Palabras de Cristina Fernández de Kirchner a los militantes en la Casa Rosada, 30 de septiembre de 2014.
Galería de los Patriotas Latinoamericanos de la Casa Rosada
Muchas gracias, miren que me quedan todavía dos patios, por favor. Muchas gracias compañeros y compañeras por este pensar. Quiero decirles algo, quiero contarles algo, que tal vez por ahí enoje a algunos, pero no importa, yo lo tengo que decir: muchas veces cuando ustedes cantan y lo hacen frecuentemente, “Patria sí, colonia no”, me hacen… yo decía, «bueno, esa es una consigna ya de otros tiempos», como que no sé si te ponés vieja y te van ganando la batalla cultural, pero yo decía ¿por qué los pibes gritan tanto “Patria sí, colonia no?», bueno, miren, ustedes no saben cuán actual y cuán vigente sigue esa consigna para todos los argentinos.
Porque realmente las cosas que nos han tocado… realmente las cosas que nos están haciendo, que nos está tocando ver a los argentinos son cosas insólitas. Los argentinos pasamos por momentos difíciles, pasamos por momentos donde parecía que el mundo se venía abajo, porque no teníamos recursos, porque no había trabajo, porque no habían industrias, porque debíamos una deuda que era más de una vez y media lo que producíamos en aquel entonces, que era bastante menos de lo que producimos ahora, porque nos parecía que el mundo se nos escapaba entre las manos y sin embargo desde aquel 25 de mayo de 2003 hemos construido un país. Una nación que yo espero, sinceramente, ya no como Presidenta, ni siquiera como militante política, sino como ciudadana argentina, que por favor, entre todos lo cuidemos, porque es un país que ha costado mucho, es un país que ha crecido sobre tragedias, sobre dolor, sobre exilios, sobre ausencias, sobre pobreza, sobre humillaciones y hoy, que somos un país, nuevamente soberano, porque no se es soberano únicamente porque se tenga una Constitución o se vote cada dos años, se es soberano cuando se tiene la dignidad de sostener la bandera en alto y no dejar que se pisoteé la dignidad nacional.
Digo yo, cómo se sentiría, no ya el ciudadano argentino, sino el ciudadano de cualquier país del mundo, cuando quiere que ejercer sus derechos, cuando quiere pagar lo que debe, y ve que de enfrente, y de al lado y de atrás, que esto es lo peor, porque cuando lo tenés enfrente los podés ver, el problema es que algunos están al lado y otros están atrás, porque como decía hace un rato, hay algunos que me hacen acordar a aquellos que venían en las naves franco inglesa, en la Vuelta de Obligado, a pelear contra los intereses de su propio país. Por eso yo, en ese sentido, quiero pedirle apelar a la unidad de todos los argentinos, porque frente a esos ataques, frente a esto queremos decir que nos van a corregir, o que nos están monitoreando. Nosotros no necesitamos ningún monitor, nosotros somos un país soberano y tengo fundamentalmente, me siento con la obligación como Presidenta de todos los argentinos y fundamentalmente frente a las nuevas generaciones de poner lo que hay que poner para hacerle frente a la situación. Pero, también, contarles a ustedes, a todos lo que está pasando y cómo nos quieren complicar la cabeza y envenenar la cabeza con que todo está mal y todo anda patas para arriba. Es increíble ver cómo algunos defienden a los que atacan a la Argentina, les juro que no me entra en la cabeza, que haya argentinos que se pongan al lado de los que quieren arruinar al país, porque es mentira que quieran cobrar el 1 por ciento de la deuda. Ahí está, pueden hacerlo, pueden cobrarlo, lo que quieren es tirar abajo la reestructuración de la deuda argentina para volver a endeudarla en cientos de miles de millones de dólares, eso es lo que quieren.
