Cristina encabezó un acto en Casa Rosada por el aniversario de la muerte de Perón y anunció medidas para los damnificados por las inundaciones en las provincias de Misiones, Formosa, Chaco y Corrientes. Martes, 01 de Julio de 2014.
Buenos días, hoy estoy medio disfónica porque mi nieto, Néstor Iván, me contagió su laringitis, cosas de abuela. Pero antes de introducirnos en ese sentido homenaje a estos dos líderes populares del Siglo XX, creo que hay un primer homenaje de emergencia que tenemos que hacer, porque ellos representaron siempre los derechos de los damnificados, de los vulnerados, de los que necesitan ayuda. Precisamente en estos días las provincias hermanas de Corrientes, de Misiones, de Chaco, de Formosa, han sufrido inundaciones, han sufrido lluvias, por eso queremos anunciar beneficios para esas provincias, para barrios y sectores muy puntuales, porque afortunadamente no fue en la totalidad de las provincias, sino que fue en determinados departamentos, en ciudades y barrios que mañana seguramente, o esta tarde, el señor Director General de la ANSES va a establecer cuáles son esos barrios y esos requisitos, pero en definitiva lo que estamos anunciando es que para estos sectores se da un suplemento excepcional por única vez para los jubilados y pensionados, también para los veteranos de la Guerra de Malvinas y pensiones no contributivas de 5.514 pesos en dos cuotas.
También se duplica el monto de la Asignación Universal por Hijo y Asignación por Embarazo por el término de tres meses, pasando de 644 pesos por mes a 1.288 pesos por mes. Se duplica también la prestación por desempleo por tres meses y también las asignaciones familiares se duplican por tres meses, pasando de la categoría de 644 a 1.288, 432 a 6.600, van a informarlo posteriormente, y también se duplica el monto de PROGRESAR, que pasa de 600 a 1.200 pesos durante tres meses, y esto implica a más de 14.000 beneficiarios en las cuatro provincias argentinas.
Aparte de todo esto, estamos desarrollando una tarea muy articulada junto con las Fuerzas de Seguridad, con nuestras Fuerzas Armadas, con los gobiernos provinciales, con las municipalidades, con el Ministerio de Desarrollo Social, también con la Jefatura de Gabinete y con todas las áreas del gobierno que tienen que ver precisamente con ayudar a los damnificados, que no va a ser solamente esta ayuda ahora en la emergencia, sino también posteriormente en todo lo que sea infraestructura, fundamentalmente en vivienda que haya sido dañada.
Hoy 1º de julio, 1º de julio en que se cumplen exactamente 40 años -es un lugar común pero hay que decirlo- de la desaparición física del general Perón. Y también dentro de unos días, el 3 de julio para ser más precisos, se cumplirán 81 de la muerte de don Hipólito Yrigoyen.
Por esas casualidades también hoy, 1º de julio, moría o se suicidaba para ser más precisos, Leandro N. Alem, en el Club del Progreso. Recuerdo haber visitado ese club y está la mesa a la entrada todavía, donde se pegó el tiro o donde fue depositado su cuerpo luego de que se disparó un tiro.
Recuerdo el día de lo de Perón, porque estaba en mi casa estudiando en la cocina, con la televisión apagada, sola, no había nadie en casa, mi madre estaba trabajando, toda la familia estaba trabajando, y me llamó mi madre desde el Ministerio de Economía, donde ella trabajaba, llorando, para decirme: «se murió Perón». Inmediatamente dejé de estudiar, encendí el televisor y estaba hablando la vicepresidenta de la República ya en funciones de presidenta, Isabel Perón, comunicando que asumía la Jefatura de la Nación.
