La verdad que quiero agradecerles la presencia, no la presencia quiero agradecerles la militancia de todos ustedes, ya parecía una vieja política con esto de la presencia y todo el protocolo, les agradezco la militancia, compañeros, gracias por seguir creyendo que hay que seguir transformando a la Argentina; gracias por haberse incorporado, miles de ustedes, a la política; gracias porque no estamos reunidos en ningún local de ningún partido, nos hemos reunido frente al ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación.
Cómo han cambiado los tiempos…. Sobre eso quiero decirles algo, si hacen un poco de silencio y no gritan les digo: miren ustedes no se preocupen por lo que lean en letra de molde, no se preocupen por los comentarios que puedan salir por algún canal, radio, medios hegemónicos, porque ya sabemos quiénes son, augurando fines de ciclo y demás, piensen una cosa, piensen que en este país, en algún momento hubo gente que creyó que firmando un decreto o haciendo un golpe sangriento desaparecía un movimiento político o se iba de la memoria o de más que la memoria, del corazón. Porque ¿sabés qué? Cuando entrás en el corazón del pueblo no hay decreto, ni medio hegemónico que valga. Y yo siento que me he ganado un pequeño lugarcito, no es pequeñito, en el lugar, en el corazón de muchos argentinos.
El lugar más grande lo ocupa él, porque él fue el que empezó solito, él y su alma con apenas el 22 por ciento de los votos, en medio de un país que se nos desvanecía, se nos derrumbaba y se nos escabullía entre las manos. Él que fue atacado, calumniado e injuriado por quienes seguramente la historia ni se acordará de que existieron, entró definitivamente en la historia y en el corazón del pueblo.
Y quiero que sepan que siempre voy a estar junto a ustedes, porque no necesito ni un sillón especial, ni un cargo especial, para estar junto a ustedes. Yo voy a estar en cada mujer argentina que siga teniendo el derecho hasta conseguir trabajo o trabajo registrado, de percibir la AUH sin intermediación de nadie; yo voy a estar en cada joven que con el Plan Progresar, pueda terminar sus estudios; voy a estar en cada uno de los más de 600.000 argentinos que cumplieron sus estudios con el Plan Fines y pudieron terminar su primario y su secundario y hoy sueñan con la universidad; voy a estar en cada una de esas universidades públicas, nacionales y gratuitas, que han mejorado el sueldo de los docentes, de los investigadores, de los no docentes; voy a estar en cada barriada, voy a estar en cada joven que por primera vez en su familia, pudo ir a la universidad, porque ahora tiene ayuda o sus padres consiguieron laburo; voy a estar en cada una de las fábricas, junto a la industria nacional, fabricando cosas para los argentinos (lavarropas, secarropas, acondicionadores de aire, ventiladores, cocinas); voy a estar en cada una de las fábricas textiles, que hoy tienen calzado argentino, en todos… acá me dicen que en Lima, provincia de Buenos Aires; en el polo energético de Atucha I, Atucha II y estamos haciendo todo para comenzar Atucha III; voy a estar en cada uno de los radares que estamos instalando en la República Argentina.
¿Y saben dónde va estar él y dónde está él? Allá arriba, con el Arsat-1 y el Arsat-2, él está ahí como una suerte de barrilete cósmico, como una suerte de alguien que soñó tanto y con tanta fuerza un país diferente, que el corazón no le aguantó los sueños, pero está en cada uno de esos lugares, está acá cuando esto era Bodegas Giol abandonada y llenas de ratas, yuyos y okupas y todas las propiedades se han valorizado en este barrio, a partir de este Polo Científico. Espero que algún día – por favor – lo reconozcan, no para que nos voten, que voten a quien quieran, pero que sepan que fue un gobierno como el nuestro el que hizo este edificio.
Yo siento, por momentos, por esta alegría maravillosa de ustedes, que tenemos que estar muy fuertes, porque hay lobos con piel de cordero, porque me acuerdo cuando en la Gala del Bicentenario, allá en aquel 24 de mayo, que tenía que ir al Teatro Colón, como Presidenta, porque estábamos con los actos del Bicentenario, y no pude ir porque alguien dijo que hubiera tirado, que a Néstor había que tirarlo por el tren, por una ventana o que si iba tenía que… ahora parece que es bueno. De repente se ha convertido que es bueno. Siempre me dijo él: “vos esperá que me pase algo, que cuando me pase algo vas a ver que yo voy a ser mejor que vos. Vos quédate tranquila”, siempre me lo decía.
