No es la colisión del deseo de los funcionarios con la realidad. Es una estrategia deliberada. En el gobierno de la propaganda lo que importa no es el mensaje que, como se ha podido observar promete, asegura, sentencia cualquier cosa sin la mínima rigurosidad, sino la intensidad con que se lo transmite para generar percepciones (que la situación está mejorando) en los agentes económicos (consumidores y empresarios). El análisis del panorama económico queda así sumergido en un discurso dominante de construcción de expectativas que va manipulando la interpretación general de un impactante ciclo económico, social y laboral regresivo. www.pagina12.com.ar