También dentro de dos días se va a cumplir, como digo, un aniversario más de la muerte de Yrigoyen. Yo quiero recordar a estos hombres que, como recién lo decía ese corto, los dos grandes líderes populares, una continuidad histórica y no voy a hablar ni de radicalismo ni de justicialismo, voy a hablar de yrigoyenismo y de peronismo, que no es lo mismo. Al que le gusta le gusta, y al que no también. Pero el yrigoyenismo es la defensa irrestricta de los intereses del pueblo y de la nación, y fue el peronismo con mayor profundidad, con mayor densidad el que siguió ese legado histórico. Y como si esto fuera poco, tuvo como un nexo, vasos comunicantes entre ambos movimientos que los constituyeron precisamente hombres yrigoyenistas como Arturo Jauretche, como Scalabrini Ortiz, que fundaron FORJA, Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina. En realidad fue debido a una frase de don Arturo Jauretche que decía que no hay que desanimarse pese a que parezca todo perdido, y cuando parece que todo se derrumba y que no queda nada, en realidad es un mundo nuevo que está naciendo, porque parece un taller de forja. En un taller de forja parece que el mundo se acaba, pero no es que se está acabando, sino que se está forjando uno nuevo. Y a partir de esa frase se utilizó la palabra forja como sigla, y estos radicales que se rebelaron contra lo que consideraban la traición del alvearismo, luego fueron el nexo histórico precisamente con el peronismo que surgió el 17 de octubre.
El otro día cuando estábamos en Rosario, yo decía por qué tenemos que recordar a los grandes hombres en el día de su muerte, y la verdad que Perón debió haber sido grande en serio, porque a Perón se lo recuerda mucho más el 17 de octubre que el 1º de julio. Y me parece que eso marca también lo que realmente son cortes históricos, políticos, sociales y fundamentalmente culturales. Porque en definitiva, los grandes cambios siempre son culturales. Ambos con muchas similitudes, ambos derrocados por golpes militares, ambos vilipendiados, denostados.
Yo quiero recordar algunas frases, no voy a hablar ni voy a decirlo yo, voy a recordar algunas frases como la de un hombre al cual no se le puede decir ni que sea K ni que sea radical ni que sea peronista. Quiero citarlo textualmente: «yo recuerdo que el presidente Yrigoyen fue el primer presidente argentino que defendió al pueblo, el primero que enfrentó a las fuerzas extranjeras y nacionales de la oligarquía para defender a su pueblo, y lo he visto caer, ignominiosamente por la calumnia y los rumores. Yo en esa época era un joven y estaba en contra de Yrigoyen, porque hasta a mí habían llegado los rumores, porque no había nadie que los desmintiera y dijera la verdad.» Estas son palabras de Félix Luna, a quien obviamente nadie podrá caracterizar como un historiador…, al contrario, es casi levantado por toda la historiografía del país como un historiador neutral frente a los grandes movimientos.
Perón también era muy joven cuando se produjo el golpe, y también él llevaba la carga de indirectamente haber participado en este derrocamiento de Yrigoyen. Y lo decía también de esta manera: «Nosotros», y se refería cuando decía nosotros a las Fuerzas Armadas, porque Perón era profunda y orgullosamente militar. No por nada, lo primero que recibió cuando retornó al país fueron sus palmas de general y pidió ser enterrado con su uniforme de general. Era profundamente general, era miembro del Ejército Nacional, se sentía soldado de la patria y por eso su historia también.
«Nosotros -decía Perón- sobrellevamos el peso de un error tremendo, nosotros contribuimos a reabrir en 1930 en el país la era de los cuartelazos victoriosos. El año 1930 para salvar al país del desorden y del desgobierno, no necesitábamos sacar a las tropas de los cuarteles y enseñar al ejército el peligroso camino de los golpes de Estado, pudimos dentro de la ley resolver la crisis. No lo hicimos, apartándonos de las grandes enseñanzas de los próceres conservadores, por precipitación, por incontinencia partidaria, por olvido de la experiencia histórica, por sensualidad de poder, y ahora está sufriendo el país las consecuencias de aquel precedente funesto.»
Dice Perón también: «Yrigoyen fue el primer presidente argentino que defendió al pueblo, y el primero que enfrentó a las fuerzas extranjeras y la oligarquía para defender a su pueblo. Y lo he visto caer ignominiosamente por la calumnia y los rumores. En fin, después de la revolución lo meten preso en Martín García. Después –esto dice Perón- cuando Yrigoyen murió todos decían pobre viejo y un millón de personas lo acompañaron al cementerio, un millón que faltó en la Plaza de Mayo el día que lo derrocaron.» Estas son frases de Perón citadas por Galasso.
