Gracias. Hola a todos los compañeros, compañeras, amigos, compatriotas que hoy se acercaron a compartir este momento con todos nosotros.
Primero, Víctor, quiero agradecerte las palabras y el recuerdo emocionado de -altri tempi- allá por la década de los 90 cuando éramos voces muy solitarias, donde muchas veces me pasaba que cuando planteábamos cómo debía ser un gobierno, las cosas que debían hacerse, alguna compañera, algún compañero nos miraban y nos decían: “en realidad ustedes dicen eso porque no son gobierno”. Me acuerdo una vez en Diputados, era diputada nacional, período 1997-2001, una diputada que todavía hoy sigue siendo diputada, no en nuestras filas pero es muy conocida ella, me dijo: “vos decís esas cosas porque no sos gobierno, si fueras gobierno…” Es el famoso teorema de Baglini, de que cuanto más alejado se está del poder más priman las convicciones y los ideales, y que cuando uno llega al gobierno necesariamente tiene que primar el pragmatismo…
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Eso que Néstor dijo muy claramente el 25 de mayo de 2003, que no pensaba dejar sus convicciones y sus ideales en la puerta de entrada a la Casa de Gobierno. Pero bueno…
Hoy estamos en un 17 de octubre y no quiero que sea un acto nostálgico, un acto de recordación nostálgica el 17 de octubre. Estaba viendo el video que hizo Tristán y el equipo de Tristán que expresaba una gran movilización popular, y los compañeros, creo que Daniel o Jorge también hablaron de una gran movilización popular. Es cierto que el 17 de octubre se expresó como una gran movilización pero yo creo que fue el más formidable acto de conciencia nacional y popular de los argentinos, de la Nación Argentina, que se expresó en ese reclamo de la libertad, de queremos a Perón.
Perón estaba preso y el pueblo pedía su libertad. En realidad no salieron a pelear a las calles o a movilizarse o a expresarse por la libertad de Perón, era la libertad de ellos la que estaba en juego, porque cuando Perón se va del gobierno, cuando luego lo toman preso, muchos patrones le decían a los obreros cuando iban a reclamar el pago del aguinaldo: “andá a pedírselo a Perón”. Y bueno, no se lo fueron a pedir a Perón porque estaba preso, pero fueron a la Plaza de Mayo a rescatar a Perón, que era el que les garantizaba ese aguinaldo y todo el cúmulo de derechos y garantías que durante tanto tiempo habían negado, y que se habían representado en otras partes históricas de nuestro movimiento nacional, como recordábamos el otro día cuando se cumplían los 100 años de la asunción de Don Hipólito Yrigoyen al primer gobierno surgido del voto secreto, obligatorio y universal.
Pero este 17 de octubre me parece que tiene que ser un acto de análisis y de militancia. ¿De análisis de qué? De la situación, del estado de la Nación Argentina y de la situación del Pueblo, porque Nación y Pueblo son dos categorías históricas para nosotros como militantes del movimiento nacional, popular y democrático. Fíjense que evito hablar solamente de peronismo porque mucha gente que integra este movimiento nacional, popular y democrático no se identifica con nuestra historia del peronismo, porque muchas veces las diferencias no son de ideas, son distintos momentos históricos, distintas identidades, y eso muchas veces puede llevar a la confusión de creer que pensamos cosas diferentes, y muchas veces la forma de expresarlas, las propias procedencias, las propias historias son las que nos condicionan y nos llevan a pensar que pensamos diferente. Pero yo no creo que si uno indaga en las grandes mayorías nacionales tengamos ideas tan diferentes acerca de la Nación.
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Este 17 de octubre nos encuentra con un estado de la Nación en retroceso, con una Nación que ha comenzado nuevamente a endeudarse, un período de reendeudamiento vertiginoso.
