No hay que bajar los brazos, no hay que ponerse tristes, no hay que llorar; al contrario, esto debe darnos la fuerza a todos y a todas para saber que tenemos que construir algo mejor de lo que tuvimos hasta ahora.
A mí me gusta ver qué impacto ha tenido la aplicación de nuestras políticas en la vida cotidiana de la gente. ¿Y cuál es el impacto de las políticas que se han aplicado el último año?
Hoy la prisión de Milagro Sala constituye una afrenta al prestigio que la Argentina ha ganado en materia de Derechos Humanos y de respeto a las decisiones internacionales.
Se trata de volver a organizar. No le vas a organizar la vida a nadie, pero por lo menos ayudar a ese que se la han desorganizado a que se junte con otros más para ver cómo todos juntos podemos volver a organizar un país mejor.