Estos dos grandes líderes fueron hostigados por los grandes medios de comunicación y los intereses dominantes. Dice Perón: «como en 1916 contra Yrigoyen gobernante, se produce la coalición de todas las fuerzas de la extranjería ideológica, de izquierda a derecha, siempre en nombre de la libertad y contra la dictadura, y con la política del escándalo como gran instrumento en que coinciden parlamentarios, catedráticos y la prensa toda, desde Crítica a La Nación y a La Prensa». Citado por Galasso también en su obra. Cualquier semejanza con la realidad es pura casualidad, como dicen las leyendas.
Nosotros queremos recordar, era un día como hoy, un día que llovía torrencialmente, el día que murió Perón. Toda la gente también se lanzó a la calle, hay una foto inmortalizada de ese soldado –todavía había servicio militar obligatorio- que estaba haciendo el cordón por donde pasaba la cureña que llevaba su cuerpo, y se ve su rostro desfigurado por el llanto y el dolor. Seguramente no habían calado en él ninguna de las cosas que habían dicho de Perón, que estuvo acusado en la República Argentina hasta de estupro. Se los digo a los más jóvenes que tal vez no lo recuerden, desde haberse robado todo y tener cuentas en Suiza o no sé dónde, hasta de estupro, que para los que no saben es haber tenido relaciones sexuales con menores de edad, las chicas de la UES, de todo dijeron. No le faltó ningún ingrediente, pero ahí está, en la historia, y todos los que hablaron, de esos nombres no se acuerda nadie, no porque se los haya suprimido por ley, no se necesitó ley ni decreto para suprimir esos nombres, es la historia que sepulta a los mediocres y a los traidores a la patria fundamentalmente.
Hoy queremos también dar testimonio de que en la Ciudad de Buenos Aires, como Capital de todos los argentinos, haya una imagen de estos dos grandes líderes, y nos parece que el lugar donde debe estar es un lugar que casualmente me acabo de enterar antes de ingresar, me lo comentaba Oscar Parrilli, mi asesor en arquitectura, mi Miguel Angel Buonarotti -ahora van a decir «quiere ser papisa», no por Dios, en absoluto, Lucrecia Borgia sería, porque Buonarotti estaba en la época de los Borgia, mejor que no- que curiosamente los radicales parece ser que antes que se hiciera el obelisco tenían pensado en ese lugar un monumento, una estatua, un recordatorio a don Hipólito Yrigoyen. Nosotros pensamos en ese lugar, que se llama Plaza de la República, a mí personalmente me gustaría más que se llamara Plaza de la Nación, pero bueno, no importa. Vieron que en Estados Unidos hablan del discurso de la Nación, hay un concepto mucho más fuerte en nación, pero no vamos a entrar en una discusión semántica, hay cosas más importantes que discutir hoy en la Argentina y en el mundo. Lo cierto es que por esas casualidades parece ser que desde algunos sectores del radicalismo querían emplazar precisamente en ese lugar, en el centro de la República, un monumento, un recordatorio a Hipólito Yrigoyen. Nosotros queremos donar al gobierno de la Ciudad y vamos a pedirles a nuestros legisladores, de acá diviso a Juancito Cabandié, a Jorge Taiana, legislador de la Ciudad; voy a pedir a los granaderos que por favor descubran la maqueta de lo que va a ser el obelisco con la imagen similar a la que hemos ideado para el padre Mugica y también para don Hipólito Yrigoyen en uno y en otro extremo, como custodiando el legado histórico popular del Siglo XX. Este diseño tiene que ver también con la escala humana, porque normalmente los monumentos, como su nombre lo indica, monumentalistas, aunque parezca una redundancia, es como que alejan a la gente de sus próceres y sus grandes hombres y mujeres, y me parece que estas imágenes tan próximas a uno, tan próximas desde un auto, desde un transeúnte, le dan la verdadera dimensión a estos hombres.
