Encuentro en el Cine Teatro Municipal de Ensenada, Provincia de Buenos Aires, 18 de Agosto de 2016.
Gracias, gracias Mario. La verdad que estábamos reunidos el otro día con un grupo de compañeros intendentes, entre los que estaba Mario, en el Instituto Patria, y nació ahí la idea de venir a Ensenada. Yo ya venía con muchas ganas de venir a Ensenada porque Hebe, ya saben quién es Hebe, ¿no? Hebe me venía diciendo “tenés que ir a Ensenada, no sabés todo lo que hizo Secco”. Pero Hebe, cómo no voy a saber lo que hizo Secco si lo hicimos todo juntos, le digo yo. “No, pero vos sabés lo que es él…” Bueno, y acá estamos. Yo quiero primero empezar porque me encantó eso que dijiste “como una mujer común y corriente”.
Eso, de eso se trata, quiero trasmitirles qué siente una mujer común y corriente después de haber sido ocho años presidenta de la República y haber sido la compañera de quien inició el 25 de mayo de 2003 el proceso de transformaciones políticas, económicas y sociales más importantes después del primer peronismo de Perón y Evita.
De todo lo que logramos en estos años, y quiero partir de un momento que fue un punto de inflexión, ese 9 de diciembre cuando la Plaza y las avenidas aledañas reventaron de gente en un hecho inédito que era despedir a un gobierno después de doce años y medio de gestión.
Y qué siente esa mujer común y corriente cuando vuelve al llano y comienza a ver cómo se van destruyendo todos y cada uno de los logros que se construyeron en esos doce años y medio.
Si ustedes recuerdan un poco mi discurso del día 9 de diciembre, van a encontrar como que hay una suerte de descripción de lo que vino, una suerte de admonición, no quiero decir admonitoria ni advertencia porque me coloca en un lugar brujeril del que no quiero… pese que algunos intentan colocarme.
Yo sé que Mario quiere que yo hable y califique pero yo les voy a decir: no voy a andar buscando traidores, por empezar. Miren, déjenme que les cuente algo. Yo creo que hay otra cosa, porque traidor es una palabra muy grande. Judas fue un traidor, Brutus cuando lo traicionó a Julio César. Los traidores cambian la historia. (mujer del público: “Macri”). No, ese no, ese es leal… No, nadie más leal que a los suyos que ese. Guarda eh, no se equivoquen. Yo creo hay lo que Arturo Jauretche llamó… porque por eso traidor es una palabra demasiado grande. Los traidores suelen cambiar la historia, Judas cambió la historia, Brutus cambió la historia de Roma también, con Julio César.
Yo creo que hay pensionistas del poder, o sea, gente que está pensionada, porque así como está la pensión en Anses… Había una persona, había un intendente en Santa Cruz hace muchos años cuando Néstor era gobernador, no lo voy a nombrar pero en Santa Cruz saben de quién hablo, que decía que él era oficialista, que él no tenía la culpa si cambiaban los gobiernos pero que él era de vocación oficialista. Pero era oficialista siempre dentro del peronismo, hay que reconocerlo.
Entonces yo creo que hay pensionistas del poder, creo que es imposible construir un proyecto de país únicamente con los que uno está con la absoluta convicción de que son como uno, piensan como uno, que no va a defeccionar. Porque uno me dice “no, pero mirá que este tal cosa”.
Entonces, es cierto que como mujer debo decirles, como mujer común y corriente y como militante, que duele mucho cuando por allí no defendía lo que habíamos logrado, como si esos doce años y medio hubiéramos estado tres o cuatro solos construyendo seis millones de puestos de trabajo, reestructurando la deuda externa, pagándole al FMI, incorporando a tres millones y medio de jubilados, la ciencia y la tecnología, el plan de infraestructura en materia de energía nuclear, en rutas, en lo que se les ocurra, la transformación fue formidable.
