosada. 29 de octubre de 2015
No saben mis queridos cuántas ganas tenía de hablar con ustedes. Primero, para agradecerles la militancia, el trabajo y también para felicitar a numerosos jóvenes, cuadros de nuestro movimiento que han llegado a ocupar intendencias en lo que consideramos una verdadera renovación generacional.
Quiero también pedirles a todos ustedes que redoblemos los esfuerzos, que las internas… Primero, no son tropa, son militantes, no se acostumbren al lenguaje de los dinosaurios, ustedes no son dinosaurios. Son militantes que tenemos y no quiero solamente en el día de hoy dirigirme a los jóvenes, quiero dirigirme además de ustedes como jóvenes militantes, que hoy se han congregado aquí, quiero dirigirme a cada ciudadano y que ustedes lleven el mensaje también a cada ciudadano, a cada casa de nuestro país para que sepan que tenemos que defender nuestros derechos, que a nosotros y que a ustedes, sobre todo que muchas veces los han acusado de venir a los actos a comer choripan, que después de todo no está tan mal porque el choripan está hecho para comer, el problema no es los que comen choripan, el problema es los que se comen el aparato de televisión y entonces los indigestan.
Porque hay que comenzar o continuar esa tarea militante casa por casa, dejando de lado cualquier diferencia de adentro o de afuera y a los mediocres que desde afuera y desde adentro intenten dividirnos, hagan como Ulises, átense al palo de la nave y sigan el viaje porque tenemos que seguir trabajando.
¿Qué nos pasa compañeros muchas veces en nuestras propias filas? Yo lo vi porque necesitan dividirnos, yo los vi en el 2009 cuando a alguien le hicieron creer que hasta podía ser presidente. No, no silben a nadie porque en realidad, si uno se pone a pensar es gente que tiene todo el derecho a querer y a querer ser. El tema es cómo los instrumentan desde afuera para dividirnos. Primero para debilitarnos intentaron debilitarnos de mil maneras, desde el Parlamento, con lock out patronales, con levantamientos policiales, con saqueos, con cosas que se armaban deliberadamente.
Hemos tenido la fortaleza y pese a todos los pronósticos apocalípticos, aquí estamos garantizando en un mundo que se cae a pedazos cada día que pasa, nuevos derechos a todos los argentinos. Y de eso se trata.
Siempre le hacen creer a alguno de los nuestros que si se aparta y hace otra cosa, puede llegar a grandes cosas. Después cuando no le sirve más, lo dejan de costado y van y como dice algún santacruceño, le ponen el banquito al que verdaderamente quieren que gane el ring.
Lo que no podemos nosotros como militantes y cuadros políticos, es el enroscarnos y el mirarnos el ombligo. Tenemos que mirar hacia afuera, tenemos que ir a sacar a ciudadanos y a cada vecino, no para hablar mal del adversario, no para hablar mal del otro, no necesitamos hablar mal de nadie, tenemos que contar todas y cada una de las cosas que hemos hecho en materia de derechos, de políticas. No quiero a ningún militante hablando mal del otro; lo quiero explicando y también explicándole a la gente que estas cosas no son magia, que estas cosas no se mantienen por que sí. Que si se cambian las políticas, que si como algunos dicen se deja atrás una política de industria nacional y defensa del trabajo argentino, no solamente obreros van a quedar sin trabajo.
Primero van a ser los obreros, después van a ser los vendedores en los comercios, porque cuando los obreros dejan de ganar plata, ya no pueden comprar nada en los comercios. Y además tampoco esta clase media, que alguna vez también dejó de ser clase media y que hoy es la clase media más poderosa de la Argentina, también puede volver a dejar de ser clase media porque ya les pasó. Cuando creyeron que era posible desarrollar un país sin que desde afuera factores exógenos y también internos intentaron hacer fracasar este proyecto nacional, popular y democrático.
Miren, no estamos en cualquier lugar, estamos en la Galería de los Patriotas Latinoamericanos y este fenómeno, que no es un fenómeno porque no es ni meteorológico ni místico, es una estrategia deliberada de los países centrales para que los países emergentes que hemos construido el bienestar de millones compatriotas suramericanos, volvamos a ser lo que alguna vez fuimos. Y tenemos que estar dispuestos todos los argentinos a defender lo que hemos logrado.