Fueron hombres formidables, pero fueron hombres con virtudes y defectos, hombres normales, con un coraje especial y con responsabilidades muy especiales. Por eso hemos querido brindar este homenaje en el día de la fecha y le vamos a entregar esto al gobierno de la Ciudad para que si su Legislatura lo aprueba, que descuento que lo hará, con espíritu democrático, podamos brindarles homenaje a ellos, que fueron derrocados, como decíamos recién, por dos golpes militares.
Que también debemos decirlo, esa doctrina de 1930 fue convalidada por la Suprema Corte de Justicia, porque las cosas hay que decirlas por su nombre. Ustedes recuerdan que en el Bicentenario una de las carrozas era la Constitución en llamas, que era la que recordaba precisamente los golpes de Estado; era la Constitución en llamas, el sillón presidencial en llamas y la urna en llamas, y la balanza de la Justicia no estaba en llamas, estaba como oscura, porque en realidad fue el único poder que nunca sufrió ningún derrocamiento, que se fue sedimentando en capas y que fue lo que estableció como doctrina judicial que los golpes de Estado eran validos y legítimos en la República Argentina. No fueron los partidos políticos populares, no fuimos los políticos, tan denostados, tan vilipendiados, tan calumniados, fueron jueces, fueron fiscales, fue el Poder Judicial de la Nación el que convalidó la doctrina de los golpes de Estado. Esto es bueno recordarlo en todos los tiempos, porque siempre los que tenemos que revalidar títulos y lo hacemos legítimamente ante el pueblo somos quienes estamos en la primera magistratura o quienes ocupan sus bancas en las cámaras de diputados, de senadores, en los concejos deliberantes, en las intendencias, que validan sus títulos cada dos años o cada cuatro según dure su mandato, es el pueblo el que los elige y los pone. Esto no fue así siempre en la República Argentina y fue convalidado por el Poder Judicial, el único poder que se autogobierna y se autoelige también a partir de mecanismos que algún día deberán cambiar, porque las cosas…, no me tocará a mí, no le tocará al próximo, pero la historia es indetenible, avanza y los cambios estructurales y sociales tienen que verse reflejados en el conjunto de la sociedad, porque si no finalmente la sociedad termina focalizando adecuadamente dónde está la verdadera raíz de sus problemas. Tardará más o tardará menos, pero ese momento en definitiva siempre llega, y sobre todo cuando afortunadamente en la Argentina vivimos periodos de democracia, de institucionalidad como nunca antes se habían vivido en el Poder Legislativo y en el Poder Ejecutivo desde toda su historia.
Así que en este 1° de julio, donde recordamos a Juan Domingo Perón, donde recordamos a don Hipólito Yrigoyen como los dos grandes líderes populares del Siglo XX, como los dos grandes jefes de los movimientos, del movimiento nacional, que además si uno quiere ir un poquito más para atrás todavía, puede encontrarlo en la línea de lo que fue también la lucha entre unitarios y federales por tener un país diferente.
En unos días más, precisamente el 3, voy a estar en la hermana República del Paraguay. Ustedes saben que la República del Paraguay fue la nación más adelantada de toda la América del Sur, cuando nosotros no teníamos nada ellos tenían ferrocarriles, líneas telegráficas, industria, llegaron a tener un desarrollo industrial absoluto, coincidentemente la Guerra de la Triple Alianza comienza cuando termina la Guerra de Secesión en Estados Unidos y se decide la división internacional del trabajo. Bueno, el lugar que se le asignó a la América del Sur fue el de ser proveedora de materias primas, de recursos naturales, y algunos todavía intentan tal vez que ese sea el rol que le cabe a nuestra región, pero creo que tenemos hombres y mujeres, no solamente con responsabilidades de Estado sino millones y millones de compatriotas de la Patria Grande, que saben que otro destino es posible porque hay otra historia. Muchas gracias y muy buenos días a todos y todas.