Y saben que soy, que este gobierno, nuestro gobierno, el gobierno de los argentinos es la última valla, porque en definitiva, mis queridos amigos, compañeros y compañeras, que fácil sería para esta Presidenta filmar cualquier cosa, seguramente me aplaudirían algunos, pero embarcaría a la Argentina en un retorno al pasado. Esos que hablan tanto del futuro, lo hacen porque no se quieren hacer cargo de lo que hicieron en el pasado, porque ellos también eran parte de ese pasado. Yo no fui parte de ese pasado. Yo no fui parte de ese pasado, ni fui parte de ese endeudamiento, ni fui parte del neoliberalismo, ni fui parte de la dictadura, entonces que cada uno se haga cargo de lo que se tiene que hacer. Yo me hago cargo, en estos momentos, de lo que pasa en la República Argentina, y lo que pasa es que quieren precisamente volver a retornar al pasado, y se llenan la boca de futuro. Como esa canción maravillosa de Silvio Rodríguez, “(…) un servidor de pasado, en copa nueva, un eternizador de dioses del ocaso, júbilo hervido con trapo y lentejuela”. Eso es lo que están haciendo, hoy, y quieren hacer, por eso no nos dejemos engañar.
No nos dejemos engañar. Y yo les pido una cosa, para finalizar, ustedes tienen una consigna que dicen que si me tocan, van a hacer no sé qué cosa, yo no lo voy a repetir porque no es apropiado para una Presidenta, pero yo les pido que cambien la consigna, que en lugar de que digan:”si le tocan a Cristina”, digan que si la tocan a la Argentina, porque lo que están tocando es Argentina, no a Cristina.
¿Saben porqué? porque lo que quieren es, al costado y meterle patas para adelante para acabar con todas las conquistas sociales, por eso presionan con maniobras de especulación, para licuar todo lo que se ha ganado en estos años, para licuar el poder adquisitivo de los trabajadores, para tirar abajo las convenciones colectivas de trabajo. Porque vienen por eso: por las conquistas sociales, para que haya mayor ganancia y rentabilidad a partir de que otros ganen menos, o que como hay menos trabajo se pague menos, o que como el dólar vale mucho más las exportaciones valen mucho más y ustedes tienen menos poder adquisitivo.
Por esas cosas vienen, yo soy el escollo nada más, a mí me falta muy poco. Yo solamente les pido únicamente que redoblen los esfuerzos de organización, de unidad, de militancia porque van a seguir todos los días con algo nuevo… “no pasarán” lo dijimos también nosotros y pasaron, guarda. Porque ojo, que ya no vienen como venían antes, cuando armaban a sus propios hermanos de uniforme contra el pueblo, no, siguen utilizando mísiles allá donde todavía tienen resistencia, pero acá ya no utilizan mísiles, utilizan golpes de mercados, golpes económicos, golpes de especulación para dificultar la tarea de gestión de los gobiernos, para que la gente crea que todo anda mal y que cuando termine el gobierno van a andar las cosas mejor.
Esto es lo que están queriendo instalar en la sociedad, y uno lo va a diario, lo escucha a diario en los comunicadores, y cómo dicen que se van a vivir mejor: haciendo lo que te dicen los de afuera, eso es lo que dicen textualmente, hay que traducirles el discurso. Pague lo que le pidan señora, si le piden 20 mil páguele 20 mil; no le dicen que si paga 20 mil, van a venir otros pidiéndome 400 mil, eso no se lo cuentan a nadie, y lo saben, porque son los mismos que endeudaron a la Argentina, porque son los mismos que flexibilizaron o intentaron flexibilizar las normas laborales, porque son los mismos que corrompían a dirigentes políticos para obtener el voto para leyes invotables. Yo tengo el orgullo de formar parte de un partido, de un movimiento político que jamás tuvo que darle nada a un legislador para que vote una ley.
Y les decía que habiendo sido legisladora, desde el año 1995, me ha tocado ver y escuchar cada cosa, tengo el orgullo, tengo el inmenso orgullo de decir que jamás hemos enviado una ley al Parlamento en la cual algunos de nuestros legisladores tenga que avergonzarse de haberla votado; al contrario, hemos enviado al Congreso leyes para restablecer derechos, para generar nuevos derechos y también cuando mañana en la Cámara de Diputados se comience a tratar el nuevo Código Civil, también, estaremos ampliando derechos para todos los argentinos. Más y mejores derechos, que de eso se trata gobernar y gestionar un país. Por eso quiero agradecerles a todos, no yo les agradezco y no me canso de repetirlo, si tuviera que elegir cuál de las cosas que hemos logrados, en todos estos años, los elegiría una y mil veces a todos y cada uno de ustedes.
