Palabras de Cristina Ferández de Kirchner en el acto para conmemorar los 100 años de la asunción de Hipólito Yrigoyen. El evento estuvo organizado por el radicalismo popular, la corriente liderada por Leopoldo Moreau (Movimiento Nacional Alfonsinista) y Gustavo López (Forja), y se llevó a cabo en el estadio cubierto de Atlanta. Ciudad de Buenos Aires, 6 de octubre de 2016.
Queridos y queridas compatriotas, Madres de la Plaza de Mayo, artistas, intelectuales, militantes peronistas, radicales, socialistas y todos aquellos que conforman… todos y todas.
Debo decir algo antes. Luego de escuchar a los oradores que me precedieron en el uso de la palabra, como decía cuando era legisladora, todos creen que el acto lo organizaron los amigos radicales. Lo organicé yo para que pudiera quedar muy moderada y muy modosita porque la verdad que han dado unos discursos flamígeros, pasionales, como sólo pueden darse y hablar los que no nos escriben un libreto ni nos hacen un coaching para hablar porque el coaching es el pueblo, la historia y nuestra identidad militante.
Cuando llegaba aquí, alguien me preguntaba medio en broma, medio en serio, si no me parecía extraño venir a un acto convocado por militantes, por dirigentes radicales. Y le dije que no, porque en realidad mi viejo era radical. Y era medio gorilongui al principio, porque tenía… No, no, hay que entender porque yo creo que muchas cosas que se dijeron hoy aquí, ese corto que vimos y la propia historia enseña por qué hay ese flujo y reflujo, como señalaba Leopoldo, del movimiento, no de los movimientos, del movimiento nacional y democrático que encarna de distintas formas exteriores, a lo largo de los doscientos años de historia.
Sé que siempre me han criticado mucho porque me gustaba la historia y entonces como me gusta la historia decían que mirábamos el pasado, porque vieron que esta cosa de estigmatizar el conocimiento de la historia en realidad es la gran trampa del neoliberalismo: no saber qué pasó en la historia para que no nos demos cuenta lo que está pasando y lo que va a pasar. Por eso siempre es importante conocer la historia. Y hay que conocerla además para entender cómo es posible que minorías a lo largo de la historia, minorías, porque siempre han sido las minorías, puedan lograr la división del campo nacional y popular, el enfrentamiento muchas veces entre los argentinos y de esta manera, pivoteando sobre estas diferencias, pivoteando sobre lo que podríamos denominar no contradicciones secundarias sino contradicciones ridículas e inexistentes, llevan agua para su molino, consiguen la división del campo popular y someten al conjunto de la ciudadanía a políticas antipopulares que finalmente culminan siempre con crisis institucionales en las cuales se retiran momentáneamente, viene el movimiento nacional y popular a acomodar lo que destruyeron y destrozaron prolijamente durante su paso por el poder, no sin antes haberse llevado todo.
Y lo veo desde mi propia historia familiar. Recién veía y veíamos todos cuál era el medio por el cuál atacaron a Hipólito Yrigoyen, lo estigmatizaron, lo trataron de corrupto. En ese momento no había radio, en ese momento era la prensa gráfica, los medios gráficos únicamente los que estigmatizaban, y lograron convencer a parte de esa ciudadanía que Yrigoyen estaba bien al ser derrocado. Mi abuelo, que luego se hizo peronista pero antes era conservador, nunca lo pude entender, no teníamos, no tenían ellos, yo no había nacido, dónde caerse muertos. Y sin embargo eran conservadores, del conservadurismo popular de la Provincia de Bs. As. Me quedé con las ganas de preguntarle por qué porque mi abuelo murió muy joven, pero pivoteaba sobre esa idea, mi abuelo, en mi casa se hablaba de “El Peludo”. “El Peludo” era Yrigoyen.
¿Por qué en mi casa que era de obreros y de gente humilde se alineaban con un partido que estaba en contra de los intereses populares? Por eso que estamos machacando desde hace mucho tiempo, la subordinación cultural, la penetración en aquel momento de los medios escritos, hoy mucho más sofisticados, pero si uno escarba la pátina de las cosas ve que se ha evolucionado en la tecnología, que se ha evolucionado en la discursiva, pero en definitiva siempre es la misma historia. Modelos extrapolados e instalados en el continente, porque fíjense ustedes que mientras Hipólito Yrigoyen gobernaba en la Argentina, asesinaban a Sandino en Nicaragua. Fue siempre así el ataque a los movimientos nacionales y populares, y siempre, absolutamente siempre, pivoteando sobre la división del campo popular, de los ciudadanos.
