Quiero decir que leí profundamente tanto la denuncia como la sentencia del juez Rafecas. No voy a hablar de la sentencia del juez Rafecas porque la sentencia del juez Rafecas habla por sí sola. Pero sí tengo que hablar y no puedo evitarlo el descubrimiento que yo no sabía ni ningún argentino sabía de dos documentos que estaban en la caja fuerte del doctor Nisman y a los que hace referencia la sentencia del doctor Rafecas. Y dice concretamente que aparecieron entregados por la secretaria –acá está- “otra versión de los sucesos, según la propia UFI AMIA, la documentación comienza con un acta labrada el 20 febrero por la doctora Soledad Castro, secretaria de dicha unidad fiscal –o sea, era una de las empleadas o una de las colaboradoras del doctor Nisman– que le entrega al juez Rafecas dos documentos, dos oficios. Uno, dirigido a la Procuración Fiscal, donde le informa que va a mandar a la Presidencia de la Nación una solicitud para que sea planteado en el Consejo de Seguridad el tema de la extradición de Losiani.»
Esos dos documentos no son ni escuchas ni me contaron ni un artículo periodístico, son dos documentos de puño y letra firmados por el doctor Nisman. Uno fechado en diciembre del 2014 y otro fechado en enero del 2015.
Esos dos documentos dicen exactamente lo contrario a lo que dijo en su denuncia.
Ese expediente que dice Cristina Fernández de Kirchner sobre encubrimiento, luego de haberse agregado por parte de las actuales funcionarias de la UFI y por el juez Rafeca, la causa, debería ser recaratulada y debería llamarse Nismas versus Nisman. ¿Por qué a qué Nisman le creo, al de la denuncia sin pruebas del 14 de enero del 2015 o al Nisman de enero del 2015 que levanta toda mi actuación en Naciones Unidas, que enumera prolijamente todos y cada uno de mis discursos y donde reconoce que, si bien el memorándum no es lo mejor persiguió el objetivo siempre de lograr que los acusados se sienten frente al juez de la causa en Teherán a ser interrogados porque si no son interrogados no hay causa ni hay juicio?
Podemos ir todos los 18 de julio y la dirigencia de la comunidad tanto de la DAIA como de la AMIA pueden rasgarse las vestiduras, todos los 18 de julio en un palco frente a la AMIA, pero los 85 muertos van a seguir sin justicia, sin acusados y sin condenados. Porque no hay otra posibilidad de hacerlo que a través de interrogar a quiénes el fiscal ha acusado.
Esto fue lo que durante años reclamamos. Esto fue lo que el propio fiscal e inclusive el anterior juez, Galeano, y el doctor Canicoba Corral en más de 20 presentaciones, reclamaron un tratado de cooperación bilateral, que cooperadora la República Islámica de Irán. Esto gobierno fue el único que logró que la República Islámica de Irán firme algo vinculado con la AMIA porque se negaban a firmar algo vinculado con la AMIA. No querían firmar absolutamente nada.
De repente aparecen los secretarios de ese juzgado con
dos escritos firmados en la misma fecha, firmados por la misma persona que dicen exactamente lo contrario a lo que planteó en la denuncia.
Eso no es justicia, eso es un escándalo, es un bochorno, no para el gobierno, para todos los argentinos, oficialistas, opositores, contreras o demás, es una verdadera vergüenza y bochorno.
¿Con cuál Nisman me quedo? Con el que nos acusa de encubrimiento o con el cual se dirigía mí, porque se dirigía a la titular del Poder Ejecutivo, reconociéndome todo lo que habíamos hecho, todo lo que habíamos dicho para que yo me presentara ante el Consejo de Seguridad.
¿Qué fue lo que pasó entre que el fiscal Nisman se fue de vacaciones y volvió, que en lugar de presentar lo que tenía para presentarme en el Consejo de Seguridad presentó la denuncia?
No me refiero únicamente a cuestión internas, porque la anterior causa tampoco únicamente se agota en la conexión local. Es más claro y más evidente que nunca que AMIA siegue siendo un tablero de política nacional e internacional. Porque en estos momentos, por si nadie se dio por notificado, Estados Unidos está negociando con la República Islámica de Irán un acuerdo nuclear, con fuerte oposición de un sector del Partido Republicano, con fuerte oposición del Estado de Israel que se opone enfáticamente e, inclusive, motivó un entredicho entre el presidente Barack Obama y el presidente Netanyahu por la visita del presidente de Israel al Parlamento.
¿Nadie une las cosas, nadie puede pensar un poquito más allá de lo que le dice Clarín o de lo que le conviene para la próxima elección? Hay que pensar un poco más, hay que pensar un poco más en el país, no podemos seguir manoseando a 85 víctimas, a sus familiares que ya no saben adónde ir, a quién pedir, ya no lo saben.
Y de paso, por favor, también, recordar que hubo otro atentado, que fue el de la embajada de Israel, que hubo 29 muertos. ¿O esos 29 muertos porque son 29 muertos nadie se hace cargo y nadie pide justicia por ellos?
Yo quiero sumarle a los 85 muertos de la AMIA los 29 muertos de la embajada de Israel. Todos muertos en nuestro país en atentados terroristas, en una contienda que nosotros no tenemos absolutamente nada que ver, porque nosotros somos un país de paz, un país de inmigrantes.
Entonces quiero decirles que estoy muy acostumbrada a agravios, descalificaciones, no me interesa y las pienso seguir soportando; solamente les pido que no utilicen más la causa AMIA y pidan justicia en serio, pidan que el Poder Judicial actúe en serio porque lo que ha pasado es realmente bochornoso.