Gracias, muchas gracias, los quiero mucho.
Patio de las Palmeras de la Casa Rosada
Muchas gracias, primero lo primero, quiero agradecer la presencia de sindicatos argentinos, en este patio militante también. Me parece, es cierto que los sindicatos son de Perón, aunque parece que algunos son de los fondos buitres me parece, pero bueno, no importa. ¿Saben qué? Quiero decirles a todos los trabajadores argentinos que sentí un inmenso orgullo, como Presidenta y también como militante política, cuando estuve la semana pasada en Nueva York, recibir el apoyo de las mayores centrales sindicales del mundo en esa lucha que está llevando a cabo la Argentina, desde la principal organización sindical estadounidense, desde la canadiense, desde la organización de todos los sindicatos latinoamericanos y también de Sharan Barrow, que representa a más de 180 millones de trabajadores en todo el mundo. Y la verdad que sentí un inmenso orgullo de que nos estén apoyando, porque estaban apoyando la causa de la Argentina.
Creo, sinceramente, argentinos y argentinas, más allá de las banderías políticas, más allá de las ubicaciones, más allá de nuestros disensos y diferencias, y es bueno que las haya porque las sociedades uniformes no son buenas para nadie, no son democráticas. Yo creo sinceramente esto que está pasando la Argentina es inédito e insólito en el mundo, y no es casual que 124 países hayan apoyado la necesidad de dictar un convenio multilateral internacional para la reestructuración de la deuda soberana, no es casual que el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra, el pasado viernes, condenara a los fondos buitres y ordenara una investigación sobre su accionar y sobre las implicancias y consecuencias que la forma de actuar de estos verdaderos depredadores económicos tiene sobre los pueblos, sobre las sociedades.
Pero yo quiero, fundamentalmente, alertar a todos sobre cantos de sirena y fundamentalmente sobre divisiones que quieren crear entre nosotros los argentinos. Escucho a algunos que prometen el oro y el moro si ganan las elecciones. Me acuerdo de alguno que hablaba de salariazo también, me acuerdo de tantas cosas, me acuerdo de un hombre, mi compañero que nunca… yo los desafío a cualquiera a que busque algún discurso o algo, donde prometiera que iba a hacer la mitad, o la cuarta parte de las cosas que hizo, cuando le tocó ser Presidente. Hoy algunos te prometen.. por eso, les digo que estemos todos atentos, te prometen de todo y después ya sabemos lo que pasa, nos pasó también muchas veces a todos los argentinos, y cuando digo nos pasó no es por lo que yo haya votado o dejado de votar, estoy hablando simplemente como una ciudadana más, como argentina.
Te prometen que no va a haber retenciones, que no va a haber impuestos a las ganancias, que no va a haber absolutamente nada. Es posible que ningún trabajador a lo mejor pague impuesto a las ganancias, pero saben qué, a lo mejor ni siquiera te alcanza el sueldo para poder pagar impuesto a las ganancias. Por eso también estemos muy atentos, la verdad que no es la primera vez en décadas que tenemos algunos problemas, pero ojalá los problemas sean estos y no los que tuvimos que afrontar en el año 2001 ó 2003. Por eso digo, y por eso me gusta explicar y contarle a la gente, lo que nos pasó, lo que nos pasa. Cuando contaba cuando vino un enviado, un ex funcionario de un gobierno del norte, a decir cuáles eran las condiciones que imponían, que iban a desprestigiar a la Presidenta, que iban a hacer todas las maniobras tendientes a lograr una devaluación, que iban a lograr acciones desestabilizadores, y lo vemos todos los días en los que reproducen sus comentarios monocordemente, a través de la radio o la televisión o la prensa gráfica, queriendo provocar conductas o comportamientos en la sociedad.
