Cristina recibió el premio Rodolfo Walsh “Presidente Latinoamericano por la Comunicación Popular” de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Durante el acto fue distinguida con el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de La Plata y además recibió un diploma con la misma distinción post mortem al ex presidente Néstor Kirchner. Miércoles, 09 de Abril de 2014.
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Gracias, muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas: señor Rector de la Universidad Nacional de La Plata; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; queridos compañeros, estudiantes de mi querida Universidad Nacional de La Plata; este honor no lo recibo yo ni él, este honor lo recibimos en nombre de todos los que pasaron por estás aulas, pero fundamentalmente por aquellos que ya no están y que estuvieron en estás aulas, que fueron sus egresados o que tal vez, siento estudiantes, no los dejaron terminar sus carreras.
Quiero también agradecer a la Facultad de Ciencias de la Comunicación, el Premio Rodolfo Walsh, que distinguiera a mis queridos amigos y compañeros Hugo Chávez Frías, Rafael Correa y Evo Morales. Muchas gracias.
A mi izquierda está Juan, que recibió el Premio de Néstor, lo discutimos con mis hijos. A mí se me había ocurrido, obviamente, en primer lugar que fuera Máximo y Florencia quienes vinieran a recibirlo. Pero Máximo me dijo: “no mamá porque lo recibiríamos como hijos de un padre, y hoy papá ya no es más solamente nuestro, hoy es de millones y millones de argentinos y fundamentalmente es hijo y es padre al mismo tiempo”, como le gusta decir a Hebe.
Y Juan, además, Juan que lo conocimos un día muy particular, ambos, el 24 de marzo del año 2004, cuando Néstor entró a la ESMA para recuperarla y entregarla al pueblo, Juan fue uno de los hijos que habló aquel mediodía caluroso, que yo sentí – por momentos – como que me evaporaba, no solamente por el calor, sino porque fue un día muy particular, cuando en aquel momento frente a miles y miles que se habían congregado y se cantó – a capella – el himno nacional argentino, con todas las manos… el himno de Charly García, me acuerdo que yo sentía que me evaporaba y me desmayaba porque me transportaba a otros momentos y a otras etapas. Ahí lo conocimos a Juan y luego, más tarde, conocimos su historia de cómo se incorporó a Hijos y como fue la figura de Néstor, al que no conocía, lo que lo movilizó a conocer su identidad, además de las circunstancias personales que lo rodeaban. Y hoy Juan, para emocionarme un poco más, vino con esa corbata celeste, que yo se le regalé, era de Néstor, esa corbata celeste era de mi marido, de mi compañero. Y para emocionarme vino con ella puesta.
Este Juan es muy particular… un día yo estaba con él, en París, habíamos ido con Estela a recibir, no me acuerdo si fue para recibir cuando fuimos a firmar la Convención sobre Desaparición Forzada de Personas, o alguna cuestión que tenía que ver con esto y estábamos en la casa de nuestro Embajador en la UNESCO, que había hecho unas empanadas y una guitarreada, una cosa muy en el corazón de París. Yo estaba contenta, alegre y viene Néstor… viene Néstor… mira vos, viene Juan y me dice: “¿sabés de quién es esta corbata? De Néstor”. Yo que estaba contenta y tranquila, le digo: “Juan lograste arruinarme el resto del día”. Pero bueno, nada, lo hizo con la mejor intención.
También recordar la figura de ese gran latinoamericano, ese gran patriota que fue Hugo Chávez y que también estuvo aquí hablando mucho más que yo. No se asusten que no voy a hablar tanto tiempo como Hugo, pero me acuerdo porque también estuvo mi madre, en esa oportunidad. Yo digo siempre que los grandes hombres siguen viviendo en sus obras, siguen viviendo en el recuerdo y la memoria de su pueblo.