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Hoy leía un artículo de un economista de lo que podemos definir el campo nacional y popular que hablaba de la preparación de una bomba de tiempo, están preparando nuevamente una bomba de tiempo que es el endeudamiento, endeudamiento que habíamos logrado en los últimos 12 años desterrar de la historia argentina como el gran condicionante en el crecimiento de la sociedad. Cuando dejamos el gobierno el 9 de diciembre, la Argentina estaba endeudada en un 13% de su PBI en dólares, nunca un nivel más bajo de endeudamiento. En estos apenas 6 meses, el reendeudamiento ha sido vertiginoso, 30.000 millones de dólares, casi tanto como los 7 años que duró la terrible dictadura militar genocida que se inició el 24 de marzo de 1976.
Y vos sabés, Leopoldo, que estás ahí, que la deuda externa fue precisamente un gran condicionamiento del gobierno alfonsinista, no solamente del gobierno alfonsinista sino de todos los gobiernos de la región, recuerden a Alan García en Perú. Nosotros le cantábamos a Alfonsín: “queremos tener un gobierno como el de Alan García” y después Alan García terminó mal su gobierno.
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Había un gran condicionante externo que fue la deuda externa y que fue el gran condicionante a partir de 1975, 1976, y que fue in crescendo para finalmente estallar por los aires junto con el sistema político argentino en el año 2001.
Por eso el tema del endeudamiento es un tema que debemos seguir muy rigurosamente, porque se está generando una bomba de tiempo. Y no estoy hablando del otro endeudamiento, hoy 17 de octubre también nos estamos endeudando en pesos en la República Argentina. El pasado 12 de octubre en el Boletín Oficial se publicó un endeudamiento por 40.000 millones de pesos que van a vencer el 17 de octubre, bonos que se emiten hoy, los podemos titular “bonos 17 de octubre: vos no comés, vos no estudiás, vos no trabajás”. Se emite deuda por 40.000 millones de pesos que va a ser pagada el 17 de octubre de 2023, y 60.000 millones de pesos más que van a ser pagados el 17 de octubre del año 2026.
Este endeudamiento no permite decir que se capitaliza a través de obras de infraestructura, de represas, de usinas nucleares, no: es endeudamiento para sostener gasto corriente y fundamentalmente una bicicleta financiera que se está comenzando a producir como otrora con capitales, con dólares que vienen de afuera, se pasan a pesos, como no hay restricciones para fondearse van a pesos, a LEBACS con unas tasas que no existen en ninguna parte del mundo, y van generando una formidable deuda que alguien en algún momento tendrá que pagar. Adivinen quién, no va a ser la banca extranjera, no va a ser el gobierno que la está tomando, van a ser los millones de argentinos y argentinas, sus hijos y sus nietos que van una vez más a ver hipotecado su futuro y porqué no su presente.
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Y este estado de la Nación que también se refleja en el cambio, recién escuchaba a Jorge hablar del cambio de modelo, de un modelo de valor agregado, industrial, que generó más de 6 millones de puestos de trabajo en estos 12 años, nuevamente a reprimarizar nuestras exportaciones, por eso se liberaron los derechos de exportación de los sectores más primarios, sin valor agregado, agricultura y minería, sin que esto implicara generar nuevos puestos de trabajo, y que por otra parte contribuyó paradojalmente a incrementar el déficit fiscal que se decía que era malo. Pero la verdad que éste es el estado de la Nación, y también un mercado interno que durante 12 años provocó permanentemente la movilidad social ascendente, la generación de nuevos puestos de trabajo, la apertura de empresas, un mercado interno que hoy está absolutamente deprimido por caída de salarios, por la devaluación que se la llamó pomposamente con el nombre de levantamiento del cepo y no fue tal, fue lisa y llanamente devaluación, que impactó en la inflación y en la pérdida de poder adquisitivo del salario de los trabajadores. Y cuando hablamos de trabajadores no hablamos solamente de los que están en un taller o en una fábrica, hablamos también de los que están en una oficina, en un laboratorio, en un comercio, en una empresa.