Pero yo quiero comprometerme con todos ustedes, como siempre lo he hecho, en decirles la verdad, en decirles lo que podemos hacer o no podemos hacer, de mí no van a obtener una promesa que yo no pueda cumplir, de mí no van a obtener una frase … por eso y una vez más cumpliendo con lo que venimos diciendo, lo decía hace unos instantes, en el Salón de Mujeres del Bicentenario, hemos dado cumplimiento a la Ley de Pago Soberano, de nuestro Congreso Nacional, que nos permite a los argentinos seguir diciendo que honramos nuestras deudas, que vamos a pagar todos y cada uno… y vaya que hemos pagado más de 190 mil millones de dólares, hemos pagado desde el año 2003, a la fecha y lo único que estamos pidiendo es eso: que nos dejen seguir pagando para poder seguir trabajando y gobernando. De eso se trata, de que respeten al país, de que la soberanía del país es innegociable, no se negocia con la bandera, no se negocia con la soberanía, no se negocia… estamos dispuestos a debatir.
Estamos dispuestos a discutir, no somos cerrados, pero por favor, si hemos logrado lo que nadie había logrado, Néstor, primero, en el año 2005, cuando obtuvo que el 76 por ciento de los acreedores de la Argentina le aceptarán aquel canje; al año siguiente, cuando pagó totalmente la deuda del FMI que nos permitió adquirir autonomía en nuestras decisiones políticas y económicas; luego más tarde, en el año 2010, cuando completé el segundo canje y llegamos al 92,4 por ciento de los acreedores. Más tarde cuando negociamos con Repsol, recuperamos nuestra YPF y logramos llegar a un acuerdo, luego de negociaciones. Luego, de que logramos aquel acuerdo con Repsol, que nadie daba por sentado que lo lográbamos, al contrario apostaban a que nos iba a ir mal, que no íbamos a poder pagar, que no íbamos a poder acordar y acordar, y luego – más tarde- también negociamos y acordamos con 19 ministros de Economía de la Unión Europea, para hacer frente al pago del Club de París. ¿Cómo que no sabemos negociar? Lo que no sabemos es traicionar que es otra cosa, una cosa es negociar y otra cosa es traicionar, no se confundan los verbos, nosotros tenemos claros cuáles son los verbos y estamos dispuestos a debatir, a debatir y a negociar, pero en un marco de legalidad, de legitimidad, de buena fe, y de sustentabilidad de una deuda.
No puede ser que te pases por cualquier lado al 94,2 por ciento de los que confiaron en vos por el 1 por ciento, en dónde se ha visto eso. Así que me viene a hablar de país confiable y yo le pregunto a todos ustedes, quién volvería a confiar y apostar en la Argentina si embromamos al 92,4 por ciento para favorecer al 1 por ciento y si además lo hacemos presionados y con una 45 en la cabeza de que si no hacemos tal cosa se va a devaluar, se a desprestigiar a la Presidenta. Miren yo no tengo miedo, yo he vivido mi vida, he llegado al lugar donde nunca soñé, la primera mujer electa Presidenta, la primera mujer re-electa Presidenta, con mayor cantidad de votos que en la primera vez, ya llegué a todo lo que podía llegar alguien. Yo solo quiero devolver parte de esta confianza que el pueblo puso en mí, porque yo sé que aún los que no me quieren, que aún los que no me votan, que aún los que nunca me votarán saben que no miento y saben que no traiciono al país, eso lo saben.
