Mientras Atenas se enfrenta a una creciente presión para llegar a un acuerdo con los prestamistas para evitar el caos financiero, un enojado pueblo griego siente el dolor del ajuste después de una recesión de seis años, con un desempleo de más del doble de la media de la zona euro.

El fotógrafo de Reuters Yannis Behrakis viajó desde Atenas hasta el noreste de Grecia y de vuelta a través de la región del Peloponeso en el sur, en busca de los restos de una industria griega otrora floreciente, que ha sufrido una caída del 30 por ciento de su pico de producción.

Cuando yo era un niño la palabra «ergostasiarchis» (industrial) era más un título aristocrático que una descripción de un hombre de negocios, recuerda Behrakis.

Recuerdo que se hablaba de la fábrica como tan afín al camino de la cuna de Grecia para el mundo moderno y la prosperidad. Si hay fábricas, los ancianos solían decir, la gente puede trabajar y apoyar a la economía local, sin necesidad de salir de la patria en busca de trabajo en el extranjero.

Todos estos pensamientos rebotaban en mi mente mientras conducía hacia el norte buscando documentar la desindustrialización de Grecia. Cientos de fábricas han cerrado en los últimos tres decenios por una serie de razones, pero la reciente crisis financiera se ha convertido en la tumba de la era industrial de Grecia.

En mi viaje de 2500 kilometros por Grecia fui testigo de la triste realidad de la otrora floreciente industria griega.

Cerca de la ciudad de Larissa, al sur del monte Olimpo, visité una fábrica que una vez produjo textiles, sólo para presenciar puertas oxidadas y signos de ocupantes ilegales que viven en el otrora próspero negocio.

En una hoja de polvo de vidrio junto a un sillón de cuero en el interior de la oficina de un gerente, alguien había escrito: «Por favor, ayuda». Mientras conducía hacia el norte en dirección al nevado Monte Olimpo, con varias estructuras industriales abandonadas tumbadas a sus pies, no podía dejar de pensar en los doce dioses de la antigua Grecia que una vez vivieron en la parte superior de la legendaria montaña nevada.

En Tesalónica, la segunda ciudad más grande de Grecia, una enorme fábrica de madera fue devastada por los saqueadores y el clima, mientras que otra fábrica en la zona industrial de la ciudad parecía una escena de la película post-apocalipsis «I Am Legend», protagonizada por Will Smith.

Mientras conducía por las fábricas cerradas en torno a la zona industrial de Tesalónica, entré en una enorme estructura que se veía en forma relativamente buena pero estaba claramente desierta. Entré y encontré con un árbol de Navidad artificial decorado todavía tendido en el suelo de un enorme depósito. Pocos pasos detrás, una caja fuerte cerrada junto a un calendario de pared de 2011. La escena hizo que un escalofrío por mi espalda: era como si el mundo en ese lugar había terminado.

En el noreste de Grecia, visité varias fábricas, la mayoría de ellas saqueadas y desiertas. En uno de ellas, certificados de bonos de la década de 1990 yacían en el suelo al lado de cáscaras de nuez y semillas secas.

En otro edificio fuera de la ciudad de Xanthi, en la frontera norte con Bulgaria, un inmigrante que una vez había vivido allí, dando su nombre como Abdi, había escrito los nombres de las ciudades alemanas en el suelo junto a algunos hermosos grafitis de artistas locales.

En mi camino de regreso a Atenas, antes de conducir hacia el sur hasta la región del Peloponeso, me detuve en la zona industrial de Tebas, una pequeña ciudad al norte de Atenas, en una de las zonas de influencia industrial de Grecia. Caminé a través de caminos de tierra en la llanura Sterea Ellas, en el centro de Grecia, en busca de uno de los centros de producción famosos del país, la mega fábrica de electrodomésticos Izola, cerrada desde hace mucho tiempo.

Más tarde ese día detuve el coche para fotografiar la fábrica Izola, un símbolo de los tristes restos de la moribunda era industrial de Grecia, y mientras el sol estaba a punto de ponerse, la luz naranja-amarillo cálida daba una belleza inesperada a la estructura en la distancia.

Mi última parada fue Elefsina, cerca de Atenas, donde visité una enorme fábrica de aceite de cocina que se cerró en la década de 1990. Una bandera griega desaliñada colgaba sobre la puerta oxidada junto a una valla destruida.

Dimitrios, un jubilado que vivía en una humilde casa justo enfrente de la fábrica, dijo que tomó la bandera de la planta de la fábrica y la puso sobre la puerta porque se sentía avergonzado de dejarla tirada. Un marca tarjetas con más de 300 ranuras para tarjetas de los trabajadores se había detenido a las 9 am una mañana de 1996.

Un letrero de mármol roto con la palabra “Oficina del Contador” se encuentra en el piso de una fábrica de mármol abandonada que cerró en 2006 cerca de la ciudad de Larissa

Un libro contable en el piso de las oficinas de administración de una fábrica de mármol abandonada cerca de Larissa.

Fardos de hilo de algodón apiladas en una fábrica de telas que cerró en el 2000 cerca de Larissa.

La luz se filtra dentro del sótano de una fábrica textil abandonada que cerró en 1995 cerca de Larissa.

Basura esparcida en el piso de una fábrica textil abandonada que cerró en 1995.

Engranajes de una máquina ociosa dentro de una fábrica de leche abandonada que cerró a finales de los 80 en Larissa.

El portón de una fábrica textil abandonada que cerró en 1995 oxidado por falta de uso.

Un silo desmantelado a la intemperie en una fábrica de aceite de cocina abandonada que cerró en 1996 cerca de Elefsina.

Una vieja fotografía en una fábrica abandonada de aceite de cocina que cerró en 1996 en Elefsina muestra al edificio en días mejores.

Las sillas se encuentran entre los elementos dejados en una fábrica de comida que cerró en 2009 cerca del pueblo de Xanthi.

Archivos y documentos esparcidos en un cuarto de una fábrica de frutos secos abandonada que cerró en 1995 cerca de Xanthi.

Los restos de una lámpara de techo en una fábrica de empaque de frutas abandonada que cerró a finales de los 90 cerca de Xanthi.

Faltan las ventanas de una fábrica textil abandonada que cerró en 1995 cerca de Larissa.

El techo derrumbado de una fábrica de metal y escombros en la zona industrial de Sindos cerca de pueblo de Tesalónica.

Un cartel destruido en una fábrica textil que cerró en 2003 en el pueblo de Thebes.

El nombre de una compañía permanece en una fábrica de acero que cerró en 2013 en Tesalónica.

La boleta de agua en la puerta de una fábrica de ropa que cerró en 2013 en la zona industrial de Sindos en Tesalónica.

Una fábrica abandonada sufre daños por la falta de uso en la zona industrial de Thebes.

Una fábrica está rodeada por pastizales en la zona industrial de Thebes.

Una construcción metálica abandonada cerca de las colinas en Larissa.