Y después escuchar hablar de herencias y demás cuando ojalá Néstor el 25 de mayo del año 2003 hubiera recibido una milésima parte del país que nos tocó entregar a nosotros el 9 de diciembre. ¿Pero ustedes lo vieron a Néstor hablando de la pesada herencia o buscando antes quién había hecho tal cosa? Y mirá que habían hecho cosas antes, habían hecho megacanjes, blindajes, endeudado el país hasta el moño y más allá también. Se puso a laburar, porque en definitiva esto es la tarea de todo dirigente político y me encanta esa frase que vi cuando entre, la quería decir hoy en el acto y me olvidé. Me impactó una frase que hay en la entrada, con un cartel azul precioso, azul del Frente para la Victoria como digo yo, que dice “Secco” grande y dice “Nosotros no cambiamos, nosotros gobernamos”. Y esto es el tema. No hay un slogan de campaña, porque en realidad cuando uno llega al gobierno no se trata de venir a cambiar o a tirar lo que hizo el otro, se trata de gobernar y de hacer lo que uno piensa que tiene que hacer en el país para que la gente viva mejor y el país pueda crecer. Esa era la idea y el objetivo de Néstor, entre tantos otros, como también la política de derechos humanos, de memoria, verdad y justicia que nos colocó al país, no al gobierno de Néstor y Cristina Kirchner sino al país, a la República Argentina, como un modelo en materia de derechos humanos en el mundo.
¿Y qué sentí en estos meses? Porque muchos me decían “¿por qué no salís a hablar”. ¿Qué, a salir a pelearme con…? No, yo digo que la realidad finalmente se termina imponiendo. Uno sabe. Ustedes se acuerdan, el día 13 de abril cuando nadie hablaba de tarifas en este país, yo hablé de la tarifa del luz y del gas en Comodoro Py, hablé de la conformación de un Frente Ciudadano. Dije que había que ir a buscar a todos aquellos que iban a ser perjudicados por las políticas porque las facturas de luz y de gas y el chango del supermercado no lo iban a poder hacer frente hayan votado a Daniel Scioli, hayan votado a este o hayan votado o al otro. Esta es la verdad, ¿pero por qué? ¿Porque soy visionaria, porque soy muy inteligente? No, porque no estuve ocho años sentada ahí de arriba. Cuando vi la resolución del aumento de tarifas, sabía que… y no había forma de explicarlo. Muchos me decían “hay que salir”. No, no, hay que esperar que llegue la factura, no hay otra forma de que la gente se dé cuenta de, cuando le llegue la factura, lo que han hecho. Porque el bombardeo mediático, los problemas que tiene la gente, se van acrecentando y entonces se hace muy difícil.
Pero me parece que en el caso de Mario, que tiene responsabilidades institucionales que son diferentes, porque obviamente él tiene que estar en el día a día, dando respuesta. Yo le hablé a los intendentes cuando vine aquella vez, la primera vez que fuimos, que fueron muchísimos intendentes al PATRIA, que los primeros que iban a sentir el olor al caucho quemado iban a ser los intendentes necesariamente, y sobre todo aquí en la Provincia de Buenos Aires donde se produce un fenómeno muy particular. La relación es intendente-presidente, es como que se salta entre el presidente y el intendente, no sé si será por la cercanía, por la terrible influencia de los medios de comunicación nacionales que se convierten prácticamente en medios de comunicación provinciales, separando al resto, se produce ese fenómeno.