Y para finalizar, no solamente son las convicciones, no solamente son ustedes las futuras generaciones, no solamente es la memoria eterna de mi compañero, es también la comprensión histórica, no es una cuestión de sesgo ideológico, es la comprensión histórica de que estamos ante un momento crucial de nuestra historia, que si aflojamos en este momento, que se renunciamos a lo que no se puede renunciar, que es a la dignidad y a la soberanía, porque uno puede cambiar muchas cosas, uno puede, tal vez, decir me equivoqué en esto, pero cuando está en juego la soberanía nacional, la dignidad de un país, el futuro de un país eso es innegociable. Por eso es comprensión histórica del momento que estamos viviendo y también de cómo nos ven. Miren me gustaría que ustedes pudieran haber estado conmigo allí en Naciones Unidas, gente de distintos países, gentes de distintos credos y religiones, se acercaban y nos decían que teníamos que hacer esa convención internacional y nos felicitaban por la fortaleza, porque somos el primer país que se planta y dice que no. Y por eso también tenemos que saber que nos quieren escarmentar porque somos un mal ejemplo. Si a la Argentina, luego de haber reestructurado su deuda, y logrado el proceso de inclusión social más importante del que se tenga memoria le va bien, somos un mal ejemplo. Por eso quieren voltear el gobierno y por eso desestabilizan todos los días un poco más, pero quiero decirles que tengo mucha fe en Dios, que tengo mucha fortaleza, pero que fundamentalmente tengo mucha fe en ustedes, en el pueblo y en la inteligencia de los argentinos. Gracias, muchas gracias a todos, los quiero mucho.
Patio Malvinas Argentinas de la Casa Rosada
Compañeros y compañeras, gracias por estar acá.
Gracias por estar bancando al país. Ustedes no están bancando al Gobierno ni a la Argentina, ustedes están bancando al país en los momentos difíciles que nos quieren hacer vivir y ¿saben qué? Déjenme decirles qué sensación tan distinta que tengo y que siento cuando yo tenía la edad de muchos de ustedes.
Cuando yo tenía la edad de muchos de ustedes, estaba enojada con lo que pasaba en mi país, porque no había democracia, porque no podíamos opinar, porque no podíamos hablar, porque no podíamos cantar lo que queríamos o leer lo que ansiábamos. Hoy ustedes tienen la dicha de vivir en un país libe, democrático y en una etapa de libertades y de ampliación de derechos como nunca se había visto y vivido desde décadas.
Bien, yo quiero decirles a todos ustedes que estos son tiempos de unidad, son tiempos de organización, son tiempos de gestión de gobernar, pero también son tiempos de llamar a las cosas por su nombre. Por eso, hoy dije las cosas que dije, por eso el otro día en Naciones Unidas, cuando me tocó intervenir en el plenario y también en el Consejo de Seguridad, dije lo que cada vez estamos peor.
Cuando cada vez que voy a ese plenario y voy desde el año 2003, lo dije, cada vez hay un problema peor y más insoluble. En algo evidentemente se están equivocando o no se están equivocando simplemente y están ejecutando políticas que realmente creen que son posibles que tengan éxito cuando, en realidad, se está demostrando que son un fracaso absoluto, en materia económica, en materia de seguridad, en todo. Y la verdad que no me alegra, no me pone contenta, no tengo vocación anti nada, yo tengo vocación de ir para adelante y de progresar y me gustaría que quienes tienen inmensas responsabilidades globales, tuvieran la misma vocación de progreso y prosperidad y de respeto por todas sociedades y pueblos del mundo.
Si lo que la gente está pidiendo, más allá de algunos locos que siempre los hubo y locos que también uno nunca sabe quién los arma y quién les dice las cosas que tienen que hacer, siempre va a ser la gran duda que me va a crear… Si la mayoría de la gente, si las grandes cantidades de pueblos, grandes, pequeños, naciones grandes, pequeñas, piden solamente paz, piden además que los dejen crecer, piden además oportunidades de trabajo, de estudio, de vivienda, de dignidad en definitiva, y vemos cómo muchas se malogran procesos precisamente por la incomprensión, no ya de los de afuera, sino lo que es mucho peor, de algunos de adentro que no entienden que es necesario preservar, todo lo que hemos logrado. Porque ¿saben qué? Pueden tener pingües ganancias durante un tiempo, de hecho las han tenido mucho en estos años, pero cuando las grandes mayorías van para atrás, allí empiezan los problemas.