Hace pocos días estuve en Ecuador, me invitó su presidente Rafael Correa y también el Encuentro Latinoamericano Progresista, el ELAP, para asistir al tercer congreso, y también poder ir a lo que fue la proclamación de la fórmula presidencial que va a disputar las elecciones en el Ecuador un 19 de febrero. Sí, también la Asamblea me condecoró con su máximo reconocimiento, la Orden de Manuela Sáenz. Para los que dicen que soy soberbia y orgullosa, no quería decirlo porque si no parecía como que me estaba haciendo autobombo y no es la idea, al contrario.
Mi idea, y esto quiero que lo tengan claro no solamente los que hoy están aquí, no solamente quienes participan de este espacio, quiero que tengan en claro los 40 o 42 millones de argentinos, que el rol que desempeña esta mujer argentina va a estar orientado única y exclusivamente a lograr la conformación y construcción de una nueva mayoría que le permita a los argentinos volver a tener un gobierno que los represente en sus intereses, en sus esperanzas, en sus ilusiones, en sus ideas. Quiero decirles también, como un compromiso de honor frente a todos ustedes, que no voy a tener una sola actitud, una sola decisión que obstaculice la construcción de ese frente, que para mí y para mi compromiso con la memoria de mi compañero, es lo más importante que me resta hacer en toda mi vida. He tenido todos los honores que puede tener quien ha dedicado su vida a la política y a la militancia desde muy joven. La verdad que escucharlo a Mempo, desde la JTP no te tenía pero… debo decirlo que no te tenía que realmente me hiciste emocionar. Y el compromiso esencial es precisamente el de contribuir con el mayor grado de amplitud y de grandeza que me obliga a tener el honor que me dispensó el pueblo argentino de elegirme dos veces presidenta, el compromiso de generar y ayudar a construir ese espacio.
Por eso, coincido con lo que dijo Leopoldo, hoy la Argentina no necesita candidatos, necesita dirigentes que se pongan al frente en cada uno de los espacios sociales que mencionó Sergio Palazzo, un dirigente sindical que propone un modelo donde el dirigente no se agota en la lucha por la paritaria o por el cierre del convenio más ventajoso para sus representados, que esa es una parte de su misión, pero no es la única porque hay que entender, y él lo hace, que solamente se pueden desarrollar los trabajadores en un modelo de país y de sociedad donde además de los trabajadores registrados se desarrollan los científicos, la universidad, las amas de casa, los jóvenes y logran trabajo decente para la gran tarea permanente de la lucha popular que es lograr la igualdad y la libertad.
Y la verdad que en estas dos palabras, igualdad y libertad más democracia, se condensa lo que fue una discusión entre radicales y peronistas durante décadas. Nosotros los peronistas, que hacíamos hincapié esencialmente en la tarea de la redistribución del ingreso, de la igualdad social, y los radicales en las libertades públicas. Y nos enrostrábamos los unos con los otros que durante el gobierno de Perón no había habido todas las libertades, y nosotros contestábamos: ¿de qué sirve la libertad si esa libertad es para morirte de hambre? Hasta que ese golpe terrible del 24 de marzo del 76 a nosotros, que en la universidad nos reíamos de renovación y cambio y de los centros de estudiantes, nos dimos cuenta que la democracia también era central. Y entonces incorporamos, con sangre de nuestros compañeros y compañeras detenidos desaparecidos, la idea de la democracia y de la libertad como valores inescindibles, indivisibles del concepto de la igualdad.
Y hoy por eso quiero rescatar algunas palabras, algunas intervenciones de quienes lo hicieron antes que yo. Leandro, cuando se refería al tema de la pesada herencia… Sabio, el pueblo siempre es sabio. Es cierto, si es tan pesada la herencia, que la devuelvan. Estoy repitiendo palabras del pueblo, vox dei, vox populi. Fue una genialidad, debo admitir que siempre me tiran buenas ideas. Fue una genialidad.
