Arsenal de Sarandí, Provincia de Buenos Aires, 14 de agosto de 2017.
Hola. Gracias.
La verdad quiero contarles que tenía pensado hablar como normalmente pasa en todas las elecciones, o por lo menos hasta esta elección pasaba en nuestro país, hablar a las 10, 11 de la noche que es cuando siempre se conocen los resultados. Y entonces pensaba que iba a tener que darle las gracias a todos los ciudadanos y las ciudadanas que hoy fueron a cumplir con su deber cívico; no importa a quién hayan votado, lo importante es que fueron a hacerlo. También pensé que iba a tener que darle las gracias a los cientos y cientos, miles y miles de hombres y mujeres que desde las 8 de la mañana, ya sea como autoridades de mesa o como fiscales de los distintos partidos políticos estuvieron custodiando el acto electoral. También pensé que iba a tener que darle las gracias a los trabajadores de prensa que habían cubierto el evento también desde muy temprano en la mañana. Pero nunca, se los juro de corazón, nunca pensé que iba a tener que pedirle perdón a todos los argentinos y a todas las argentinas por este bochorno que hoy hemos vivido aquí en nuestro país.
Miren, les cuento algo, desde el advenimiento de la democracia, allá por octubre del ’83, siempre participé, como también lo hacía antes en política, pero de otra manera: a partir del advenimiento de la democracia la primera tarea que me tocó fue ser fiscal general en un colegio, cuando ganaron ustedes, Leopoldo. Y después seguí participando, fui fiscal, después fui Diputada Provincial. Pero lo que hoy vivimos no lo vi nunca en ninguna elección, ni como fiscal, ni como candidata, ni como autoridad con responsabilidad institucional. Porque bueno es recordar que desde el año 2003 al 2015, cuando tuvimos responsabilidades institucionales, nos tocó organizar, fiscalizar y sobre todo garantizar elección y escrutinio de tres elecciones presidenciales y tres parlamentarias, una de ellas inclusive la que le tocó perder al mejor presidente, al que sacó a la Argentina de las ruinas en el año 2003, que perdió las elecciones por 2 puntos aquí también en la Provincia de Buenos Aires, y como corresponde a todo hombre de la democracia, a toda mujer de la democracia, reconoció inmediatamente su derrota frente a un candidato que no sé si hoy todavía vive en el país o no, no importa.
Pero esto que hemos vivido hoy, esto de montar un show para que salga en el horario prime time de la televisión como si se tratara de un timbreo o de subirse a un colectivo para simular algo, es por sobre todas las cosas una ofensa a la democracia y a todos los ciudadanos y ciudadanas que hoy fueron leal y honestamente a depositar su voto y lo que al menos se merecían era conocer cuál era el resultado de las elecciones en la Provincia de Buenos Aires. Y el resultado en las elecciones parlamentarias de la Provincia de Buenos Aires es que hemos ganado las elecciones Unidad Ciudadana.
Quiero decirles algo también, porque es lo que siento, lo que pienso y lo que creo: estas elecciones no las ganó ni Cristina ni ninguno de los candidatos de Unidad Ciudadana, estas elecciones las ganaron todos estos hombres y mujeres que nos están acompañando; la ganó Moni, filetera de la ciudad de Mar del Plata que hoy está sin trabajo; la ganó Camila, presidenta del centro de estudiantes de una importante y tradicional escuela pública de Quilmes; la ganó María, del centro de jubilados de Lomas de Zamora; María, del comedor Monte del Milagro de una popular barriada de Quilmes; esta chiquita campeona de La Matanza, taekwondo, cuarto dan, cinturón negro, y además estudia Administración de Comercio Exterior en la UNLAM; Sharif, presidente de centro de estudiantes de la escuela pública en Lomas de Zamora; Maia, ingeniera química, 30 años, medalla de honor, echada de Fabricaciones Militares; Gabriel, el panadero santiagueño; mi agricultor boliviano que estudia Ciencias Agracias en la UNLP; Walter, echado de Atucha; Elena, ella dirige un hogar de niños con capacidades diferentes en La Matanza, gracias Elena; Víctor, del club de barrio de San Francisco Solano.
Ellos y ellas son los que ganaron esta elección, nosotros solamente su voz y su vehículo, y también el compromiso que siento que tenemos que tener de afianzar este primer paso que dimos para construir esta nueva mayoría que está necesitando el pueblo argentino y que hoy se expresó muy claramente. De cada 3 ciudadanos y ciudadanas, 2 le dijeron NO al ajuste. Ese ajuste que por ahí quieren disfrazar con la palabra cambio, o reforma, y que todos sabemos que es el más brutal ajuste. Y creo que este es el gran compromiso: vamos a pedirle al gobierno que escuche lo que las urnas han expresado, que cambie el rumbo económico, que es necesario que escuchen, porque la realidad siempre termina aflorando. Podrá no aparecer en la tapa de los diarios, podrá tal vez no ser protagonista cotidiana de todos los programas de televisión, pero la realidad cuando es tan grave y tan lacerante, siempre aflora.