Entonces creo que la tarea, y por eso cuando Mario me propuso que iban a venir compañeros y compañeras dirigentes de los distritos de la región, me parece muy bueno porque tenemos que intercambiar ideas. Y fundamentalmente generar nuevas formas de construcción y de acumulación política diferentes a las que teníamos hasta ahora. De repente por eso creo que lo que decía hoy, que quiero por allí desarrollarlo ahora un poquito más. El tema de la militancia en los distintos frentes, sindicales, estudiantiles, barriales, o como por ejemplo el compañero Mariano que nos acompaña que lo anunciaron del CEPIS y pasó medio inadvertido. Yo quiero decirles que el compañero Mariano, que está ahí en la punta de la mesa sentado, de barba, colega recibido en la UNLP como yo de abogado, es el presidente del CEPIS, que es el que se presentó ante la justicia en la ciudad de La Plata, obtuvo el fallo de la Cámara Federal de La Plata que hoy también obtuvo también un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Hay una magnífica metáfora en esto, una magnífica metáfora. Ustedes se acuerdan que yo el 9 de diciembre dije cada uno de ustedes va a ser dirigente de su propio destino; cuando vean que los que tienen que estar adelante no agarran la bandera, agárrenla ustedes y salgan ustedes. Bueno, eso fue lo que hizo Mariano y otros compañeros más y la metáfora está en que fíjense el fallo… es una disquisición muy abogadil, muy de abogados, pero vieron que la Corte admitió el recurso para los residenciales y no así para los industriales y comerciales. Bueno, yo creo que es una metáfora, más allá de las disquisiciones jurídicas que las hay, es una magnífica alegoría o metáfora, porque en realidad la que se movilizó por el tarifazo fue la gente, suelta, en las calles, en los municipios, de diferentes formas, organizadamente en el caso del CEPIS yendo a un juzgado, haciendo lio, bocinazos o protestando en el otro. En Villa Gesell cuando se negaron, junto con el intendente a la cabeza, a pagar las facturas. Fueron y obtuvieron el resultado, que tomen cuenta en todo caso los comerciantes y los industriales para también obtener los mismos resultados. Y esto es lo que yo quería decir hoy, cada uno en momento como este en los cuales vienen por las conquistas y en los cuales vienen por los derechos no solamente de los trabajadores. Porque algunos pensaron que, claro, iban a ser los trabajadores que iban a aguantar menores salarios y demás. No, vienen por el consumo, y cuando es el consumo es el consumo de los trabajadores, de la clase media, de los universitarios, de las pequeñas y medianas empresas, de las empresas grandes también que necesitan el insumo del gas y de la electricidad.
Lo que yo decía hace instantes en ese maravilloso acto que armó Mario que yo venía a visitar a una cooperativa de trabajadores y terminamos armando el acto en plena calle con banda y todo, para no olvidarme de la Marcha de San Lorenzo. No serán los granaderos pero te juro que me encantaron, me encantaron. Además ahí estaban esos pibes como están ahí los pibes de la UES en los cuales yo centro… La otra vez se enojaron algunos compañeros un poquito mayores, ¿pero sabés por qué Mario apuesto tanto a estos pibes? Porque estos pibes son los que crecieron adentro de este proyecto, estos pibes… el plenario de estudiantes secundarios que estuve el otro día en la UTN de Avellaneda y preguntaba las edades, quince, dieciséis, el presidente de un centro de estudiantes dieciséis… Tenía tres años cuando Néstor llegó al gobierno, y tenía a Néstor tatuado en el brazo. Entonces evidentemente hay toda una generación que se construyó a sí misma en un país donde la justicia y la igualdad… y la libertad, porque yo quiero hablar también de esto hoy en la Argentina.
Ustedes se acordarán que el 9 de diciembre hablé mucho de la libertad, y muchos me miraban y decían “¿qué está hablando esta mujer? Si lo importante es la igualdad”. ¿Es que saben por qué pudimos construir tanta igualdad? Porque hubo mucha libertad primero. Sin libertad no se construye igualdad, y hoy vienen por la libertad para después destruir la igualdad.
Este es el gran tema también que hoy tenemos que poner en valor: la libertad. Cuando vemos lo que nos pasó en marzo, que pasó casi inadvertido, cuando un francotirador baleó en un local partidario a un grupo de militantes de Nuevo Encuentro, entre los cuales una de las jóvenes heridas era una joven de la organización de La Cámpora, que estuvo a 5 cm. de la muerte, por eso hoy hay una persona presa, aportante del partido del gobierno en la campaña, francotirador, que estuvo a 5 cm. de matar a una persona, por eso está preso hoy, por tentativa de homicidio.