Pero también quiero acordarme de este lugar, donde hoy… miren lo que son las casualidades de la vida, yo que soy abogada no empecé mi carrera como abogada, en la Universidad Nacional de La Plata. La empecé en la Facultad de Humanidades, en la Facultad de Psicología, para ser más precisa, pero debo decir que mi target no da para psicóloga. Me dijo mi hermana: “tendrían que recibir terapia si los tratás vos”. Así que, bueno cambié de carrera, porque en realidad les cuento algo. ¿Qué fue lo que me decidió? Yo en realidad, entré en Psicología porque en aquel momento, por esas cosas raras que uno nunca entiende – estamos hablando del año 71-72 – durante la dictadura, si vos no eras Bachiller no podías entrar a la Facultad de Derecho. Yo era Perito Mercantil y, sin embargo, teníamos muchas más materias vinculadas al Derecho que los Bachilleres y por esas cosas de la currícula – y de la estupidez – no te dejaban entrar. Entonces dije, bueno, si tengo que dar… había que dar como 18 ó 20 equivalencias, yo quiero estudiar una carrera, ¿qué puedo estudiar? Psicología. Bueno, fui seis meses y me di cuenta que no era lo mío, se modificó la resolución, pudimos entrar e ingresé a la Facultad de Derecho.
Hoy estaba mirando lo que me enviaron, las memorias de la Facultad, las fotografías del viejo rectorado, porque la Facultad de Derecho – en nuestra época – funcionaba en el viejo rectorado de la Universidad. Yo me acuerdo el ascensor antiguo, la escalera, que todavía debe estar con esas galerías, esa escalera de cemento y las puertitas que estaban abajo, cuando entrabas a Humanidades. Hoy cuando vi la escalera me dio mucha angustia porque muchas veces subimos y bajamos por esa escalera con Néstor.
Y también me acuerdo de la última vez que estuve, en la Facultad de Humanidades, en la que se construyó durante la dictadura, y que ahora me dice el Rector que van a tirar la parte del costado, que obstaculiza el rectorado, porque simboliza una cárcel y realmente quiero decirles que la última vez que estuve allí fue para un acto en donde se recordaban a los detenidos desaparecidos de la Facultad de Derecho. Me acuerdo que me acompañaba, entre otros, por supuesto mi compañero y el actual embajador de la Argentina en España, el Doctor Carlos Bettini-Francese, y estaban todas las fotografías – como grandes carteles colgados, del techo de la Facultad – y yo me sentí muy mal, me emocioné. Creo que Carlos lo percibió porque se acercó y me dijo: “yo sé porque estás impresionada. Estás impresionada porque vos estás viendo las caras de cómo eran a los 18 años, a los 20 años y nunca más los volviste a ver y entonces te impresiona porque a todo el resto los volviste a ver y te parece que están iguales, pero no estamos iguales; en cambio ellos quedaron allí: detenidos en el tiempo”. Y realmente durante toda la siguiente semana fue una semana terrible y decidí que nunca más iba a pisar esa Facultad, así que realmente me alegra mucho que la Universidad Nacional de La Plata haya ordenado destruir, no destruir porque es fea la palabra destruir, pero sacar de la memoria eso y recuperar el viejo rectorado de la Universidad Nacional de La Plata, donde funcionaba mi querida Facultad de Derecho.
También quiero, en esa vieja Facultad de Derecho recordar… Todo vuelve. Les decía que también, recordando esa vieja Facultad de Derecho, quería también y queríamos hoy honrar en este lugar emblemático, en el que hemos descubierto una placa que recuerda como sitio de memoria, que en este lugar funcionó el Batallón de Infantería de Marina Nº 3, donde se presume que estuvieron detenidos por unas horas los doctores Sergio Karakachoff y Domingo Teruggi antes de ser asesinados.
Quiero recordar a ambos, especialmente también, aquí están sus compañeras, María Rosa y María del Carmen Karakachoff, quiero recordar…sus hijas, que sé que estaban por allí recién, hola, cómo están, y quiero recordarlos también como militantes.
Sergio Karakachoff, fundador de la Franja Morada, fundador de Renovación y Cambio, tal vez el mejor cuadro que tuvo la Franja Morada y por eso se lo llevaron, como decía recién su compañera. No tengan dudas, lo fueron a buscar a su estudio en la Calle 1, creo que estaba, si mal no recuerdo, en la Calle 1, entre 45 y 46, creo, en la cuadra anterior a la Facultad de Ingeniería y de Ciencias Exactas, y luego aparecieron por Punta Lara, por Magdalena. Yo me acuerdo los artículos de prensa de aquella etapa.
