Tango 01. Hablando de la semana que pasó: se acuerdan cuando dije en la Universidad Obrera que bueno que sería que alguien inventara el botón «antizonzo»? Para qué? Para que a ningún argentino le metieran más el perro, asustándolos todos los días con fábulas, inventos y mentiras sobre la economía (entre otras muchas cosas y mentiras más), donde los vivos de siempre mienten y mienten, y el zonzo no sólo les cree y lo repite, sino algo mucho peor, actúa en consecuencia de la mentira, perjudicándose él mismo en primer lugar, y después, cuando son muchos los zonzos, al país.
Arturo Jauretche: «El zonzo deja de ser zonzo, cuando no cree más en la zoncera» (léase zoncera = mentira).
En el mismo discurso que inauguramos la IMET, me acordé como ejemplo de zonzos, el de los argentinos que habían casi regalado sus Boden 12, porque les habían creído a los vivos de siempre, que decían que nuestro gobierno no los iba a pagar. Boden 12. Sí, el bono que pagaba los ahorros confiscados en el 2001 por el «corralito»…
Se acuerdan? El corralito! Estafa fenomenal guionada para zonzos por los medios hegemónicos de comunicación… donde no se conoce ningún condenado. Y pensar que algunos de sus protagonistas, todavía hablan.
Y peor. Algunos zonzos los siguen escuchando. Bueno, saben quien no fue zonzo? El SUTERH.
Sí, el gremio de los encargados de edificio. Pepe y Víctor Santamaría. Los que crearon la Universidad Obrera.
Su gremio nunca se desprendió de los Boden 12. No perdieron nada. Al contrario, ganaron y recuperaron con creces lo que les habían confiscado. Víctor Santamaría, que contó emocionado esa noche, que era hijo de encargado de edificios con apenas colegio primario y madre mitad ama de casa, mitad empleada doméstica.
Ven? Que la cuestión no es sólo saber, sino que lo principal es entender.
Podés tener título universitario y ser zonzo. Y podés ser obrero sin título universitario y nadie te mete el perro.
Hablando de zonzos y de perros… Los que no son zonzos pero sí son perros, son mis mascotas. ¿Las quieren conocer?
Esta es Lolita, mi caniche mini toy. Miren lo que es la carita…
Este es Vito. En realidad es de Florencia, mi hija. El único varón de Olivos. Todos lo adoran.
Ella es Kala. Me la regaló mi hermana. Vive tirándose al espejo de agua. Dulce total.
Y estas son Martita, hija de Alex y Catalina (ya no están), y Rosita, la sobrina. Divinas. Sí. Tía y sobrina. Siempre están juntas. Inseparables. Como si supieran que son parientes.