Pero fue algo que ya advertíamos, ustedes recordarán el discurso, mi último discurso, el de la asamblea legislativa el 1 de marzo del 2015 cuando me acuerdo que estábamos juntando los papeles para ir a la asamblea y mirando muy rápidamente los titulares de los diarios, vi en un diario menor que decía que dejábamos una pesada herencia. Y claro, dejábamos un país desendeudado, un país con el nivel histórico de endeudamiento más bajo de que se tenga memoria en toda su historia, y hoy, en apenas diez meses, la Argentina, nuestro país, tu país, el país que vos vas a tener que hacer frente también, ha tomado el 60% de la deuda total de países emergentes a nivel global: miles y miles de millones de dólares que deberán devolver nuestros hijos y nuestros nietos. Claro que dejábamos una pesada herencia: paritarias libres, convenciones colectivas de trabajo, donde cada sindicato, cada secretario general del gremio llegaba todos los años cada vez con mayores mejoras, no solamente salariales que batimos record de recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores en la Argentina, sino también de las condiciones laborales que significan no ingreso monetario pero sí ingreso directo para los trabajadores. Bueno, eso va a depender fundamentalmente de los dirigentes sindicales cómo arreglan y cómo llegan. Gran confianza acá en Sergio y en muchos compañeros, gran confianza en Sergio y en muchos otros compañeros, que por ahí tenemos diferencias pero estamos convencidos que a la hora de defender a los trabajadores van a hacer honor a cómo los han defendido históricamente, no solamente durante nuestro gobierno si no también durante la década de los 90. A muchos de ellos los conocí allí, los conocí con la reforma laboral, con la Banelco, así que sé también de sus convicciones.
Y sé también que por allí pudo haber diferencias o puede haber diferencias pero nunca van a ser las diferencias que separen de lo que debe ser el objetivo fundamental de cualquier dirigente político o sindical, lograr que vuelva a restablecerse el consumo. ¿Qué clase de capitalistas son estos que no quieren que consumamos? Si el capitalismo es consumo, ni siquiera se ponen de acuerdo con sus propias ideas o con sus propios discursos. ¿Dónde se ha visto un capitalismo donde nadie puede consumir? ¿Dónde se ha visto?
Una pesada herencia que fueron más de 1100 científicos repatriados, que fueron el surgimiento nuevamente de las carreras de investigadores con los mejores salarios, no solamente en los centros científicos, en el Conicet, en la CNEA, sino también en las universidades, diecinueve universidades le dimos a los argentinos donde la mayoría de sus alumnos son la primera generación de estudiantes. Los hijos de los obreros que vuelven a estudiar como era yo, mis padres trabajadores y mi hermana y yo la primera generación de universitarios en esa parte de la familia.
Claro que hubo una pesada herencia. Cuando recuperamos la administración de las AFJP y con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad pudimos incorporar a más de 3 millones de jubilados. ¿Qué nos vienen a hablar de reparación? Nadie más que nosotros ha reparado la dignidad de los jubilados y pensionados en la República Argentina. Claro que es una pesada herencia haber distribuido y entregado a millones de chicos en las secundarias públicas una netbook en el plan de alfabetización digital más ambicioso del que se tenga memoria. Este año precisamente, y esto es lo que marca la necesidad de que las políticas públicas no se discontinúen, sean continuas para poder capacitar. Este año habíamos logrado que solamente tuviéramos que entregarle a los chicos de primer año las netbook porque ya con las constantes entregas todos tenían su netbook. Lo único que entregaron fueron 100 mil computadoras que habían quedado como parte de la pesada herencia.
Cómo no van a hablar de pesada herencia, Fines, de Qunita, la pesada herencia que también significa que los argentinos, que las familias argentinas tenían la esperanza de su casa, de su auto y de sus vacaciones. Esa fue parte de la pesada herencia.
Y son tan incoherentes que primero cuando decidieron el ajuste comunicaban que la clase media se había acostumbrado a viajar y a tener celulares y un plasma y eso no podía ser. Lo dijeron públicamente en todas partes. Y una vez que se visualizan las consecuencias del ajuste, le echan la culpa de los pobres al anterior gobierno. Pónganse de acuerdo para mentir por favor, no se puede decir una cosa hace tres meses y luego decir otra.
