He leído en los diarios críticas sobre los 3 proyectos de ley que mandamos de Defensa de la Competencia, de la modificación de la Ley de Abastecimiento, de la reglamentación del artículo 32 de la Constitución Nacional que establece la obligación por parte del Estado de dictar una ley de protección de usuarios y consumidores.
Primera cuestión: no es un bando lo que se ha firmado, simplemente he firmado un proyecto de ley que ha ido al Parlamento argentino. Con lo cual, todas las instituciones, tanto cámaras empresariales como asociaciones de consumidores, van a tener como siempre lo han tenido, todo el espacio en las cámaras, en el Senado y en la Cámara de Diputados ante los miembros del oficialismo, de la oposición “ma non troppo”, de poder discutir y modificar la ley. No hay ningún bando imponiéndole nada a nadie.
Pero también, es cierto que los usuarios y consumidores, tienen que tener protección.
Tiene que tener el usuario y el consumidor argentino instrumentos que lo protejan, porque es la relación más débil frente al comerciante o frente al supermercadista.
Te ponen el precio y vos decís “pero cómo puede ser si el kilo de tomates en el Mercado Central está a tanto y acá está 4 veces más”. Y vos no te podés ir a lo mejor al Mercado Central porque tenés que cuidar a los chicos, porque tenés que laburar o por lo que fuera, y tenés que por ahí pagar 4 veces algo que no vale 4 veces.
Esto es lo que queremos proteger y esto es en lo que queremos ayudar. No queremos fundir a ningún empresario. Lo que no queremos es que los empresarios nos fundan a los argentinos y que nos fundan a los usuarios y a los consumidores. Nada más que eso.