Decimos que el gobierno debe escuchar esta voz, debe escucharla y cambiar ese rumbo con 4 pilares fundamentales, ni siquiera estamos demasiado sofisticados a la hora de pedir cambio de rumbo, queremos simplemente que se pare de destruir trabajo y queremos que se genere más y mejor trabajo, queremos que ningún argentino se acueste pensando que al otro día cuando vaya a la fábrica o al taller se va a encontrar con la persiana baja y un aviso, no es tanto; queremos pedir que los que hasta hace un año comían todos los días puedan seguir haciéndolo; queremos que los mayores que tenían cubiertos sus medicamentos al 100% vuelvan a tenerlos; y que por favor revisen esas tarifas porque la gente no las puede pagar, tienen que hacer una revisión tarifaria. Miren qué 4 pilares, cosas sencillas de solucionar, no estamos pidiendo que nos develen el misterio de las pirámides ni que descubran la fórmula de la Coca-Cola. Es simpe y sencillo y sabemos que no pueden esperar hasta octubre, que es necesario comenzarlo ahora, y nosotros estamos dispuestos a aportar nuestras ideas, nuestro trabajo y nuestro esfuerzo, porque nunca pensamos en otra cosa que no sea el bienestar de nuestro pueblo y de nuestro país.
Gabriel, con esa picardía que siempre lo caracteriza, me dice: el bolsillo no miente. No claro, qué va a mentir, es imposible engañar al bolsillo.
Por eso quería pedirles perdón por esto de hoy, esta manipulación, esta cosa… Son las 4 de la mañana, ¿y piensan que de esta manera van a ver a la Argentina como un país seguro? Creo que es un inmenso papelón internacional, y que además no se limita únicamente a Buenos Aires, está sucediendo lo mismo en Santa Fe, donde un compañero nuestro, Agustín Rossi está a 0,8% y todavía falta que ingresen el 17% de las mesas de Rosario. Yo solamente les pido una reflexión: ¿ustedes se imaginan si esto o algo parecido hubiera sucedido teniendo nosotros la responsabilidad de gestionar, garantizar, fiscalizar y organizar una elección? Dios mío. De hecho denunciaron tantas veces cosas que después no sucedieron.
Yo creo que por ahí le pasa a la gente cuando se acostumbra a que hace algo mal y los que tienen que señalárselo o mostrarlo lo tapan, lo blindan, creen finalmente que son impunes y pueden hacer cualquier cosa. Pero se puede hacer cualquier cosa durante algún tiempo, pero no se puede hacer cualquier cosa todo el tiempo, porque finalmente pasan episodios como el de hoy.
Yo quiero decir que quienes estamos aquí en nombre de Unidad Ciudadana, una fuerza que empezó aquí en Arsenal el 20 de junio, la pensamos como un espacio que integrado por hombres y mujeres de distintos partidos políticos generaran una fuerza política, un movimiento donde pudieran expresarse todos los ciudadanos, independientemente de su identidad ideológica. Lo dije aquella tarde del 20 de junio. Y también inaugurar una nueva forma de comunicación que es la que hicimos en Arsenal y seguimos haciendo con reuniones, cientos de reuniones en todo el territorio, todos los candidatos y candidatas desplegadas, no hablando nosotros, porque cuando estás en la televisión, lo convencional, es la gente la que tiene que escuchar a los políticos. La situación y la demanda que nosotros sentíamos de la sociedad era que la sociedad quería ser escuchada, que ya había escuchado durante mucho tiempo, le habían prometido todo, el cambio, el oro y el moro, y ahora ellos querían hablar, y nosotros les pusimos el oído, los ojos, el cuerpo y la voluntad de escuchar eso. E inauguramos también una forma de conectividad que no es la convencional, en donde el que fija la agenda no es el político ni un conductor televisivo, es la persona que está teniendo problemas.
Y en virtud de estas dos ideas centrales, la de una fuerza que expresara algo nuevo y que además se conectara también con la sociedad desde una forma nueva, es que lo que comenzamos a hablar y a plantear que así no se puede seguir, que es necesario cambiar el rumbo económico, que el principal problema que hoy tenemos los argentinos es la economía, que había que ponerle un límite y un freno al gobierno para parar el ajuste, finalmente terminó siendo bandera no solamente de Unidad Ciudadana sino también discurso de todas las fuerzas políticas desde la izquierda hasta el centro.