Pero yo me he puesto a pensar cómo se trabaja realmente al sujeto social, la subjetividad para crear estas cosas, cómo se puede decir una cosa hace cuatro meses y luego decir exactamente otra. Porque trabajan obviamente con un gran blindaje mediático y trabajan además con la idea de la modernidad donde nadie recuerda lo que pasó antes de ayer, porque todo es la noticia, el hoy y el ahora, y el sálvese quien pueda, el individualismo. Entonces, nosotros necesitamos también entender estas nuevas formas de comunicación, estas nuevas formas de penetración y de distorsión. Yo lo pude ver en Ecuador, es exactamente lo mismo, no crean que son originales de acá. Es una matriz regional. Cuando estábamos mirando el acto de la Alianza País, que es precisamente el movimiento del correismo en Ecuador, las redes se inundaban de frases que decían “los trajeron a todos”, porque se hizo un gran acto en un estadio de fútbol. No, no, choripanes no, en buses. Claro, allá el bus es el bondi de acá o el colectivo. Decían además tres horas y media utilizando los medios de comunicación nacional para trasmitir un acto partidario. Hasta un doctor habló de la enfermedad de hubris. Ahí dije chapó, jaque mate. Martín, vos estabas… Cuando vi en la red alguien hablar de hubris, por supuesto el que sufre hubris es Rafael Correa, igual que lo sufría yo aquí en la Argentina. La enfermedad del poder, de la adicción al poder. Ahí dije, bueno, basta, es lo mismo que en Brasil con “fora Dilma”, es lo mismo aquí.
Entonces, esta matriz continental, y que lo vimos hace poco también trágicamente hace unos días cuando vimos estupefactos cómo le ganaba en Colombia el no al sí frente a la tragedia y el drama de la guerra. Leí un artículo al respecto que se publicó en el diario El País. Su autor, un periodista y escritor inglés. Me llamó mucho la atención el título de la nota, decía “2016, el año que vivimos estúpidamente”. Y referenciaba tres hechos históricos, referenciaba el resultado en Inglaterra del Brexit, la separación, referenciaba el ungimiento de un candidato en la interna para presidente de los EEUU y referenciaba lo que había pasado el pasado domingo en Colombia. Y hablaba de la mentira y de la manipulación de los dirigentes políticos sobre la sociedad, y también no se refería demasiado amablemente a la responsabilidad social frente a esta manipulación. Les recomiendo su lectura, es muy interesante.
Pero aquí me quiero detener, en la palabra estafa, que creo que fue Mempo el que la subrayó con mayor énfasis, porque acá también tenemos que decir las cosas como son: se ha consumado una gran estafa electoral. Miren, el 15 de noviembre, faltan pocos días, se va a cumplir un año exacto de aquel debate presidencial. Ahora se está discutiendo en el Congreso de la Nación reforma política y creo que están introduciendo como obligación el debate presidencial y aquel que no quiera someterse al debate presidencial, sufriría la penalidad de no contar con la publicidad gratuita en los espacios televisivos. En realidad, si quieren ponerle una penalidad al debate obligatorio, oblíguenlos a que los que mientan y no cumplan lo que dicen a que se tengan que ir. Esa es la verdadera penalidad.
Yo los invito a los 42 millones de argentinos, hayan votado como hayan votado, que exijan a los medios de comunicación que el día 15, a un año del debate, vuelvan a poner al debate para que la ciudadanía pueda ver cómo los manipulan y cómo les mienten. Alguien podrá decir, ¿pero cómo pudo creerse lo que decía en un discurso que se daba de patadas con lo que era la historia del propio candidato y lo que era la gestión en lo que podemos denominar la parte más rica de la República Argentina, como es la Ciudad de Buenos Aires? Y uno dice, el bombardeo constante, la distorsión, que uno ha visto aplicar no solamente en la Argentina sino en toda la región y en todos los casos contras los movimientos y líderes populares.