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Todo esto está creando un estado de la Nación en el cual aumenta la deuda, cae el PBI, cae la actividad económica, golpe tarifario, más de 6.000 empresas que se han cerrado y un franco deterioro de la situación del Pueblo.
Y cuando hablo de Pueblo quiero ser clara, no quiero referirme únicamente a los trabajadores registrados y sindicalizados, o a los informales, o a los que no tienen trabajo. Pueblo, para nosotros los peronistas, son también los comerciantes, pequeños, medianos y grandes, a quienes les debe interesar que haya consumo porque si no no pueden vender, a los pequeños y medianos empresarios que han generado millones de puestos de trabajo y abierto miles de empresas todos estos años, a los científicos, a los docentes, a los estudiantes, a todos aquellos que conforman ese gran sector que es el que no depende de las finanzas y que depende de su trabajo, de su empresa, de su labor diaria.
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Creo entonces que esta situación del Pueblo… Hoy leía en un diario muy importante, hegemónico, que decía, que hablaba de la fragilidad de la clase media, una clase media frágil, para ejemplificar cómo amplios sectores de la clase media han comenzado a perder poder adquisitivo, y hablaba de una clase media frágil, una clase media alta que en 3 meses ha dejado de ser clase media alta y ha pasado a ser clase media, y otra clase que era media media… Tanto eufemismo y tanta vuelta para decir lo que está pasando, se ha dado vuelta la taba, nuestro gobierno se caracterizó siempre por la movilidad social ascendente: subías, siempre subías un peldaño más.
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Esto no significa que hubiéramos vivido en Disneylandia y que todo hubiera sido perfecto, pero creo que nadie, ningún argentino, los que nos quieren, los que no nos quieren, los que nos votaron, los que no nos votaron, ninguno puede decir que el año pasado la mayoría estaba mejor que lo que está ahora. Estábamos mejor de lo que estamos ahora, sin lugar a dudas, y esto no significa nostalgia ni nada. Salvo los pequeños sectores que se les sacó las retenciones al maíz, al trigo, se disminuyó a la soja, o las retenciones mineras, pero en realidad hay una pérdida de calidad de vida de amplios segmentos de la población.
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Se ha modificado el estado de la Nación y se ha modificado la situación del Pueblo. Tenemos que hacer entonces no solamente un acto de análisis sino, como proponían Jorge y Daniel, un acto de militancia. Un acto de volver a organizarnos, de volver a estar en todos y cada uno de los lugares con mayor intensidad que lo que hemos hecho hasta ahora, en la fábrica, en el taller, en el comercio, en el laboratorio, en la universidad, en la calle, en el barrio, de modo tal de trabajar muy duramente en lo que yo digo es un proceso formidable de concientización popular. Jorge hablaba de los modernos medios de comunicación, también de que tenemos que llegar a la gente y a cada uno de ellos para poder transmitir esta forma de pensar, de sentir, de organizarnos, de ver cómo podemos ayudar, como alguien dijo, a que se pase el mareo. Francisco fue el que habló de que hay momentos en los que la sociedad o una parte de la sociedad está como mareada, fantástica metáfora, debo admitirlo que ni a mi se me hubiera ocurrido, para significar, para simbolizar lo que significa cómo muchas veces, lo decía el otro día en la Universidad de Quilmes, la gente, a través de comportamientos que el neoliberalismo tiene en los medios de comunicación, en formas de comunicación muy sutiles e imperceptibles, va creando un sentido común que lleva a que determinados sectores de la población puedan no ver determinadas cosas e incluso votar en contra de sus propios intereses.
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Y creo que esto hay que decirlo sin enojarse, sin ofender a nadie, pero tampoco sin concesiones, digamos, de renunciar a interpelar a la sociedad acerca de cuál es el camino y de lo que pasó en estos 12 años también.
