Muchas gracias. Bueno, buenas tardes, casi buenas noches, a todos y todas. La verdad que esta creo que es la tercera vez que hablo desde el 10 de diciembre, el 10 de diciembre hablamos en la plaza el año pasado, el otro día en la ESMA, cortito, y ahora.
Escuchaba a Axel y también a Máximo y a Sergio hablar de la pandemia y la verdad es que mi generación, y casi todo el siglo XX, pensamos que el cataclismo y el mundo patas para arriba iba a venir a partir de una guerra, cuántas veces escuchamos el tema de apretar aquel famoso botón, el teléfono rojo, etcétera.
La verdad es que, hasta Einstein dijo que la tercera guerra mundial, o la cuarta, dijo que iba a ser con flechas y piedras. Nadie, absolutamente nadie, nunca imaginó esto. El mundo patas para arriba, todas las economías patas para arriba. Dirigentes internacionales, líderes internacionales de las primera potencias, que tenían la vaca atada y la reelección asegurada, chau, chau.
Que algunos o algunas pretendan seguir analizando lo que pasa sin reparar tan solo un instante cuando hacen esos sesudos análisis en medios, tabloides, la verdad que revela, creo que una falta de perspectiva histórica, fundamentalmente.
Y creo que los dos desafíos más grandes que vamos a tener en este año que empieza, además claro de la vacuna, como recién decía Axel un formidable plan de vacunación, pero creo que el desafío por venir, el primero, vamos a tener que repensar todo nuestro sistema de salud en la República Argentina, que es donde tenemos responsabilidades nosotros.
Porque aquella pandemia que hablan de la gripe española tardó 100 años ahora en venir esto, pero dicen los que saben y las características del mundo nos hacen pensar que tal vez, aquella frecuencia sistémica de siglo, esto no se va a volver a repetir, y dicen los que saben, que tal vez vengan otras pandemias.
Por lo tanto, creo que, y rescatando lo que se hizo contra reloj, como siempre digo, desde marzo, no estamos hablando de tiempos de dos, tres, cuatro años para armar algo, no no, Marzo, después de la pandemia macrista, el coronavirus y tuvimos que salir corriendo, literalmente, a armar hospitales, a inaugurar los que habían sido suspendidos aun faltando un 5 o 7 % cuando finalizamos nuestro Gobierno, allá por el 9 de diciembre del 2015.
Yo también tuve mucho miedo, lo charlábamos mucho con Axel, con Alberto, pero fundamentalmente con Axel, porque como él recién lo decía, el conurbano tenía todos los números, para una catástrofe sanitaria sin precedentes. No canto victoria, no quiero ser pájaro de mal agüero, hay que seguir con la guardia en alto y seguir laburando y poniendo mucho dinero en todo el sistema de salud.
Pero me parece que tenemos que empezar a repensar un nuevo concepto de salud en la República Argentina. Miren, nuestro país debe ser, de toda Latinoamérica, el que más recursos humanos, tecnológicos, el que más inversiones tiene en materia de salud. Lo que pasa es que la tenemos dividida en tres sistemas, el público, el privado, el de las obras sociales. buenos vamos a tener que empezar a repensar un sistema nacional integrado de salud en el que podamos articular todo esto para hacer un uso más eficiente de lo que hay en Argentina.
Recuerdo cuando se discutía en la Cámara de Diputados la finalización de los privilegios y de los fondos mal otorgados a CABA, que un legislador de la oposición, para fundamentar que eso estaba mal, decía que de cada diez porteños solamente tres ocupan los hospitales públicos en la Ciudad de Buenos Aires, y entonces, el señor Presidente del bloque de Diputados cuando le tocó cerrar aquel debate dijo lo obvio: “Bueno, si solamente tres porteños utilizan los hospitales públicos, quiere decir que esos hospitales tendrían que estar en otra parte”. Obviamente, es de pura lógica.
Porque realmente tenemos que repensar, no solamente en el sistema sanitario, pero creo que es ahí donde urge un diseño de país que olvide esa concentración tan injusta, pero además de injusta, tan ineficiente económicamente para los que les gusta hablar de economía y costos. Es muy ineficiente en términos de asignación de recursos.
Entonces creo que debemos abordar esta tarea, que no quiere decir no contemplar los intereses de privados, simplemente que, tratándose de la salud, el Estado que es el responsable de garantizarles a los argentinos y argentinas la salud, tiene que pensar y rediseñar desde un compromiso con el conjunto de la población un nuevo sistema sanitario.