Es cierto también, tenemos presos políticos en la Argentina nuevamente, no quería olvidarme, lo tenía anotado. Y también, ya que el compañero pide como todos nosotros la libertad de Milagro Sala, quiero decirle que hoy está presente con nosotros, y me voy a poner los anteojos para no equivocarme, el compañero Martín Cruz Pérez, delegado de SITRAJU, procesado por colgar una bandera en Comodoro Py el día 13 de abril. Madre de Dios…
Ya lo creo Mempo, que necesitamos y también Leopoldo, una reforma constitucional, una nueva Constitución, donde no solamente modifiquemos la parte funcional u operativa de la segunda parte, sino también establecer nuevas reglas de juego, relaciones de poder, porque hemos quedado los que no representamos a corporaciones ni tenemos grandes empresas ni representamos intereses foráneos, esta Constitución ha quedado absolutamente desbalanceada en la relación de fuerza, lo que es lo ciudadano y las corporaciones. Esto se puede ver claramente en el ejercicio cotidiano.
Esta reforma, esta nueva Constitución, exigirá la conformación de un gran frente ciudadano donde discutamos nuevamente nuestro país y las bases de nuestro país. Yo adhiero plenamente al colectivo de intelectuales del manifiesto en la necesidad de rediscutir el modelo de país, las relaciones de poder y las obligaciones que tienen todos y cada uno de los ciudadanos, no solamente en términos individuales sino también en términos corporativos. En Ecuador, por ejemplo, quien tiene un medio de comunicación o un diario no puede ejercer ninguna otra actividad que no sea esa, le está vedada cualquier actividad económica, claramente, porque su peso específico en la sociedad al formar opinión produce conflicto de intereses entre lo que él tiene y el conjunto de la sociedad. Alguien que es banquero solamente puede dedicarse a la banca y nada más, no puede tener ninguna otra actividad, no puede tener intereses en medios de comunicación o en telefónicas. ¿Por qué? Porque advirtieron que la crisis que ellos denominaron feriado bancario y que fue una réplica exacta de lo que pasó en la República Argentina en el año 2001 con el nombre de corralito, fue lo que desencadenó en la sociedad una crisis institucional que culminó finalmente en la necesidad de reestructurar a esa sociedad.
El mundo está exigiendo, no solamente en la región, no solamente en la Argentina, una reformulación en las relaciones de poder. Lo vemos claramente cuando vemos una Europa que vuelve a tener prácticas xenófobas. Una Europa que vuelve también a tener divisiones internamente y que provocan crisis cíclicas en sociedades y en gobiernos que se llega a que ni siquiera se puede formar gobierno. Algo está andando muy mal. Es necesario dar cuenta de ello y aboradar el problema.
Y aquí en la Argentina, claramente lo vemos, en esta política brutal de ajuste sobre la sociedad, que además va a provocar muchas tragedias. El tema de la inseguridad que tanto menearon y tanto agitaron durante nuestra gestión hoy está adquiriendo en el Gran Buenos Aires y en la Ciudad de Buenos Aires proporciones dantescas. La gente no puede salir a la calle porque son asaltados cuando van a comprar algo al almacén en cualquier partido del Gran Buenos Aires. ¿Y esto saben qué es también? La crisis social, cuando se empiezan a robar zapatillas, camperas, cuando le arrebatan a los pibes una mochila en el colegio ya no estamos ante el crimen organizado, estamos ante una sociedad que frente a la crisis social y económica puede salir para cualquier lado. Y esto es lo que siempre hemos sostenido, la necesidad de mantener una sociedad más justa, más equitativa, con salarios dignos, donde los argentinos no se terminen viendo como enemigos entre pobres y atacándose y sacándose las cosas entre los pobres como está pasando en muchísimos lados.
Se trata entonces, y finalmente para dirigirme a todos los compañeros que tienen responsabilidades en un sindicato, en la universidad, en una básica, en un comité, en el barrio, en la villa, en donde sea, necesitamos ponernos la patria al hombro y llegar de una forma sencilla a cada uno de nuestros compatriotas. No se trata de refregarle por la cara a quién votó, se trata de hacerle entender que por este camino vamos hacia un desastre social, y no queremos volver a esa Argentina. A mí me tocó vivirla desde el Parlamento, a él le tocó asumirla como presidente con apenas el 22% de los votos, sin legitimidad política, porque nos la habían arrebatado. Sin legitimidad política, porque hasta eso nos arrebataron, la legitimidad del voto. Tuvo que ir a sentarse a la Casa Rosada con el 22% de los votos para enfrentar la crisis económica, social, financiera, de deuda, más brutal de la que se tenga memoria en los últimos cien años. Y allí fue, tenía el 22% de los votos, pero el 100 por 100 de las convicciones en alto, que es lo que se necesita además de otras cosas.