Tenemos que interpelarnos nosotros mismos e interpelar también a la sociedad. Tuvimos defectos y errores sin lugar a dudas, pero en el balance retrospectivo el salto formidable que dio la Argentina, esa Argentina desahuciada del año 2001, 2003, dio un salto formidable en calidad de vida, en inclusión, en incorporación de las grandes mayorías nacionales. ¿Vamos a quedarnos relatando lo que hicimos? No. Tenemos que organizar a la sociedad, a nuestros compatriotas, a nosotros mismos también. La autocritica que tenemos que hacernos como dirigentes es que muchas veces estamos tal vez más pendientes de lo que hace otro dirigente de nuestro espacio, de lo que hacen los militantes, que qué es lo que le está pasando al vecino, al amigo, al compañero, al ciudadano, y estar junto a ellos para organizar nuevamente a la sociedad en un gran frente nacional.
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Un gran frente nacional en el cual incorporemos a todos aquellos sectores que están siendo agredidos por estas políticas, que no son pocos y que desgraciadamente, de seguir con esta orientación absolutamente neoliberal, van a ser más, porque ¿hasta cuándo puede durar un proceso de endeudamiento permanente para financiar gastos corrientes? Es más, estos avances que se hacen con desmantelamiento de programas en materia de Derechos Humanos, de ciencia y tecnología, de protección y concientización de la mujer.
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Quiero aprovechar este 17 de octubre, porque si algo caracterizó al peronismo fue siempre representar los intereses de los débiles, de los castigados, y yo quiero dirigirme a todos mis compatriotas para también convocarlos a apoyar la movilización de mujeres contra la violencia de género que va a tener lugar en unos días más en todos los lugares de nuestro país, el día 19 de octubre.
Yo pensaba el tema de la violencia de género, he sido objeto muchas veces de violencia de género por el solo hecho de ser mujer, y así como me pregunto por qué en Estados Unidos por ejemplo ha recrudecido y resurgido la violencia racial justamente cuando un representante de esa minoría racial es presidente durante dos períodos consecutivos, también me pregunto si esta cuestión de la violencia de género y de la agresión a la mujer no tiene que ver con el hecho de que muchas veces se canalizan a través de eso distintas cosas que tiene nuestra sociedad. Y siempre me pregunté si esa violencia también no tenía que ver en cierta medida con el hecho de haber una mujer presidido durante dos períodos consecutivos los destinos del país. Es una cosa de semejanzas con lo que pasa en el gran país del norte con la cuestión racial y lo que esta pasando en nuestro país con una violencia de género cada mes más brutal.
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Y no me estoy yendo del tema del 17 de octubre, porque cuando uno habla de los débiles, cuando uno habla de los agredidos, cuando uno habla de los segregados, de los estigmatizados, está siendo más peronista que en ninguna otra oportunidad.
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No es un 17 de octubre similar a los de los últimos 12 años, en los que cada 17 de octubre podíamos pararnos frente a una cámara o a un micrófono a decir: hemos logrado incorporar más jubilados, hemos logrado que más jóvenes vayan a las universidades a estudiar, hemos logrado aumentar el poder adquisitivo de los trabajadores porque nuevamente hemos fijado un salario mínimo, vital y móvil importante, y se han celebrado convenciones colectivas de trabajo libres con paritarias que han superado ampliamente la inflación.
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No es un 17 de octubre en el que estamos inaugurando fábricas, al contrario, estamos en lo que yo podría denominar un claro retroceso del campo nacional, popular y democrático. Con despidos, con suspensiones, con adelantos de vacaciones, con retracción del consumo.
Esto muy lejos de desanimarnos debe impulsarnos a redoblar el esfuerzo y el compromiso, porque de repente hacer militancia y hacer peronismo cuando éramos gobierno y llegábamos al barrio y podíamos decirles “hay más trabajo, hay agua, hay gas, hay pavimento, hay vivienda” era más fácil, ahora es más difícil pero es más necesario que nunca, porque se trata de reconstruir las redes de solidaridad, de organización para la concientización popular de lo que debe ser, sin lugar a dudas, la reconstrucción de un gran frente nacional y de una nueva gran mayoría.