¿Se imaginan ustedes si durante mi gobierno en un acto de la oposición un militante o un aportante del FpV desde un edificio hubiera baleado a una agrupación o a una manifestación opositora? ¿O hubiera aparecido una bomba en la puerta de la casa de la jueza que dictó un fallo amparando a los ciudadanos que fueron a pedirle que los cuidara por el tema del tarifazo en materia eléctrica? Bueno, esto es lo que está pasando, pero así como empezaron los despidos el 10 de diciembre y entonces esos mensajes al conjunto del sector privado y comenzaron la destrucción de puestos de trabajo en todo el mundo privado, también los mensajes de violencia bajan también a la sociedad.
Mario trae la impronta de los sindicatos, su militancia sindical lo hace ver las cosas con un pragmatismo y con una llanura para expresar las cosas que por ahí pone nervioso algunos pero que siempre es bueno. Los de la universidad somos un poco más retorcidos para hablar, le damos más vueltas a las cosas, yo últimamente no porque estoy ya… de vuelta de muchas cosas. Pero creo que en todos los frentes, y esto de la militancia que estuve recién reunida con el presidente del Concejo Deliberante que lo acompaña a Mario y que es también presidente de la Cámara de Comercio, estuvimos mirando la obra que se está haciendo desde del municipio para abrir nuevos restoranes, nuevos lugares de comida. Y creo que cada uno en su lugar, desde un comerciante, porque si no van a tener que seguir cerrando los comercios, desde las empresas, porque si no van a tener que seguir cerrando o despidiendo gente o cerrando pequeñas y medianas empresas que no quieren despedir gente. Porque una cosa es una gran empresa, donde un número de trabajadores es un número, pero el pequeño y mediano empresario se ha creado como empresario junto a sus trabajadores, ha compartido el cumpleaños de sus hijos, de los hijos de los trabajadores, y muchísimos pequeños empresarios prefieren tener que cerrar la empresa e irse junto con sus empleados antes que despedir a hombres y mujeres que tal vez los han acompañado durante años en esta cosa de la empresa.
Y debemos despojarnos de las diferencias, despojarnos de las historias que por ahí fueron encontradas, entender que a mucha gente le picaron la cabeza durante meses y años. Estoy releyendo de vuelta, y les recomiendo que lo hagan, los Profetas del Odio y la Yapa (la colonización pedagógica), donde Arturo Jauretche explica de manera magistral cómo se le pica la cabeza a la gente y cómo se le ponen ideas totalmente contrarias a sus intereses. Bueno, el caso de los subsidios. La política de los subsidios fue denostada durante muchísimo tiempo. Es mentira que nosotros nunca habíamos ajustado las tarifas, esto es mentira, lo reconoce la propia Corte hoy en uno de los apartados de su fallo cuando habla de los cargos. Es mentira, pero habían convencido a la gente de que bueno, que había que hacer las cosas de otra manera. Y entonces parecía que los subsidios los pagaba Magoya, y cuando, claro, por eso yo dije ese 13 de abril en frente a Comodoro Py, hablé de la factura de gas y de luz porque había leído las resoluciones y sabía lo que eso significaba. ¿Pero me iba a poner a explicar ahí? No, me iban a decir que era contrera o que ponía palos en la rueda, y no es así.
Es más fácil, es más fácil. Y explicarle que cuando hablamos de no endeudarnos lo hacemos porque sabemos que en algún momento se va a tener que pagar, que cuando hablamos de cuidar la Anses y las acciones que tiene la Anses lo hacemos porque queremos cuidar a los millones de jubilados, a los que jubilaron porque tuvieron la suerte de que les aportaran y también a los que se jubilaron porque no tuvieron la suerte y trabajaron en negro durante muchísimo tiempo y nadie les reconocía nada y eran parias y hoy tienen derechos.
