Hoy hay que debatir qué piensan hacer con el Estado lo que pretenden llegar a la presidencia, qué vamos a hacer con las relaciones internacionales, con la deuda. Estas cosas son precisamente las ideas que nos unen con los compatriotas de boinas blancas y banderas blancas y rojas.
Se es presidente sintiendo que se está cumpliendo con el compromiso de los que te votaron. A veces se habla de la legalidad pero poco de la legitimidad. La legitimidad de un gobierno es decir lo que va a hacer y después cumplirlo.
Tras ese 22% conseguido en las elecciones de 2003 que le dio la legalidad, Néstor Kirchner pudo construir a partir de sus políticas una legitimidad popular; y nosotros luego sostuvimos en las dos presidencias esa legitimidad en la gestión. Esto creo que es lo central para un militante político.
Necesitamos que los distintos dirigentes responsables de las organizaciones, también organicen cursos de formación sobre política internacional, sobre historia internacional.
Ustedes se dieron cuenta que prácticamente, salvo cuestiones catastróficas o muy evidentes, parece como que la Argentina fuera un planeta solo en el mundo, que no existiera el resto, porque no hay una sola noticia internacional de nada, de las económicas ni hablemos.
Tenemos que prepararnos, tenemos que saber, porque al que no estudia, al que no sabe lo que pasa y cómo se fueron produciendo los acontecimientos, lo llevan de la nariz. Sobre todo, en un mundo, donde los medios de comunicación y, fundamentalmente también, las redes sociales han adquirido una gran importancia, el problema es la selectividad de la información.