Por eso, no hace falta si un argentino que hoy tiene su casa, su vivienda, si algún científico que está en el CONICET que volvió de afuera o que hoy puede investigar porque le pagan un salario digno y tienen laboratorios dignos o un comerciante quiere defender este proyecto, no tiene que ir ningún local, yo les digo que vengan a nuestros locales. Júntense con sus vecinos en el living de sus casas, en la cocina, en el barrio y piensen un poco cómo estaban antes y que están en el mismo barrio porque a lo mejor tuvieron suerte y se pudieron ir a un country o a un barrio que antes no existía.
Por eso digo estas cosas, no son irreversibles argentinos, lo que es irreversible es la conciencia que hemos creado en millones de argentinos y especialmente en ustedes, los jóvenes. Esa conciencia es irreversible, pero de hechos económicos y sociales, el bienestar, el progreso, la situación social y económica de cada argentino no es irreversible. Puede cambiar, si también cambian las condiciones macroeconómicas y el proyecto político, social y económico que conduce al país.
Por eso se impone la reflexión y se impone fundamentalmente el trabajo y la militancia, el trabajo a todos los compañeros que están en los barrios, en las calles, en las fábricas, en las universidades y la reflexión al resto de los ciudadanos cómo estamos y qué país queremos. Esto es fundamental.
Por favor, olvidemos todas las otras cosas que son absolutamente secundarias y anecdóticas. Sepamos que la historia nos está convocando a defender un proyecto de país que ha transformado la Argentina a pesar de muchos y a favor de muchos más todavía. Porque inclusive, estamos ante la paradoja, ante la terrible e increíble paradoja de que tal vez los más beneficiados, los que más crecieron no se den cuanta y crean que solamente es producto de su propio esfuerzo. Esto no lo escribí yo, esto lo descubrió muchos años antes un gran pensador como fue don Arturo Jauretche o también otro gran intelectual como fue Enrique Santos Discépolo.
Por eso, quiero convocarlos, no solamente a ustedes sino a todos los argentinos, a un gran proceso de reflexión, a un gran proceso de reflexión nacional. No estamos en un partido de fútbol River-Boca, no estamos en una cuestión de oficialismo y oposición o si soy peronista o radical o socialista, estamos ante la disyuntiva de elegir un modelo de país. El barco necesita los 40 millones de argentinos adentro, con nuestras diferencias, con nuestras diversidades, con nuestras complejidades, pero lo que el barco necesita es que el motor siga andando porque si no, nos hundimos todos.
Y les pido a todos los compañeros, a los amigos, a los simpatizantes, a los adherentes, a los que por ahí nos miran un poco de costado, es cierto no somos iguales todos los que estamos adentro del movimiento, pero sin ser iguales en estos doce años, porque es imposible en un movimiento de esta vastedad que ha incorporado no solo peronistas, sino gente que no viene del peronismo, es imposible que todos seamos iguales o tengamos las mismas cosas, la misma forma de expresarnos. Lo importante son las políticas que se lleven adelante, los nombres no importan, importan las políticas que lleven adelante. Por eso, les pido a todos ustedes que cantan, “Néstor no se fue”, háganlo quedar, háganlo quedar porque él querría.
Y sepan además una cosa, para finalizar: yo el 10 de diciembre dejo de ser Presidenta de la Nación, pero siempre sepan por Dios, que voy a estar junto al pueblo cuando sea necesario, siempre. ¿Y saben por qué voy a estar? Porque para estar junto al pueblo, no hace falta estar sentada en ningún sillón de presidente; hay que estar en el corazón de todos y cada uno de ustedes, que es el mejor lugar en donde puedo estar.
Gracias compañeros, fuerza y a trabajar por la victoria.
Necesitamos que los distintos dirigentes responsables de las organizaciones, también organicen cursos de formación sobre política internacional, sobre historia internacional.
Ustedes se dieron cuenta que prácticamente, salvo cuestiones catastróficas o muy evidentes, parece como que la Argentina fuera un planeta solo en el mundo, que no existiera el resto, porque no hay una sola noticia internacional de nada, de las económicas ni hablemos.
Tenemos que prepararnos, tenemos que saber, porque al que no estudia, al que no sabe lo que pasa y cómo se fueron produciendo los acontecimientos, lo llevan de la nariz. Sobre todo, en un mundo, donde los medios de comunicación y, fundamentalmente también, las redes sociales han adquirido una gran importancia, el problema es la selectividad de la información.