El CEPIS, que en 2016 logró el fallo de la Corte Suprema exigiendo el llamado a audiencias públicas, investigó el costo del gas en boca de pozo y llegó a la conclusión de que los incrementos no se basan en razón alguna.
La presentación judicial devela también el misterio mejor guardado por el Gobierno: el costo del gas en boca de pozo.
Según datos elaborados sobre la base de cifras brindadas por YPF a Wall Street, ese costo oscila en los 2 dólares. Muy lejos de los 6,80 dólares fijados por Aranguren para los usuarios.
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