Nota imperdible de Roberto Caballero en Tiempo Argentino, pags. 4 y 5 del día de hoy…
Debo confesar que el título me impactó. Pocas veces se puede expresar periodísticamente una realidad, con ese poder de síntesis y análisis. Si el título me impresionó, la bajada me inquietó.
Algunos párrafos del artículo plantean cuestiones insoslayables para las instituciones. En relación al “escándalo Fayt”…
“No son sus habilidades pasadas o el ritmo de su respiración lo que está en discusión. La pregunta que toda la ofendida tribuna republicanista no pudo dar por respondida en una larga semana de dimes y diretes es si Carlos Fayt entiende lo que firma o le hacen firmar, en este caso, un documento que lo ubica en un lugar cuando estaba en otro para consagrar a Lorenzetti como presidente reelecto por anticipado”…
“Por otra parte, reafirmar que está «lúcido» es una manera de ponerlo en duda. ¿O, acaso, los voceros del máximo tribunal deben salir también a decir que Lorenzetti, Highton de Nolasco y Maqueda están en pleno uso de sus facultades? No hay muchas personas que estén por cumplir un siglo de vida, y hay una sola de esa edad que integra la Corte Suprema. Su lucidez, por eso mismo, es materia opinable (…)”
“Estar vivo no es estar lúcido, y aun si Lorenzetti pudiera sentarlo –»exhibirlo» dijo Ambito Financiero, citando fuentes judiciales, como si se hablara de una cosa y no de un ser humano– en la reunión de acuerdos del martes próximo, no puede confundirse un balbuceo más o menos eficiente con la plenitud cognitiva que demanda el cargo. No es la Corte como institución la que está en problemas, exactamente. Tampoco Fayt, que después de entregar toda una vida al Derecho, hoy es manipulado con bastante malicia (…).”
“¿Hace falta un juicio político para constatarlo? Eso sería injusto con Fayt e imposible de ejecutar por parte del oficialismo, al que no le dan los números si todo esto se termina convirtiendo, como tantas otras cosas, en un Boca-River. Son los que se llenan la boca hablando de Fayt los que no deberían exponerlo a un escrutinio tan íntimo, y menos que menos, al despiadado juego de sus intereses personalísimos.”
“Si su cuerpo resiste, por lo tanto, las fuerzas oscuras que operan en su nombre lo harán votar lo que pretenden para satisfacer sus deseos.”
“Porque muertos Petracchi, Argibay y renunciado Raúl Zaffaroni, la Corte opera con cuatro miembros, cuando siempre lo hizo con más de cinco. Y del número de cuatro, uno de ellos, Fayt, está «vivo» y «lúcido», según su hija y su abogado, pero lejos de aportar su número par, contribuye al enigma desde un delicadísimo, por inverificable, estado de salud.”
“¿En qué condiciones? ¿Con qué presupuestos? ¿Bajo qué mecanismos funciona el máximo tribunal del país? Si Lorenzetti manifestó a La Voz del Interior que su rol es el de controlar al poder político, ¿quién o quiénes son los responsables de controlar lo que pasa en el Poder Judicial? ¿O no tiene controles?”
“En una de sus primeros actos de gobierno, en 2003, Néstor Kirchner impulsó la Corte diversa y plural que sepultó la mayoría automática menemista. Fue una decisión elogiada por todo el arco político y judicial.»
«Doce años después, Lorenzetti comanda una minoría automática que convirtió el máximo tribunal del país en trinchera del corporativismo judicial, baluarte de la lucha antipopulista. Por esa razón, lo apoyan la Sociedad Rural, la Asociación Empresaria Argentina, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos (…).”
“Todas estas ONG solidarias, cuya preocupación central es que haya una justicia que no sea, básicamente, redistributiva y democrática, firmaron el viernes un airado documento titulado «La Corte Suprema y sus autoridades, pilar de la República».”
“Es una realidad, los dueños suelen explicar mejor las virtudes del producto que sus propios empleados.”
Si la nota de Roberto Caballero constituye uno de los análisis más lúcidos en relación a la situación institucional del más alto Tribunal, y una investigación de importancia en relación al “quinto hombre” de la Corte, la editorial de Clarín del martes 24 de agosto de 1999 titulada “Preocupante fallo de la Corte Suprema”, es para el Guiness de la incoherencia…
En dicha editorial se critica el fallo de la Corte Suprema de entonces, conocido como “fallo Fayt”…
Por el cual se declaraba nulo el último párrafo del artículo 99 inc. 4to de la Constitución reformada en 1994…
¿Qué dijo Clarín en ese entonces? “la Corte Suprema de Justicia tomó una determinación que no registra antecedentes en nuestra historia institucional. La interpretación de la Corte beneficia a algunos magistrados y sienta un preocupante precedente.”
Criticaba que no se aplicara la cláusula de los 75 años a los jueces que ya estaban nombrados y dice textualmente que “(…) el caso que ha motivado la decisión de la Corte, esto es el del ministro Carlos Santiago Fayt, de 81 años.”
El final de la editorial, que no puedo menos que compartir sostiene: “El fallo de la Corte proyecta cierta imagen corporativa del Poder Judicial, además, su sentido contraría la voluntad política de los legisladores y de los constituyentes.”
Repito, por si alguien se distrajo. La frase en negrita no es mía, es de la editorial de Clarín… de 1999…
Hace 16 años. En ese entonces, el Dr. Fayt tenia 81 años y Clarín criticaba. En fin…