Que cada argentino se pregunte, ¿a qué hora se levantaba hace quince años? ¿se levantaba al mediodía? ¿Trabajaba dos horas por día? ¿Era un vago? ¿O las políticas públicas eran tan malas que no le permitían conseguir trabajo o no tenía una paritaria libre que le permitiera tener un buen sueldo y entonces el sueldo era de hambre porque había precarización laboral?
Y con dos dígitos de desocupación no hay más paritarias, se terminan las paritarias. Cuando la desocupación pase a dos dígitos, que ponen el sueldo que quiere el que te emplea, y si además en este país, nuestro país, tenemos que importar, comenzar a importar por ejemplo hortalizas, o pollo después de haber desarrollado la industria avícola como lo hemos desarrollado en estos doce años y medio, estas cosas tenemos que hablar.
Hablar de las cosas concretas, de la manteca, del aceite, no vayamos a hablar de que tal diputado votó tal cosa o es un traidor. No, no le hagamos perder el tiempo a la gente y le llenemos la cabeza de cosas que no le importan. Hablémosle de las cosas concretas de todos los días, de cómo tenemos que hacer para conservarlas, para defenderlas, porque ese fue el objetivo.
Me hice muy joven. Como buena platense tenía un padre gorila y… esto me va a valer críticas en el día de mañana, pero tenía un padre gorila y una madre peronista y una abuela muy peronista, pero no me hice peronista para ganar elecciones porque en principio no había elecciones cuando me hice peronista, así que, primera cuestión, no era pensionista del poder, era militante. Nací militante, no pensionista del poder. Porque cuando me hice peronista era muy joven, no había elecciones, había dictadura militar y me hice peronista porque me gustaba lo que me contaban que había hecho el peronista, porque me lo contaban que había pasado en mi casa, no que le había pasado al vecino. Le había pasado a mi abuelo, que trabaja en frigoríficos aquí en Ensenada, aquí en Ensenada mi abuelo trabajaba en frigoríficos. Después terminó durante el gobierno peronista trabajando en aduanas, era despachante de aduana o trabajaba en la aduana ahí, no sé qué hacía, ni me acuerdo ya, trabajaba en la aduana. Me acuerdo que trabajaba en la aduana mucho porque le tocó estar en Río Santiago la noche que… no quiero ni mencionarlo, amenazaba con bombardear la destilería de YPF. Sí, los tanques, se amenazó con bombardear los tanques en el 55 y yo era muy chiquita pero me acuerdo que mi tía y mi mamá estaban esperando a su padre que volviera y no volvía y salían, nosotros vivíamos en 4 y 32, lo recuerdo como si fuera hoy, aunque era muy chiquita pero son cosas que te quedan muy grabadas porque lloraba y pensaba que se iba a bombardear. Y bueno, yo ahí creo que me empecé a hacer peronista de chiquita y bueno, ya después cuando fui más grande. Por eso digo que uno no es peronista, o si pertenece a otro político, para ganar elecciones, porque además tampoco les iba por ahí muy bien cuando ganaban con el tema de las elecciones, sino porque tienen ideas.
Me encanta esa frase de Mario, “ponerle el cuerpo a las ideas”. De esto se trata, y yo siempre le he puesto el cuerpo a las ideas, el cuerpo y algo más también, porque la verdad que fueron momentos muy difíciles. Y por eso en estos meses que vivo como mujer común y corriente, que nunca lo dejé de ser, porque el hecho de ser presidenta no te convierte en algún ser excepcional aunque algunos se crean que son excepcionales por ser presidentes. No, no, primero sos vos, y vos sos en definitiva lo que hacés excepcional al presidente. No es el cargo de presidente el que te hace excepcional a vos. Me parece que sobran los ejemplos en la República Argentina para advertir que llegar a ser presidente no te convierte en algo excepcional.