Por eso, hoy, tenemos que seguir diciendo la verdad, no estamos agraviando a nadie, al contrario, no ha habido nadie más agraviado que nosotros, nadie más agraviado, calumniado y casi con nivel de cloaca – como dije adentro en mi discurso – que esta Presidenta. ¿Cuándo vieron que se dijeron o se publicarán los dibujos, las caricaturas agraviantes sobre la condición de una mujer? ¿Cuándo vieron que actúo algún miembro del Poder Judicial? Arriba nos acusan de querer manejar, ordenara allanamientos… miren que fuerza que tendremos esta Presidenta que ordenan allanamientos en las oficinas de su hijo. No recuerdo un allanamiento en las oficinas de otros hijos presidenciales, que sí tenían mucho que ver en las decisiones que se tomaron en la Casa Rosada y sobre todo en las que se tomaron un 20, 21 de diciembre, con muertos en la Plaza.
Y quiero también decirles que seguramente van a decir “estaba enojada, miren todo lo que dijo”. No, no estoy enojada. ¿Saben qué? Hace tiempo que no me enojo, simplemente recuerdo y trato que los argentinos que no les ponen en la televisión todo sino lo que ellos quieren, además tergiversado, dado vuelta y dado mentiras, puedan acceder a estos razonamientos, puedan acceder a esto que mostramos hoy, no lo dije yo, lo dicen ellos, una Argentina para muy pocos, una Argentina en que todo el país federal, Norte, Sur, somos despreciados.
Recién estaba con Gerardo Zamora, el presidente provisional del Senado, senador por la provincia de Santiago, exgobernador de la provincia de Santiago, excelente gobernador que luego del Acta de Reparación Histórica que Néstor firmara con él, entre el gobierno nacional y el gobierno de la provincia, transformamos la provincia de Santiago del Estero de lo que era en lo que hoy es, así como tantísimas otras provincias argentinas.
Yo no quiero que los argentinos que los argentinos se peleen, nadie quiere que los argentinos se peleen. Pero yo quiero que los argentinos sepan que tienen que defender sus derechos. Y yo quiero también que sepan, que muchas veces hay que discutir pero no con la gente, sino con los que están muy arriba en el poder, con presiones, con maniobras, con cosas que los presidentes tenemos que enfrentar. Es muy difícil ser presidente y representar los intereses de las grandes mayorías sin tener muchas veces que discutir y debatir fuertemente y también muchas veces tener que decir no. Cuando decís no, te dicen que sos intemperante.
Por eso también hoy quiero con ustedes festejar la inmensa alegría de haber recuperado al nieto 118, inmensa alegría. Verla a Delia, una abuela de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo que atravesó en el 2011 una tragedia con otra nieta, una tragedia terrible también producto del terrorismo de Estado que no solamente arruinó vidas sino también arruinó cabezas, emociones. La fortaleza de esta Delia encontrándose con su nieto, la alegría de ella, de Estela sentada al lado también, eso nos tiene que dar mucha felicidad, nos tiene que dar mucha tranquilidad. ¿Saben por qué? Porque nos habían dicho que nada de eso se podía hacer, que nadie podía aparecer, que los juicios no se podían llevar a cabo, que no se le podía decir que no al Fondo, que teníamos que firmar el ALCA, que era imposible tener vida después del Fondo. Nos dijeron tantas cosas que luego hicimos y comprobamos, no solamente que no nos pasaban las cosas terribles que ellos decían, sino que además…Vos sabés que a veces dudo de que sean antipatrias. Porque no, no, yo tengo toda una teoría.
No son antipatrias…vos sabés que en algunos puede ser por origen, por apellido y por coherencia. Porque cuando yo por ahí escucho a algún dirigente, no lo voy a mencionar porque tengo mucho aprecio, ustedes lo van a silbar y no quiero que lo silben, pero sí, ese…Yo le tengo mucho aprecio, le tengo respeto porque no puede pensar de otra manera de la que piensa, o sea, es coherente y es honesto intelectualmente, el hombre pertenece a eso. ¿Pero sabés qué? Hay gente que adhiere a determinados sector porque cree que con su adhesión termina perteneciendo aspiracionalmente a ese sector que en el fondo desprecia. Es una cuestión cultural.
Hasta tuvimos un presidente que creyendo que porque iba a las cenas de Conciencia y de smoking era rubio y de ojos celestes. Y no, no es así y me encantan los rubios de ojos celestes, ojo que no tanto nada contra ellos, tenemos un montón de…mirá lo tenemos a Axel Kicillof, más rubio y de ojos celestes que Axel Kicillof, pero con ese apellido no podés pertenecer por más que seas rubio…tampoco querés pertenecer, bien.