Y se me ocurre también, no quiero ocupar demasiado tiempo, porque tiene que hablar Alberto todavía, que el otro gran desafío también obviamente va a ser la economía. Sergio decía muy bien que la economía va a crecer en el 21, pero, ojo, yo no quiero que ese crecimiento se lo queden tres o cuatro vivos nada más.
Para esto, me parece que hay que alinear una tarea fundamental durante el año que viene, va a ser alinear salarios, y jubilaciones obviamente, precios, sobre todo los de los alimentos, y tarifas. Porque miren, la Argentina es ese extraño lugar donde mueren las teorías económicas, digo yo, y la verdad es que aquí la actividad económica la mueve la demanda. El 65 o 70% de la actividad económica se da a través de la demanda y la demanda no hay otra manera de hacerla que a través de salarios y jubilaciones, y con precios de alimentos accesibles. No estoy diciendo nada que no se pueda hacer, doce años y medio en la República Argentina lo hicimos y por eso, además de por la unidad, volvimos.
No nos olvidemos nunca de esto, porque si uno no sabe cómo llegó, es probable que tampoco sepa tampoco cómo ir. Entonces, tenemos que, siempre digo una cosa, miren, Fíjense, Axel debe ser el primer ministro de Economía, piénsenlo, debe ser el primer ministro de Economía de la República Argentina que gana una elección tan importante como la de PBA. Nunca, todos los que intentaron fracasaron. ¿Saben por qué? Porque hay una memoria de la sociedad. Hubo una unidad fundamental, pero si hubiéramos estado todos juntos y la gente hubiera vivido mal los doce años, tampoco nos hubieran votado. Sí lograron rompieron la unidad que no nos votaran pese a doce años y medio de gobierno en donde mejoró la participación de los trabajadores como las viejas épocas peronistas, donde habíamos logrado la mejor jubilación de toda Latinoamérica, con la mayor inclusión previsional, más del 90% de los adultos mayores habían logrado, lograron, recibir una pensión o una jubilación. También por las moratorias, que fueron duramente criticadas.
No me voy a detener en lo que entregaron, lo que pasó porque ya todos lo sabemos. Pero creo que es necesario que pongamos mucho esfuerzo el año que viene para que los precios de los alimentos, los salarios, las tarifas, vuelvan a alinearse en un círculo virtuoso que permita aumentar la demanda y la actividad económica. Es vital. Yo sé que cuesta. Hay muchos intereses y es difícil. Todavía Axel y Augusto Costa, dónde está, tienen causas penales por los ROE. ¿Se acuerdan? Para los que no saben, los ROE eran los cupos de exportación. Porque, claro, los argentinos podían comer carne no solamente porque tenían salario, sino porque cuidábamos la mesa de los argentinos tomando medidas que algunos sectores les parecen antipática y sabemos que cuando a los poderosos las cosas les parecen antipáticas, intervencionistas o comunistas, cuando no nos pueden parar ni en el Senado ni en Diputados, se van a los juzgados.
Ojo, que nadie se engañe. El famoso lawfare no es solamente para estigmatizar a los dirigentes populares. Es para disciplinar a los políticos. Para que nadie se anime a hacer lo que tiene que hacer y tenga el miedo de firmar, decidir o autorizar.
Pero, bueno, podría hablar del Dólar Futuro. En cualquier momento vamos a juicio oral el gobernador, el presidente del Banco Central, tu presidente Alberto y tu vicepresidenta increíble, sí se puede explicar. Lo más notable de todo es que los que se llevaron la diferencia del dólar futuro no fueron ni Axel, Cristina, Pesce, sino todos los macristas. A ellos lo sobreseyeron, a nosotros nos procesaron.
Algunos dicen que el lawfare es una construcción para justificar no sé qué cosa. Es para disciplinar.
Por eso le digo a todos y a todas. Todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, por favor, hay otras ocupaciones además de ser ministros, legisladores, vayan a buscar otro laburo. Necesitamos gente que los sillones que ocupe de ministros, legisladores, sean para defender, definitivamente los intereses del pueblo. Muchas gracias compañeros y compañeras. Los abrazo mucho y fuerza, lo vamos a lograr. Lo hicimos y lo vamos a volver a hacer”.