En estos días recibí dos cosas que me gustaría compartir.
Una es una carta de un traumatólogo de Médicos sin Fronteras que me cuenta: “Gracias a la casualidad y la amabilidad del Ministro de Trabajo Carlos Tomada puedo hacerle llegar estas líneas, con la esperanza de que a Ud. le provoque la mitad de la satisfacción y el orgullo que me causó a mi, en un lugar tan lejano”.
La segunda cosa: estas rosas hermosas que recibí ayer… Gracias por todo el cariño.