"En estas elecciones vamos a hablar de la realidad del presente insostenible y del futuro hipotecado por una deuda impagable y su bicicleta financiera".
La deuda está creciendo a razón de 35 mil millones de dólares por año.
Para los que lo olvidaron o no lo vivieron, al default del 2001 llegamos cuando el FMI se negó a seguir financiando deuda y dijo, paguen todo junto.
No hay que bajar los brazos, no hay que ponerse tristes, no hay que llorar; al contrario, esto debe darnos la fuerza a todos y a todas para saber que tenemos que construir algo mejor de lo que tuvimos hasta ahora.