Y quiero también, en nombre de ellos, rescatar la figura de todos los que han estado comprometidos con las grandes causas nacionales y populares, más allá de las diferencias o de los lugares de pertenencias, pero con un mismo compromiso, siempre con las ideas y con la política.
Recuerdo además, porque…lo recordaba el otro día en mi discurso en la Asamblea del 1º de marzo, donde Renovación y Cambio hizo su debut en mi facultad, en la Facultad de Derecho, donde también iba como candidato a presidente, no sé si estará por aquí, otro militante radical, Raúl Alconada Sempé, platense, también, allá está. ¡Hola, cómo estás! También…
Nosotros nos reíamos y les tomábamos el pelo, les aclaro, desde la Juventud Peronista porque decíamos “están locos estos, qué van a elecciones”. No creíamos mucho en la democracia y después aprendimos a valorar esa democracia. Teníamos razones también para no creer en la democracia, no me justifico. Pero nos habían desalojado del poder en el 55, habíamos sido proscriptos durante 18 años y entonces, nos costaba creer muchas cosas. Pero aprendimos que la democracia también es imprescindible para poder desarrollar los valores de inclusión social, de dignidad, de justicia social, de economía independiente, de una patria diferente.
Por eso quiero también recordarlos a ellos hoy esta tarde y decirles que nunca pensé, sinceramente, uno cuando juega, cuando es chiquitita, juega a ser princesa o juega a ser reina, qué se yo, todas, quién no jugó que cuando éramos chiquitas las chiquitas, bueno por ahí algunas son medias varoneras y jugaban a otra cosa, pero todas las nenas jugamos a ser princesas o reinas. Ahora, les puedo…no digan eso, por Dios, que después tenemos mañana titulares en los diarios, por Dios.
Pero les puedo asegurar que nunca cuando transité los pasillos de esa facultad, a la que me cuesta mucho regresar por muchas cosas, que ustedes se darán cuenta por qué, nunca pensé, no solamente en ser presidenta o estar casada si quiera con un presidente, muchos menos que algún día, esa casa de estudios, me iba a dar a mí el título de doctorado Honoris Causa. Lo agradezco inmensamente de corazón, sinceramente y poder compartirlo además, con mi compañero.
Pero además, es un día de realizaciones, porque además, lo mejor que podemos ofrecer los que hemos abrazado las causas políticas y, fundamentalmente, quienes tenemos responsabilidades institucionales, son las realizaciones. Y además, por esas cosas de la vida, estar aquí hoy, a mis espaldas, el nuevo edificio de la Facultad de Psicología en la cual empecé a estudiar a los 18 años, díganme si no es una vuelta increíble del destino. Yo no sé, pero sinceramente, es como si hubiera señales, señales imperceptibles que vienen desde alguna parte, de los que creemos en Dios.
Yo quisiera que ustedes, este edificio maravilloso, que lo vimos en imágenes recién, yo quisiera que ustedes conocieran lo que era el edificio cuando nosotros estábamos estudiando psicología, era un sucucho impresionante y, además, teníamos que ir a estudiar a otros institutos porque no entrábamos todos en la misma facultad.
Por eso, hoy, el poder estar aquí, el poder decir que hemos reconstruido 6 nuevas facultades de la Universidad Nacional de La Plata, que hemos invertido más de 300 millones de pesos a valor nominal de obras en esta sola Universidad Nacional, hemos invertido, creo que más…Julio, en todas las universidades más de 1.000 millones, más de 1.000 millones en todas las universidades nacionales del país, realmente nos llena de orgullo.
Y qué decir de poder haber ayudado a esa institución tan cara a los sentimientos de los platenses como es el querido Hospital Español de la Sociedad de Socorros Mutuos Española, donde también fui pacienta. En realidad, he pasado…Estuve en la Facultad de Psicología, en la Facultad de Derecho, en el Rectorado, en la Universidad Nacional, y hasta estuve como paciente en el Hospital Español. Así que, no me ha faltado nada y realmente la tarea…¿Qué me están pidiendo ahí del Lobo, de la cancha, alguien me dijo algo de la cancha? No, qué…No sé qué lío. No, ¿metí la pata, hice lío? Nada, nada.