Por eso, yo les pido a todos que estemos muy atentos, porque todos estos problemas artificiales que se quieren creer y crear, todas estas maniobras especulativas que ya son tan desembozadas que las manifiestan públicamente desde cuando se va a comprar un auto y te dicen que no hay, desde cuando un dirigente reconoce que no venden y se guardaron los granos de la última cosecha, desde cuando vemos a 4 o 5 banqueros o 4 o 5 financistas buitres, buitres locales que alzan y bajan las cosas para que la gente se asuste y vaya corriendo o a comprar dólares o vaya a saber qué cosa. Eso tenemos que entenderlo que, en realidad, si ellos logran lo que están buscando, los que perdemos somos las grandes mayorías. Y no yo, Cristina Fernández de Kirchner, no, las grandes mayorías en serio del pueblo argentino.
Por eso, les decía en el anterior patio, que cambien esa consigna de cuando la tocan a Cristina. No la están tocando a Cristina. A mí el único que me tocaba ya no está más. Cuando la toquen a Argentina. Y yo les pido y también quiero hacer mención a algo que hemos visto en estos días. También pido que la Justicia actúe. ¿Ustedes se acuerdan? y acá quiero recordar esto, ¿ustedes se acuerdan cuando enviamos el proyecto de democratización de la Justicia? ¿Se acuerdan que fue aprobado por la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores? ¿En qué consistía? Consistía, básicamente, en que los representantes de los jueces y de los abogados en el Consejo de la Magistratura, fueran electos en votación general, democrática donde intervinieran todos los ciudadanos, para que los ciudadanos pudieran controlar con su voto a los que juzgan la conducta de otros jueces o de fiscales. Y me acuerdo que declararon inconstitucional esa ley, porque dijeron que politizaba la Justicia. Y ustedes vieron lo que fue la última elección de abogados y de jueces, recorran los títulos de los diarios, decían «ganaron o perdieron los opositores». ¿En qué quedamos, quiénes son los que politizan la Justicia? ¿El Gobierno o los que las declararon inconstitucional a las leyes?
¿Saben lo qué pasa? Pero no importa, es una cuestión biológica. Todavía algunos sectores de ese poder están tomados por los dinosaurios, pero los dinosaurios están condenados a la extinción, viene sangre nueva en todas partes, les guste o no les guste.
Y la razón que tienen en pedir eso, la gente del Movimiento Evita. ¿Por qué digo esto? Y ojo, que yo no voy a entrar en la discusión de garantistas o de mano dura. No, pero cuando uno ve que las poblaciones carcelarias son de jóvenes de clase muy humilde o pobres, muy pobres que, es cierto, han delinquido, que es cierto que pudieron haber cometido delitos y que por supuesto tienen que cumplir una pena. Pero cuando de repente vas al Banco Central y te encontrás con 82 mil expedientes o sumarios de los que se han robado el país y no ha pasado nada, entonces decís «no hay Justicia en la Argentina».
El otro día, charlando con el ministro de Economía sobre estas cosas, sobres las declaraciones del fiscal Gonella, un joven fiscal que cuenta que cuando van a hacer los allanamientos les dicen que llamaron del Banco Central o se encuentran con policías retirados que están custodiando las famosas cuevas de donde se hace toda la negociación de carácter ilegal, y me contaba el ministro de Economía que por ahí se sentó un día en el Banco Central y trajeron un expediente para tratar un sumario del año 82, y cuando preguntó si la financiera estaba abierta, un banco, una financiera, ni siquiera existía. Y digo yo, ¿por qué no empiezan por las últimas y van para atrás? Porque si no, así no funciona la cosa, eh. Pero bueno, serán cosas que deberemos ir corrigiendo.
Yo quiero contarles la verdad, es muy difícil gestionar el Estado, no es que vos llegás al Estado y te encontrás con toda la gente que piensa como vos o que tiene tu misma… No, no, el Estado va sedimentando en capas y sobre todo, en las estructuras del verdadero poder, en las estructuras del poder financiero, en donde están los organismos reguladores que controlan a pequeños grupos de 80 entidades o de 50 sociedades, está todo sedimentado. Y cuando querés cambiar algo, te dicen «no se puede, es la línea». ¿La línea de que? La línea que ha quebrado el país, pienso yo.