Por eso es que siempre me sentí una mujer y me sigo sintiendo una mujer común y corriente, con grandes responsabilidades cuando era presidenta, y con grandes responsabilidades también ahora que no lo soy. Me siento responsable fundamentalmente frente a las nuevas generaciones, porque quiero… yo trabajé mucho para dejarle a mis nietos, a mis hijos y a los jóvenes un país diferente al que me tocó a mí ser joven, pero también trabajé mucho para que los trabajadores, los obreros, no volvieran a lo que había sido el país de los 90 o antes, entre la desocupación, entre la precarización laboral. Trabajé mucho para traer más de mil científicos al país y que la ciencia y la tecnología tuviera un lugar preponderante y pudiéramos agregar mucha tecnología a un país que lo necesitaba y revalorizara las universidades, al Conicet, a la Comisión Nacional de Energía Atómica. Trabajé mucho para todo eso, entonces siento una gran responsabilidad de que esos logros no se pierdan.
(mujer del público: “En Ensenada tenemos memoria, Cristina”) Yo creo que hay memoria en todo el país, porque esto no sucedió hace… La gran desventaja que tienen los que quieren tirar todo esto abajo es que estas cosas a mí me las contaba mi abuelo que habían sucedido. (mujer del público: “Nosotros las vivimos, Cristina). Esta es la gran ventaja, esta es la gran ventaja y esto por eso les va a costar un poquito más que la gente se olvide, porque a ver, no fue magia, no fue ficción, fue realidad lo que vivimos.
Que nadie les haga sentir, porque he escuchado declaraciones tales como que no se podía seguir viviendo en esa ficción del consumo. ¿Pero quién les dijo que el consumo popular es derroche? ¿Quién les dijo? ¿Cómo no se dan cuenta que el consumo popular es uno de los motores más importantes de la actividad económica? Sin consumo, no hay generación de riqueza, es el consumo lo que mueve la necesidad de la inversión para poder vender. ¿Quién va a invertir si nadie va a comprar?
Entonces creo que todas estas cosas que por ahí en el cúmulo y en el fárrago de las cosas y en la velocidad y el vértigo de las transformaciones no pueden ser correctamente visualizadas, no digo valorizadas, digo visualizadas. Bueno, tal vez ahora comiencen a valorizarse y a visualizarse, y no para andar dándole las gracias a nadie. Al contrario, simplemente para poder defenderlas, para poder apuntalar lo que se ha hecho porque había que mejorar muchas cosas, claro que sí, y las estábamos… La inflación por ejemplo, que nos atormentaron con el tomate y la inflación, que venía descendiendo, lo reconocían todas las consultoras y que ahora se ha disparado, y que con este fallo hoy de la Corte que deja afuera de la cobertura o de la protección por ejemplo comercios o industrias, estoy segura que va a haber remarcación de precios porque naturalmente van a tratar de defenderse de lo que ya van a tener que pagar en materia de facturación de luz y de gas. Y no va a ser una culpa ni del comerciante ni del empresario, es una reacción lógica de defensa frente a lo que van a tener que hacerse cargo aparentemente como están las cosas. Quiero leer primero bien el fallo antes de emitir opinión, yo no soy de las que hablo sin haber leído desde el primer punto hasta el último, es una deformación profesional como abogada, pero obviamente es esto por una disquisición de carácter legal.
Pero estas cosas van a suceder, entonces creo que es hora de que todos, y fundamentalmente aquellos que hemos abrazado las ideas de que la Patria es el otro, de la solidaridad, de que [Pullquote]no puede haber un país donde el 20% viva recontra bien y el 80% viva con la ñata contra el vidrio. No es un país viable, porque no es justo.[/pullquote] Porque la desigualdad trae violencia, porque la desigualdad trae inseguridad, porque la desigualdad trae desunión entre los argentinos, porque entonces hay un resentimiento del pibe que no puede tener la marca de zapatillas o de campera que tiene el otro y podemos volver a esa Argentina donde te robaban un par de zapatillas o una campera en una parada de micros porque no se podían comprar la última marca. Yo no quiero más volver a ese país, quiero un país igual para estar más tranquilos y más seguros todos, y con libertad además. Y nosotros además, para finalizar, para finalizar amigos y compañeros, y esto no es una crítica a gobiernos de nuestro propio origen, pero nosotros logramos algo que no se había logrado, que fue durante doce años y medio articular lo que yo digo que son los dos principios básicos de nuestra Constitución, de nuestra democracia: la libertad con la igualdad. Porque, y esto me puede valer la crítica de algún compañero peronista el día de mañana, no importa, una más no me va a hacer nada, durante los primeros gobiernos peronistas, producto también de lo que veníamos, por allí hubo cosas que hirieron las susceptibilidades de las clases medias, inclusive de las clases medias que surgían al calor del propio peronismo.
