Trabajo, vivienda, salud, educación son las claves de la movilidad social ascendente.
Estamos en política para que la gente viva mejor, para que tenga educación, vivienda, salud, más justicia, más seguridad, todos los argentinos.
Observen a los dirigentes de este espacio político amplio, plural que no solamente integra el peronismo. Fíjense que cuando nos paramos frente a un micrófono, no nos paramos ni a descalificar ni a agraviar, ni a denunciar o a insultar.
¿Saben por qué? Porque nos paramos frente al micrófono a contar las cosas que hemos hecho, las que estamos haciendo y las que vamos a seguir haciendo.
Me gustaría más una Argentina en la cual se escucharan, además de nuestras propuestas, también otras y, entablar un sano debate democrático.
En nuestro gobierno fue como si todo nos costara más. Al principio estábamos casi solos, apenas un 22 por ciento de los votos, nos miraban de reojo.
Y aquí estamos al cabo de 10 años, reivindicada la política.
Los políticos vuelven a salir a la calle y después de 10 años, miles de jóvenes se incorporan, con trabajo, porque creen en el futuro.
Los jóvenes tienen la suerte inmensa de incorporarse a un proyecto político con mucha alegría, sin violencia; al contrario.
Esto también lo siento como saldar una deuda, una deuda que tenía mi movimiento político con miles de jóvenes, millones.
Lo recuerdo como si fuera hoy, movilizaciones increíbles desde las universidades, desde los barrios, desde las fábricas.
El peronismo después de mucho tiempo, después de muchas décadas, en aquellos años volvía a convocar y a enamorar.
Volvía a enamorar y a convocar a jóvenes que sus padres por allí, habían estado en la plaza del derrocamiento de Perón o eran antiperonistas.
Yo sentí una inmensa deuda como peronista porque esa generación diezmada, se quemó en la hoguera de una Argentina terrible.
Por eso, siento que estamos saldando una deuda, la primera deuda con los jóvenes: los incorporamos a la vida, al trabajo, a la alegría.
Y la segunda deuda, con la historia, acá está nuestro partido, nuestro movimiento abierto a todas las corrientes, transformando la historia, ampliando derechos como siempre lo hicimos, ampliando nuestra mente, creando nuevas ilusiones.
Les pido a todos los argentinos, y en especial a nuestros hombres y mujeres que integran nuestro movimiento, que sigamos trabajando en esa misma dirección de ir saldando deudas, levantando pasivos que teníamos en la historia y que debíamos saldar de una buena vez por todas.
Los saldamos con los derechos humanos y ahora también tenemos que saldarlos con mayor justicia, con mayor seguridad, para que todos los argentinos puedan vivir en un país mejor en el que soñaron todos los que entregaron su vida por el prójimo.
Gracias Tucumán, gracias a todos y a todas, una gran alegría.