Y nunca lo escuché hablar de ninguna herencia, lo escuché hablar del infierno y de la responsabilidad que él tenía de sacar a los argentinos y a sus compatriotas de ese infierno. Era un hombre absolutamente responsable, porque había querido ser presidente y se hacía cargo de que había querido ser presidente, que es lo que necesitamos. Es cierto que por ahí andaba con sus mocasines y su traje mal entrazado, pero por favor, nunca se le ocurrió ni nunca se me ocurrió a mí subirme a un bondi artificial para hacerle creer a los argentinos que soy popular. Nunca se nos ocurrió besarnos acaloradamente en las Naciones Unidas para tapar algún desaguisado que habíamos cometido en el campo de las relaciones exteriores. Nunca se nos ocurrió poner helicópteros ploteados o autos que no entregábamos. Jamás se nos pasaba por la mente, será porque somos antiguos, será porque nos acostumbraron que cuando decimos blanco es blanco, y cuando decimos negro es negro. Podremos estar equivocados, no lo niego, pero por favor, no nos mientan porque no nos merecemos que nos sigan mintiendo.
Los argentinos necesitamos dirigentes, funcionarios, que traten de solucionar los problemas, cuya misión sea organizar la vida de sociedad, no complicársela. Y por favor, gobernar es algo más que una puesta en escena. Dejen la puesta en escena para los actores, que son los que lo hacen bien además. No necesitamos actores ni directores de cine, necesitamos funcionarios responsables. De los actores nos hacemos cargo nosotros, que los tenemos y muy buenos realmente.
Por eso, compatriotas, para terminar, mi compromiso frente a todos ustedes y el resto de los argentinos. La construcción de ese frente ciudadano para construir nuevas mayorías, y por favor, cuando hoy lo escuchaba a Mempo , la verdad no se trata de una persona, se trata de que subamos a la superficie a los miles de Mempo Giardinelli que hay, a los miles de Sergio Palazzo que hay en todas las regionales, en los sindicatos. Se trata no vueltas de nombres, se trata de vueltas de políticas de dignidad y de un país que durante doce años y medio pudo demostrar que podíamos tener una política industrial; pudo demostar que podíamos poner en órbita satélites, cuando en el 2003 no teníamos dónde caernos muertos; que pudimos demostrar que repatriábamos a miles de compatriotas que se habían ido, científicos, por falta de oportunidades. Hoy algunos ya están pensando en irse de vuelta. No los dejemos ir, no van a volver nunca más.
Por eso siento que la sociedad, en las luchas cotidianas que está dando, está un paso adelante y bastante de los dirigentes institucionales de la política. Y yo creo que, y en esto quiero hacer un llamado a todas las fuerzas políticas, a todas aquellas que se identifican con las necesidades y las demandas de los ciudadanos, que dejen las mezquindades de lado, las pequeñas miserias humanas
Miren, que nadie se ilusione pensando que de la desgracia de uno viene lo bueno para el otro. No es así, se los puedo asegurar, el tanto peor tanto mejor no le sirve a nadie. Le sirve únicamente a las elites que siempre especularon con eso para adueñarse del poder y lograr la división del campo popular. Por eso les pido a todos aquellos que alguna vez pensaron que era bueno la igualdad y fundamentalmente la redistribución del ingreso, de que los chicos pudieran ir al colegio no a comer sino a aprender, a todos les pido, despójense de las mezquindades, de los orgullos de creer, por favor, que una foto en un diario puede modificar la realidad. Abandonen el patrón de conducta que a los políticamente correctos les ponen desde los medios de comunicación y que si no te acomodás a ese cliché o a ese corset te hacen bolsa con cualquier infamia, calumnia, difamación o campaña de desprestigio. Despójense, porque les puedo asegurar que cuando uno se ha despojado de las mezquindades, cuando uno ha desterrado los miedos más recónditos que tiene cualquier ser humano, se es infinitamente libre e infinitamente mejor.
Muchas gracias, los quiero mucho y muchas gracias por esta tarde maravillosa junto a los amigos radicales.