Nosotros articulamos en dosis absolutamente compatibles la libertad con la igualdad. No recuerdo que se haya podido hablar de una presidenta en la forma que se me hablaba y se me trataba a mí. No recuerdo sinceramente. Es más, ahora porque un tipo va con un cartelito en un tren que dice “fulanito mentiroso”, se lo llevan preso porque dicen que es mentiroso. ¿Se imaginan si a mí se me hubiera ocurrido ir con la policía federal o la gendarmería metiendo preso a los que me insultaban? Pero, dios mío, me hubieran… Bueno, en fin, dejémoslo ahí.
Yo me acuerdo que durante el advenimiento de la democracia tomamos conciencia de lo importante que era la Constitución con el preámbulo, cuando nos hablaban del preámbulo y nos recitaban el preámbulo. Yo creo que algunos se olvidaron de eso, y creo que hay que volver a rescatar que hay que leer completa la Constitución, que habla de la libertad, que habla de la igualdad y de la obligación que tenemos y que tienen cuando encabezan los representantes del pueblo y de la nación, que son los que también están en el Parlamento, son los que tienen que garantizarle a los 42 millones de argentinos que van a vivir en una Argentina cada vez más libre, cada vez más igualdad y cada vez con mayor calidad de vida. Porque eso es lo que dice la Constitución y es una obligación.
Por eso la labor que tenemos que llevar todos adelante, desde el lugar en que estemos, desde una intendencia, desde una asociación sin fines de lucro, de lo que podríamos denominar una organización libre del pueblo, como la CEPIS, desde un partido político, desde una cámara empresarial, desde los sindicatos, desde las fábricas, desde la universidad, desde el centro de estudiante, desde la comisión interna de delegados, desde la seccional de la CGT, de todos lados, todos tenemos que unir nuestras fuerzas para que la Argentina pueda recuperar la calidad de vida que teníamos, porque teníamos calidad de vida. ¿Que había cosas que corregir y cosas que mejorar? Siempre, no somos perfectos; ¿Que había cosas que hacer mejor? Hay que hacerlas mejor. Cuando ustedes cantan volver, yo siempre lo digo, volver, pero volver mejores, mucho mejores. Me parece que esto es la clave, y volver también junto a otros más que tal vez no entendieron, no nos acompañaron pero que, estoy segura, juntos podemos volver a hacer las cosas en una Argentina como la que soñamos y que estoy segura que la vamos a lograr. Muchas gracias a todos y a todas.
Necesitamos que los distintos dirigentes responsables de las organizaciones, también organicen cursos de formación sobre política internacional, sobre historia internacional.
Ustedes se dieron cuenta que prácticamente, salvo cuestiones catastróficas o muy evidentes, parece como que la Argentina fuera un planeta solo en el mundo, que no existiera el resto, porque no hay una sola noticia internacional de nada, de las económicas ni hablemos.
Tenemos que prepararnos, tenemos que saber, porque al que no estudia, al que no sabe lo que pasa y cómo se fueron produciendo los acontecimientos, lo llevan de la nariz. Sobre todo, en un mundo, donde los medios de comunicación y, fundamentalmente también, las redes sociales han adquirido una gran importancia, el problema es la selectividad de la información.