Con el mismo derecho, con la misma aceptación que tengo respecto de cada palabra que se vierte sobre mi persona, sobre cada información o sobre cada opinión que se vierte en la red sobre mi persona, voy para finalizar a recordar un tweet que alguien me dedicó, el día 8 de septiembre del año 2013; era el día que dábamos media sanción a las leyes de democratización de la Justicia, media sanción, luego pasaba a la Cámara de Diputados.
Ese día alguien, no importa, seguramente hay tanto periodismo de investigación y lo van a encontrar. Me dedicaba un tweet, no me decía Cristina – como me dicen los que me aprecian, los que me quieren, o los que apenas me tienen respeto – me nombraba por mi nombre distorsionado y deformado, otro nombre que no lo voy a repetir.
Y me decía: “por los acontecimientos del día de la fecha te podés ir… – y me mandaba a un lugar que es el lugar por donde nacemos todos los seres humanos, de mi mamá era el lugar y además agregaba, en forma inmediata: “sos una hija de una señora que se gana la vida de mala manera”, lo decía con otras palabras y finalizaba, eso sí lo voy a repetir porque es bueno y decía: “punto, amén”. Eso fue lo único realmente que puede reproducirse del tweet. Era y es un empleado que está en el Poder Judicial, cuyo sueldo era pagado y es pagado por el Poder Judicial. Jamás se me hubiera ocurrido decirle: “cállese la boca o no hable” o demandarle por semejante insulto. Y curiosamente era con motivo de las leyes de democratización de la Justicia. Es – como digo yo – en la Argentina todo tiene que ver con todo.
Si entonces estamos muchas veces con estos niveles de agresión hacia mi persona, que estoy dispuesta a seguir aceptándolos, les puedo asegurar que no me voy a mover un milímetro de lo que pienso, ni tampoco me van a lograr amargar. ¿Saben por qué? Porque a mí me amargan otras cosas, me amargan cuando no puedo darle trabajo a todos los que lo necesitan, cuando no puedo terminar una escuela en tiempo, cuando veo gente que todavía no ha podido lograr su casa, o tener su autito, sus vacaciones. Esas cosas sí me amargan en serio. Los insultos de los mediocres nunca me importaron ni me importarán, jamás. Quiero que lo tengan muy en claro.
Por eso creo que es importante, finalmente, convocar a todos los argentinos, porque vivimos un mundo muy difícil que se va a tornar cada vez más difícil, complejo. No permitamos – por favor – argentinos, que nos traigan conflictos de afuera, que no son nuestros a la República Argentina.
Argentinos, se los pido por favor, como Presidenta de todos ustedes, como militante política y como ciudadana argentina, peleémonos porque vos sos peronista, yo soy radical, porque aquel es conservador, porque aquel es revolucionario, porque aquel quiere hacer las cosas así o de otra manera, por las cosas que son nuestras, peleémonos porque aquel dice que no, que no le aumentes tanto el sueldo a los trabajadores porque no lo podemos pagar, peleate porque no, no hay que dar tanto subsidios porque en realidad es una barbaridad los subsidios que dan al transporte, peleémonos por las cosas nuestras, por nuestros problemas. Estoy dispuesta a debatir, a discutir, a pelear si les gusta, a confrontar por nuestras cosas, pero por favor no permitamos que nos traigan acá conflictos que están causando desolación, muerte y agobio de otros pueblos porque no tenemos esas contradicciones.
No permitamos que nos dividan, vayamos a las próximas elecciones en paz, con tranquilidad, con alegría para que el pueblo vuelva a votar y se vuelva a expresar acerca de quién quiere que lo conduzca, pero – por favor – no traigamos el drama y la tragedia de otras regiones remotas del mundo, donde se matan, donde se torturan, donde se tiran bombas y mísiles, donde se amenazan con el exterminio entre los unos y los otros, eso no tiene que ver con nuestra historia, no tiene que ver con nuestra realidad, no tiene que ver con esta Argentina, hija de inmigrantes, donde estamos todos mezclados, donde no nos tenemos diferencias y donde muchas veces las diferencias solamente son porque vos sos más negro y otro es más rubio y nada más. Bueno eso estamos dispuestos a seguir discutiéndola porque es parte de la sociología argentina, pero – por favor – todo lo otro, toda esa mugre que hay afuera que – por favor – nadie la traiga adentro, defendamos a la Argentina más que al gobierno.
Muchas gracias a todos los argentinos y a todas las argentinas.