Palabras de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, en la repepción del seleccionado de fútbol de Argentina luego de su participación en el Mundial 2014 en Brasil, en el que resultaron subcampeones. Ezeiza, 14 de julio de 2014.

Bueno, acá están nuestros muchachos.

Ustedes saben que yo no soy hincha de fútbol pero toda la vida viví rodeada de hinchas de fútbol: padre, madre, hermana que por ahí anda, hijo; pero sí tengo siempre puesta la camiseta de la Argentina los 365 días del año, y ayer sentí un inmenso orgullo como presidenta de los 40 millones de argentinos de cómo se defendieron los colores de la República Argentina, con dignidad, con orgullo, con capacidad, y sobre todo, ganándole a la adversidad.

Hoy escuchaba, antes de venir acá, a muchos argentinos que los están acompañando ahí afuera que vinieron y decían que al principio no daban ni 20 mangos por ustedes, pero que hoy venían a acompañarlos porque les habían tapado la boca. Y la verdad, les taparon la boca a muchos que no creían en ustedes, y les demostraron que con garra, con equipo, con pasión, dejando todo lo que uno tiene y más también adentro de la cancha se pueden lograr triunfos.

Porque ¿saben qué?, yo no los llamé, como le dije ayer a Alejandro cuando lo llamé para felicitarlo, en ninguno de los partidos en los cuales habían ganado, no miré ningún partido, tampoco el de ayer, pero ayer lo llamé porque para mí también ayer habían ganado el partido. Así lo sentí yo y así lo sintieron los 40 millones de argentinos, créanme.

Y miren si nos habremos sentido argentinos que yo, tripera, platense, estoy al lado de Sabella, un pincha, y Bilardo; me abracé hasta con Bilardo y Sabella.

Es que los colores de la celeste y blanca pueden mucho más. Y la verdad que fueron unos verdaderos leones todos, la verdad que los felicito, pusieron todo. Vos, Sabella, que confiaste en jugadores que por ahí los criticaban, con nuestro arquero Romero que por ahí algunos decían que como era suplente no podía ser, y lo vimos, ¿dónde estás?, vení, que te decían que eras de segunda por ser suplente. ¡Mirá vos el suplente! Atajó los dos penales que nos permitieron pasar a la final y ser subcampeones. Por eso esa garra, esa pasión puesta adentro, el equipo, siempre el equipo, porque se gana cuando se juega en equipo, cuando se pierden las individualidades, cuando somos capaces de sumarnos los unos a los otros. Por eso me emocioné después cuando vi a Mascherano agarrarte la cara justo cuando estabas definiendo, y decirte “hermano, vos vas a ser el héroe de este partido”. A él no le importó si iba a ser el héroe, la estrella, no, él quería ganar para su país. Eso es lo que tenemos que ser los argentinos.

Ustedes han brindado un ejemplo y han vuelto a generar valores y sentimientos que los argentinos creíamos olvidados, rodeados siempre de exitismo y de que solamente es primero el que gana. No, se es primero también cuando se pone todo lo que hay que poner. Se es primero cuando se tiene calidad. Se es primero cuando se es capaz de juntarse con el otro para salir adelante. Por eso quería recibirlos hoy. Y hoy sí, en nombre de los 40 millones de argentinos, estoy segura, con todo el orgullo que nos han hecho sentir. Ustedes no saben, la gente se volcó ayer a las calles como si realmente hubieran traído la copa. Es que en el fondo nos sentimos así.

¿Dónde está Pipita Higuaín? Yo te recomendaría que en una semana más te hicieras una resonancia magnética porque el golpe que recibiste ayer, la patada y la trompada en la cabeza, yo tuve un hematoma, Dios no lo permita, que te controle el equipo médico, pero la verdad es que te trompearon lindo, querido. Pero bueno, son las cosas que pasan en un campo de juego, ¿no? Y que tenemos la fuerza y el coraje para bancarlos.

Por mí, la verdad, muchas pero muchísimas gracias en nombre de todos los argentinos. En serio, muchas gracias.