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Tenemos que reconstruir una nueva gran mayoría, que no alcanza con los peronistas, que no alcanza con los que son kirchneristas y no son peronistas, que no alcanza tampoco con los amigos radicales, porque hay mucha gente que no está identificada con ninguna idea política, pero que sin embargo la convencieron, la hicieron creer que su suerte personal como trabajador, como estudiante, como científico, como empresario, como comerciante, estaba desligada completamente de quien gobernara, que no importaba, que si llegaba alguien en nombre del neoliberalismo iba a tener todo lo que tenía y más también, que a lo mejor ya no tendría que escuchar a una presidente molesta que hablaba por cadena nacional, y que además era mujer, y que además por ahí le gustaba retar y dar consejos y demás.
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Les hicieron creer algo, entonces yo creo que nuestro gran compromiso, nuestro gran desafío es volver a reconstruir una gran mayoría muy lúcida que pueda substraerse a lo que le dictan desde los medios de comunicación hegemónicos creando un sentido común que va en contra de sus propios intereses sin que él mismo o ella misma lo advierta.
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Los convoco a eso, a organizarnos nuevamente, a militar, y fundamentalmente a no confundirse. No le hablemos a los dirigentes, volvamos a hablarles a todos y cada uno de nuestros compatriotas de los problemas claros y concretos que tienen en el día a día que afrontar, y que les puedo asegurar que no son pocos. Ya no son pocos los que no llegan a fin de mes porque no tenían trabajo o porque no les alcanzaba el sueldo, ahora estamos ante la situación nueva e inédita para muchos en estos 12 años que aún teniendo un trabajo registrado en un hogar, el jefe de familia y su compañera, aún teniendo trabajo los dos no llegan a fin de mes, porque las expensas aumentaron, porque la inflación se disparó, porque los alimentos y los medicamentos ya no se pueden pagar más, porque aumentó la cuota del colegio, porque la cuota de la prepaga voló por los aires, porque la cuota de la cochera también voló.
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Ya no se trata solamente de que no les alcanza el sueldo a los que son titulares de un programa social, ahora les empieza a no alcanzar el sueldo a los que nunca pensaron que esto les iba a suceder, porque 12 años y medio de creciente movilidad social ascendente parecía como que nunca se iban a agotar y que en definitiva era un derecho conquistado y que nadie te podía sacar. Bueno, malas noticias nos trae la realidad. Se trataba de un modelo político, económico y social que propugnaba el crecimiento del mercado interno…
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Un tema muy caro para mí como ex senadora y como patagónica el tema de nuestra política exterior. Ver este papelón, este bochorno internacional de creer que rifando la soberanía de Malvinas nos iban a dar algo o dejar ingresar al mundo… ¿A qué mundo? Tenemos un mundo donde cada vez hay mayor proteccionismo, un mundo con grandes excedentes comerciales que quieren colocar, un mundo en el cual las grandes potencias se cuidan a ellas mismas y expulsan y no permiten el ingreso de nuevos socios o competidores. Más que nunca el mercado interno se tornaba en la garantía, en la seguridad para que no nos golpeara la crisis internacional.
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Por eso hay mucho para hablar, discutir, debatir, pero sobre todas las cosas hay mucho para trabajar y volver a organizar a la sociedad. Durante nuestro gobierno organizamos a la sociedad desde el gobierno, tal vez imperceptiblemente, no se daban cuenta de que cuando hay un gobierno que genera trabajo, que genera poder adquisitivo, que genera poder de consumo, que permite que vos planees tu vida, que a fin de mes sabés que tenés que pagar la cuota del colegio y sabés cuánto va a ser, que tenés que pagar la cuota del auto y sabés cuánto va a ser, y fundamentalmente que vas a seguir teniendo trabajo con poder adquisitivo.