Porque en definitiva, ¿dónde estaban cuando pasó lo que pasó en el año 2001 y los bancos tenían que cerrar las puertas porque no podían devolver los dineros? ¿Quién tuvo que devolverlo? Los idiotas de siempre, con el Boden 2012. Este Gobierno devolvió todos los ahorros de todos los argentinos.
Es hora, entonces, de que llamemos a las cosas por su nombre. Y yo no sé si habrá que cambiar una ley, modificarla o mejorarla, algunas son últimas y nuevas y tienen muchísimas facultades y si hay que cambiar una ley, se la cambiará. Pero lo que hay que hacer es ejercer a fondo el rol que cada uno tiene en cada organismo de contralor en el Estado, como lo hago yo como Presidenta de la República. No hay ningún misterio. Claro que cuando hacés estas cosas, desde los medios de comunicación te atacan, te difaman, te dicen como a diario le dicen a nuestro ministro de Economía.
El otro día escuchaba atónita, con estupor, que un dirigente agropecuario reconocía que se habían equivocado en no vender, que se habían equivocado en especular pero que la culpa la tenía igual el ministro de Economía. ¿Pero de dónde? ¿Quién le mandó sentarse arriba de los granos y no venderlos cuando la soja la tenían a 560, 570 dólares? ¿Culpa de quién? Culpa de ellos que les llenan la cabeza a través de toda la basura que escuchan todo el día desde los medios hegemónicos de radio, televisión y de lectura. Que les cuentan, que les dicen que el dólar va a valer 20 pesos. Pero si el dólar va a valer 20 pesos, ¿cuánto va a valer el kilo de pan o el litro de nafta? Pero hay que pensar un poco con la cabeza.
Y la verdad que algunos han tenido mucha suerte, la vida y Dios les han dado mucho, tal vez por eso no se les ha agudizado tanto la inteligencia. Porque cuando vos tenés que rebuscártela, la inteligencia se te agudiza más, cuando tenés que ganarte el pan todos los días, la inteligencia se te agudiza más. Por eso, muchas veces, es más fácil engañar a los que han logrado progresar y tienen algo más que el resto, que al que está abajo que sabe que si no se la arregla él, no se la arregla nadie.
Por eso, quería charlar de estas cosas, de las cosas comunes que nos pasan y escuchamos todos los días y que nos llenan la cabeza todos los días. Y la tarea de cada uno de ustedes como militantes, es precisamente llevar este mensaje adelante. Que la tarea es defender la Argentina, no defender un gobierno. Que la tarea es defender lo que hemos logrado en todos estos años. ¿O ustedes se creen que no vienen de vuelta por los fondos de pensión? ¿O ustedes se creen que no vienen de vuelta por las jubilaciones o pensiones o por las convenciones colectivas? ¿O ustedes se creen que no vienen por todo lo que hemos logrado en estos años, el desendeudamiento…?
Por eso, yo les pido a todos, mucha unidad, mucha organización, mucha fe, no porque no podamos equivocarnos, siempre podemos equivocarnos cuando estamos gestionando, cuando estamos haciendo algo. Pero yo tengo la certeza que en estas cuestiones fundamentales, como la que hoy estamos atravesando que es el ataque de los fondos buitres y de países sobre nosotros, la razón está de nuestro lado. Podemos estar equivocados en todo lo demás, pero en esto, tengo la absoluta certeza que estoy defendiendo los intereses de los 40 millones de argentinos.
Muchas gracias a todos, los quiero mucho, muchas gracias.
Necesitamos que los distintos dirigentes responsables de las organizaciones, también organicen cursos de formación sobre política internacional, sobre historia internacional.
Ustedes se dieron cuenta que prácticamente, salvo cuestiones catastróficas o muy evidentes, parece como que la Argentina fuera un planeta solo en el mundo, que no existiera el resto, porque no hay una sola noticia internacional de nada, de las económicas ni hablemos.
Tenemos que prepararnos, tenemos que saber, porque al que no estudia, al que no sabe lo que pasa y cómo se fueron produciendo los acontecimientos, lo llevan de la nariz. Sobre todo, en un mundo, donde los medios de comunicación y, fundamentalmente también, las redes sociales han adquirido una gran importancia, el problema es la selectividad de la información.