Yo lo que quiero finalmente, es decirles a todos…Sí, lo importante es lo de acá adentro, pero lo importante también es que tomemos cada vez más conciencia, que cada militante, que cada hombre o mujer que no sea militante, no importa, lo dije el otro día, no tiene por qué estar en un local, en una unidad básica ni nada, en su casa.
Yo he sentido que una buena parte de la sociedad, se ha puesto esta campaña al hombro y con…luchando porque en eso sí, vos decís que hay que tener cabeza. Es cierto, hay que tener mucha cabeza para que no te lleven de acá de la nariz por o que sale en la televisión.
Pero bueno, no todos pueden tener ni tienen la…No, no son convicciones, son preparaciones, tenés que estar preparado también para entender. ¿Porque sabés qué? Muchas veces te preparan para que no entiendas. Hay toda una tarea para preparar a la gente que no entienda nada. Entonces, cuando no entienda nada, pasan las cosas en la República Argentina.
Pero no importa, una parte importante de la población, una parte importante de la sociedad se ha puesto la campaña al hombro y gente que ni siquiera es militante, gente que por ahí pertenece a otra fuerza política, gente que votó otra cosa. Y esto es lo que tenemos que hacer los argentinos.
Tenemos, como yo que me puse el país al hombro…Mirá, más que ser agradecido, que huele a como que si estás mejor tenés que agradecer, comprender por qué estás mejor. Comprender que estás mejor porque el Estado reconoció tu esfuerzo. Porque si tenés un auto, si pudiste comprarte la casa, si pudiste viajar al exterior, fue porque te esforzaste y trabajaste, nadie lo pone en duda. Pero antes también te esforzabas y trabajaban y estabas en el club del trueque.
Quiere decir que qué necesitamos: gente que trabaje, gente que se esfuerce, gente que se rompa el alma por trabajar, que sacrifique cosas, que sacrifique tiempo. Pero si no tenemos un Estado que reconozca ese sacrificio, ese trabajo y ese esfuerzo, no sirve de nada.
Porque yo me pregunto: a los que estaban y quedaron con una mano atrás y otra adelante, entre el 2001 y el 2002, antes, ¿no se habían esforzado? Antes, ¿no trabajaban? Antes, ¿no se rompían el alma por estudiar, tener un coche? ¿Y a cuántos les tocó perder el estudio, el trabajo, la casa o tener que irse del país?
Por eso, creo que es esto…ah, mirá Club del Trueque, miren un vale del famoso Club del Trueque de aquella época, reliquia. Esperemos que siga siendo una reliquia. Esperemos que la guardemos en un museo. Tomá, guardala en el museo y que nunca más vuelvan.
Por eso, es importante. Por eso decía yo adentro, que tenemos que pensar y reflexionar. Porque yo sé cómo viene la mano después, después salen todos histéricos gritando que se vayan todos. Bueno, no, ya después es demasiado tarde cuando se vayan todos.
¿Porque sabés qué? Cuando la gente salió a la calle a gritar que se vayan todos, es porque nos habían hecho pomada a todos. Este es el tema.
Entonces, mis queridos compatriotas, con mucha sencillez y humildad porque yo estoy despojada de todo interés, he tenido y he logrado lo que jamás en vida logré soñar, ser dos veces presidenta de ustedes los argentinos, ser reelecta con el mayor porcentaje de votos después de Perón. ¿Qué más puedo pedir?
Yo lo único que quiero es que ustedes los argentinos, no importa si me quieren o no me quieren, si votan o no votan; yo quiero que los 40 millones de argentinos sigan progresando cada vez más. Es lo único a lo que aspiro y quiero.
Por eso, gracias por tanto amor, gracias por tanta alegría, gracias por tanto cariño y por favor, si ustedes no aflojan, yo tampoco aflojo.
Necesitamos que los distintos dirigentes responsables de las organizaciones, también organicen cursos de formación sobre política internacional, sobre historia internacional.
Ustedes se dieron cuenta que prácticamente, salvo cuestiones catastróficas o muy evidentes, parece como que la Argentina fuera un planeta solo en el mundo, que no existiera el resto, porque no hay una sola noticia internacional de nada, de las económicas ni hablemos.
Tenemos que prepararnos, tenemos que saber, porque al que no estudia, al que no sabe lo que pasa y cómo se fueron produciendo los acontecimientos, lo llevan de la nariz. Sobre todo, en un mundo, donde los medios de comunicación y, fundamentalmente también, las redes sociales han adquirido una gran importancia, el problema es la selectividad de la información.