Cuando vos rediseñás la economía, rediseñás la sociedad, en definitiva. Ese titular del diario Tiempo no es únicamente “a ver, vamos a transferir tantos miles de millones de pesos al sector primario”. Esos miles de millones que vos transferiste al sector primario los dejó de percibir otro sector, por ejemplo el industrial, el comercial, el de consumo.
Entonces vas a una reprimarización. Si hay menos industrias y hay menos comercios, va a haber menos trabajo registrado, va a haber mayor desocupación.
Es el rediseño de una sociedad, que nosotros la queríamos industrial, capitalista, consumiendo, y bueno, ahora parece que lo que hay que reducir es el consumo, porque molesta el consumo y porque además muchas veces ese modelo de sociedad necesita precarización laboral. Con una desocupación como teníamos nosotros de 5,9 -que fue el registro más bajo que alcanzamos- es evidente que es muy difícil negociar salarios a la baja.
Hay sectores que piensan que los sectores primarios son los que impulsan y dinamizan la economía y que no es el sector industrial, que no es el sector comercial, que no es el sector científico generando con nuevas tecnologías mayores puestos de trabajo y mejor calificados.
Me parece que hay un modelo de país que me huele más a un modelo antiguo donde hay que tener muchos saldos exportables, un modelo agroexportador fundamentalmente, entonces cuanto menos consumo interno haya, mejor, porque puedo exportar más trigo a precio internacional porque acá no me lo van a poder pagar a ese precio.
Es un modelo, son ideas que estamos viendo los resultados. Pero creo que vamos a una sociedad con mayores posibilidades de hambre, con mayores posibilidades de incremento de la pobreza, con mayor grado de desocupación y precarización laboral.