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Todo eso se ha perdido, se ha trastocado, nos han desorganizado la vida, porque el Estado también te puede desorganizar la vida cuando no te da políticas de certidumbre y de previsión.
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De estas cosas se trata, vamos a tener que tratar nosotros y ayudar a volver a organizar sino ya la vida por lo menos organizar a la sociedad para que vuelva a recuperar los derechos que le han quitado, que está perdiendo o que seguramente ya no está tan segura de conservar por las cosas que están pasando.
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No se trata de pesimismo, no se trata de oposición, se trata del realismo más duro y puro. ¿Quieren pragmatismo? Saben que lo que estoy diciendo es la más absoluta realidad. Entonces hay que desmontar los prejuicios de un lado y del otro. Habrá sectores que seguirán… porque el otro día un psicólogo me decía: “Cristina, nunca subestimes el poder del negacionismo”. Hay sectores en la sociedad que tienen negacionismo, lo tenían también durante la dictadura y lo tuvieron también pos dictadura cuando pese a que se mostraba lo que había sido el genocidio durante la dictadura se negaba sistemáticamente esto y se decía que no, que era mentira, que eso no había existido.
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El negacionismo es algo que está ínsito en la condición humana, por eso es muy importante, y yo sigo reclamando por parte de universidades, de cientistas sociales, de psicólogos, de semiólogos, que abordemos realmente el tema de la creación de sentido común, pero de sentido común que tenga que ver con los intereses reales de la Nación y de la sociedad, para que el 17 de octubre no solamente sea un recuerdo de la historia, sino que sea el antecedente de algún otro 17 de octubre en el cual la sociedad, el Pueblo, la Nación vuelvan a reconstruir una gran mayoría para conducirnos a un lugar diferente al que nos están conduciendo.
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Nos lo merecemos, porque hemos pasado por muchas angustias, hemos pasado por muchos momentos, y la verdad que no es bueno esto de andar a los bandazos en la historia donde a 10 o 12 años de gobiernos populares le suceden después largos años de oscurantismos donde se pierden prolijamente todos y cada uno de los derechos y las conquistas de esos años. Este constante movimiento pendular en la historia argentina donde han sido siempre mucho más extensos los períodos de oscurantismo, de gobiernos contrarios a las grandes mayorías, de intereses minúsculos de las élites gobernando por sobre los intereses de las grandes mayorías, han sido siempre más extensos que los gobiernos populares, nacionales y democráticos.
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Quebremos esta racha histórica y volvamos a construir una nueva mayoría que le devuelva la sonrisa, las esperanzas y las ilusiones a los argentinos, que después de todo, de eso se trata la política: de recuperar la alegría, de recuperar la esperanza y de recuperar el vivir de una manera en la que siempre podamos pensar que el día de mañana va a ser mejor que el de hoy, y no lo que nos pasa a la gran mayoría de los argentinos en donde se está pensando que tal vez mañana sea peor que hoy.
Quiero decirles a todos los compañeros y compañeras, no solamente a los que están presentes, sé que hay muchísimos actos hoy en distintas partes del país. Lo presentan en los medios de comunicación como división del peronismo, hacen un acto acá, otro allá, no se preocupen, que cuando llegue el momento de la verdad seguramente la unidad va a primar por sobre todas las diferencias, porque creo que la inteligencia debe primar por sobre todas las cosas.
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Muchas gracias a todos y a todas. Y a la militancia, a esos que aguantan los trapos, a esos que están en los barrios, en las fábricas, en las universidades, en la calle, hablando, luchando, concientizando: a no aflojar, y a lograr convencer 2 o 3 más cada uno de ustedes para que se le sumen a la tarea de volver a organizar una gran mayoría nacional.
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Gracias y terminemos muy bien este 17 de octubre, juntos y organizándonos.