Por supuesto que queríamos también como pasó hoy ganar las elecciones, pero si ustedes me preguntaran a mí qué es lo que más valoro de todo lo que hemos logrado como Unidad Ciudadana es que precisamente el contenido, el marco, lo importante, el debate, la agenda central fue la de Unidad Ciudadana: límites para el ajuste, parar al gobierno. Y el gobierno tiene que escuchar porque así lo ha expresado no los candidatos de Unidad Ciudadana sino la sociedad.
Yo quiero decirles que, más allá del destrato personal que sufro a diario desde las más altas autoridades de la Nación, no me van a hacer torcer el camino. Quiero decirles que además hablaría muy mal de mí que rasgos personales o personalistas pudieran torcer el rumbo de lo que tenemos que hacer que es representar los intereses de todos ellos y todas ellas. Ese es nuestro camino y no nos van a desviar de él. Tal vez pensaron que esta noche nos íbamos a ir a dormir, pero no, nosotros no somos vagos, no nos vamos a dormir, nosotros nos quedamos porque nunca dejamos el trabajo a medias, nos gusta trabajar, es lo que mejor hacemos. Pero sinceramente es necesario que el gobierno escuche, le pedimos sólo eso, que escuche, no que nos escuche a nosotros, que escuche la voz de la sociedad que se ha expresado en las urnas.
Algo más que lo que ha pasado hoy en lo electoral empaña definitivamente este momento de la Historia. Este domingo debió haber podido votar si así lo hubiera querido, en 25 de Mayo, Provincia de Buenos Aires, un joven llamado Santiago Maldonado. Y ese joven, con cuya familia por supuesto nos solidarizamos, sigue sin aparecer. Y junto a la solidaridad para la familia también queremos expresar una vez más nuestro reclamo al gobierno para que Santiago aparezca con vida. Milagro Sala aún presa, también, sin cumplimentarse lo resuelto por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La verdad que presos políticos y desaparecidos, eso sí que nunca me lo hubiera imaginado.
Necesitamos imperiosamente que esta democracia no solo garantice la dignidad del trabajo, la dignidad del plato de comida, la dignidad de los remedios para los mayores, la dignidad de que la gente no se muera de frío o ande a oscuras porque no sabe cuánto le va a venir de factura a fin de mes. Además de la dignidad que hace también a las cuestiones económicas, no vamos a permitir ni vamos a tolerar que también nos quieran quitar la libertad. Porque todos los ciudadanos y todas las ciudadanas deben tener garantizado mínimamente esto. Los argentinos hemos transitado por momentos muy difíciles, muy trágicos, muy terribles, cuyas heridas todavía no se cierran. Necesitamos que esto sea comprendido y tienen que entender más allá de que pueda no gustarles la historia de los partidos a los cuales pertenecemos algunos, que un país no se puede gobernar enfrentando a unos con otros, no se puede gobernar así, los argentinos no nos merecemos esto. Y esto no significa no discutir, no hay que tenerle temor a la discusión, al debate, es parte de la democracia, hace que uno se sienta vivo, no hablo de eso, estoy hablando del enfrentamiento, el odio, la estigmatización del otro.
Y acá Gabriel me dice: divide y reinarás. Yo no quiero vivir en una monarquía, yo vivo en una democracia y quiero que todos los que tienen responsabilidades institucionales así lo sientan. Por eso no quiero mantenerlos en vilo y de pie. Quiero agradecerles mucho el estar acá, quiero agradecerle a todos los argentinos y las argentinas que hoy han ido a las urnas, quiero agradecerle a todos los ciudadanos y ciudadanas que han apoyado a Unidad Ciudadana, ellos son lo que ustedes votaron, nosotros solamente el vehículo.
Espero por la democracia, por la Argentina, por nuestra imagen como país, que mañana alguien del gobierno pueda explicar qué es lo que ha pasado hoy porque no nos merecíamos una cosa así, nadie.
Yo los convoco a todos y a todas a construir esa mayoría que ponga un límite y un freno a tanto ajuste. Hoy se ha expresado en distintos espacios, es necesario construir esa mayoría en defensa propia, porque estoy absolutamente convencida que hoy 2 de cada 3 argentinos, 2 de cada 3 ciudadanos de la Provincia de Buenos Aires no han votado por candidatos, han votado en defensa propia. Hay que unificar esa defensa propia y darle fuerza.
Muchas gracias y una vez más, perdón. Gracias.