Bueno, no quiere meterme, che, en cuestiones locales, por favor, ya saben de quién soy, pero soy la Presidenta de todos los argentinos acá. Así que, por favor, de todos los argentinos.
Pero quiero decirles sinceramente, que quiero también agradecer las palabras del presidente de la Asociación por la labor de nuestros cooperativistas que, ni bien sucedió la inundación, se abocaron a la reconstrucción inmediata del Hospital, de los tableros electrónicos, que estaba todo destruido, en seguida socorrimos al Hospital para que los trabajadores, sus médicos pudieran cobrar sus salari0os, 5 millones de pesos y luego, bueno, todo lo que hoy permite tener una moderna aparatología, que espero que no la hayan puesto más en el subsuelo, ¿no?, ¿no está más en el subsuelo, no? ¿Sigue en el subsuelo? Pero se les va a inundar…¡por Dios!. Ah, bueno, por dios, yo digo la pongo en la terraza por lo menos, viste. Digo, bueno…
Pero no, y para que nunca más también, hoy le entregamos al Gobernador un acuerdo que hemos firmado entre la Provincia y el ministerio de Economía de la Nación y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires por las obras que vamos a hacer luego de todos los estudios que hiciera la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata.
Ustedes dirán, ya sé que alguna va a decir “después de un año es que hay que hacer estudios porque cuando se produce una inundación, no solamente se debe a un fenómeno extraordinario, sino también pude haber otras causas, por lo tanto, la Facultad de Ingeniería tuvo que estudiar todos los lugares para poder hacer las obras para que este fenómeno no se repita, yo quiero convocar también, porque el otro día recibí la carta de una organización no gubernamental de vecinos que están agrupados como víctimas y que quieren participar en el control de las obras, yo quiero decirles que quiero que los vecinos participen en el control de la obras, porque es importante que el control social se pueda hacer.
Las obras que se van a ejecutar por 1.973 millones de pesos, que son: saneamiento de la cuenca del arroyo El Gato; construcción del derivador de la Avenida 31; construcción del derivador de la Avenida 143; desagües pluviales en la cuenca del arroyo Maldonado; adecuación de los arroyos Rodríguez y Don Carlos; adecuación de los arroyos Carnaval y Martí; desagües pluviales en Villa Dietri; desagües pluviales en barrio Universitario; desagües pluviales en cuenca zoológico y reurbanización en márgenes de arroyo.
Estas son las obras que debemos comenzar, los desembolsos van a ser contra certificación de obra, de modo tal que podamos cada vez que pagamos un desembolso certificar que la obra se ha hecho y el control será entre la Provincia, entre la Nación y queremos, además, que los vecinos controlen a la Nación y a la Provincia también para que las cosas se hagan bien. Siempre es bueno que todos participemos para que las cosas sean mucho mejor.
Lo vamos a hacer porque tenemos una inmensa vocación de solucionar todos los problemas. Creo que, si algo nos distingue, podemos estar horas enumerando los problemas, podemos estar horas enumerando las obras que hemos hecho en la República Argentina, desde agua, universidades, viviendas, rutas, podemos enumerar políticas activas en materia de empleo, pero creo que lo que más nos ha distinguido como gobierno, ha sido hacernos cargo de los problemas, que creo que es lo distintivo y lo que debemos hacer cada uno de los que tenemos responsabilidades institucionales, sobre todo, al gobierno que les tocó encabezar a Néstor Kirchner y a Daniel en el año 2003, cuando recibimos un país en llamas, endeudado, con las arcas vacías, con la gente cuando un 25 por ciento de desempleo, con los ahorros de todos los argentinos confiscados, caídos del mundo, sin fábricas, sin esperanzas, sin ilusiones. No nos pusimos a llorar ni a echarle al culpa a nadie, simplemente nos arremangamos y nos pusimos a trabajar, que es la única manera de salir de los problemas.
Gracias, gracias La Plata, gracias Ensenada, gracias Berisso, gracias a todos los vecinos de mi querida ciudad de La Plata, gracias a mi querida Universidad Nacional, a mi Facultad de Derecho, gracias a todos los estudiantes y gracias a todos ustedes.
Muchas gracias.