Ayer en reunión con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, destacó el extraordinario apoyo que tuvo la resolución de la asamblea para establecer un marco regulatorio internacional de la reestructuración de deudas soberanas.
Esa votación dio un amplio respaldo a la posición de países en vías de desarrollo a que tengamos un marco regulatorio igualitario para todos los países, acreedores y deudores, que todos tengan las mismas reglas de juego.
Hizo una referencia específica a lo que significó tener ciento veinticuatro votos a favor y once en contra de la resolución para regular a los fondos buitres, que le permite por primera vez a ONU pensar y proponerse trabajar hasta el año que viene por una normativa que garantice a los países con necesidad de reestructuración de deuda los problemas que está teniendo la Argentina y que los ve todo el mundo.
El G-20 ya ha decidido que el tema de reestructuración de deuda va a ser tratado en la próxima reunión de Australia.
También le entregamos el proyecto Scholas Ocurrentes del Papa Francisco.
Es el proyecto papal para unir escuelas en distintos países del mundo, a través de la tecnología, para que trabajen sobre la comunicación, el dialogo, la paz.
Más tarde, reunión con dirigentes de centrales obreras internacionales, en el consulado argentino en Nueva York.
Estuvieron por la Confederación Sindical Internacional (CSI), Joao Felicio y Sharan Burrow, el secretario General y el presidente de la Confederación Sindical de las Américas (CSA), Víctor Báez y Hassan Yussuff y la directora Internacional de la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL-CIO), Cathy Feingold.
La Central Sindical Internacional representa 180 millones de trabajadores, 325 sindicatos en 161 paises; la Central Sindical de las Américas, 50 millones de trabajadores, 53 sindicatos en 23 paises; La AFL-CIO es la federación sindical más grande de USA, con 57 sindicatos nacionales e internacionales y más de 12.5 millones de trabajadores.
Argentina es un espejo donde se vieron reflejados muchísimos países del mundo. Estamos ante un modelo absolutamente depredador, por eso es un modelo buitre.
Este modelo buitre ni siquiera le conviene a los otros fondos de inversión, porque va a generar una reacción.
Agradezco la solidaridad de los trabajadores, creo que es en defensa propia.
De seguir produciéndose hechos de esta naturaleza, los que van a terminar pagando son los trabajadores.
Más tarde también sostuvimos reuniones con el financista internacional George Soros, y con presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno.
Mañana cerca del mediodía expondremos la posición argentina en la asamblea general de ONU. Y por la tarde en el Consejo de Seguridad, que este año integramos.