Muchas gracias a todos y a todas. Antes una pequeña digresión porque no quiero olvidarme, un detalle sobre el corte publicitario que se exhibió al principio dónde se explica por qué es importante Aerolíneas Argentinas para los productores argentinos, para los pequeños productores, para los grandes empresarios argentinos. Yo quiero agregarles, además, que Aerolíneas con su servicio de carga, también ahora, por ejemplo transporta el salmón chileno a través del aeropuerto de Calafate, ingresa por Calafate directo para Miami. No solamente es para inversores o empresarios nacionales, sino también para un producto tan típico y tan tradicional como es el salmón chileno que va a Miami. Ahora lo va a consumir también Messi y Antonella, espero que les guste el salmón, es de Chile y pasa por Calafate.
Bien, quince años, quince años de la decisión política de recuperar la línea de bandera, podría hacer un discurso insuflado de patriotismo o de defensa de lo público pero, yo quiero contarle a los argentinos y a las argentinas que cuando tomamos la decisión de recuperar la línea de bandera fue porque, como recién mencionaba Pablo, un funcionario que funciona y que funcionó siempre, cuando yo era presidenta y también ahora, y el estado calamitoso era tal que, por ejemplo, el Estado argentino pagaba los salarios de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas. Esto no lo sabe mucha gente, era privada, había sido privatizada en la década de los noventa y la había adquirido una multinacional española, lo mismo que YPF. Esta es la segunda parte del primer curso que dimos el otro día con el gasoducto respecto de esto que lo público es malo y lo privado es bueno, y viceversa, los que defienden el Estado aun cuando no hace las cosas bien o no le corresponde… Miren: hay que sacarse las anteojeras ideológicas y dogmáticas, sobre todo cuando uno está en la gestión del Estado y siempre poner como horizonte la defensa de los intereses nacionales.
Y lo cierto es que en aquel año 2008, a muy pocos meses de asumir mi primer mandato como presidenta de la República Argentina, el Estado argentino le pagaba los salarios a los trabajadores y trabajadoras de Aerolíneas Argentinas y también el combustible de sus aviones, el JP1. Además de todos los inconvenientes que había por el grado de conflictividad que había con los trabajadores ante lo que era el desmantelamiento de la empresa y lo que era, fundamentalmente, también el temor de los trabajadores ante la desaparición y crisis de su fuente de trabajo. O sea, no fue una decisión ideológica, fue una decisión pragmática, de gestión económica. El Estado pagaba salarios y combustibles a una empresa privada. Obviamente, recuperamos… y algunos tips de lo que fueron esos años de privatización y, vuelvo a repetir: no estoy en contra ni a favor de lo privado y de lo público, simplemente analizo lo que nos pasaba. Los 28 aviones de la empresa habían sido vendidos de la empresa, la habían vaciado. No solamente eso, vendieron importantísimos y valiosísimos inmuebles en Nueva York, en Madrid, en Miami, en Roma, en Caracas, en Colombia. Vendían los inmuebles. No solamente eso, salían los aviones y cuando volvían las rueditas y los repuestos habían sido cambiados y eran viejos. Y se quedaban allá, afuera, en el país de origen de la empresa que había privatizado. No solamente eso, mandaron al pasivo de Aerolíneas los 260 millones de dólares que habían pagado por la privatización. Vendieron, como señaló Pablo, los simuladores, con lo cual dos veces al año todos los pilotos de Aerolíneas Argentinas tenían que viajar al exterior, con lo que esto significaba en materia de erogación de divisas y también de sustitución porque tenían que salir afuera, no era que lo estaban haciendo acá en su país. Con lo cual las licencias eran siempre más prolongadas, esos son algunos de los tips de la etapa de la privatización.
Yo cuando escucho a alguno decir que va a privatizar. Pero eso ya lo hicieron y fue horrible, fue ruinoso para el país y fue ruinoso para la conectividad argentina. Claro, porque a Calafate quieren viajar todas las líneas, a Bariloche también, a Tierra del Fuego, a las Cataratas, a Purmamarca, pero hay lugares de nuestro país que si no llega Aerolíneas Argentinas no tienen vuelo. Río Gallegos, me hago cargo, que no es un destino turístico, pero estamos a más de 2000 kilómetros de la Capital Federal.
Entonces, me parece que es necesario, además, también plantear que la rentabilidad que da Aerolíneas Argentinas a toda la industria turística: hoteles, restaurantes, transfer, todo lo que mueve el turismo, los comerciantes que venden sus cosas en los lugares turísticos… Esas rentabilidades, esos balances, esos puestos de trabajo, no se olviden que el turismo es uno de los servicios más personalizados y que más mano de obra demanda. Así como hay otras actividades con el uso de las computadoras, con el uso de la modernidad o de la posmodernidad, van eliminando puestos de trabajo, el turismo al revés, los crea, porque es lo que viene. Es el esparcimiento y entonces, eso genera mucho y cuanto más calificado es el destino turístico más cantidad de puestos de trabajo genera.
Por eso, es importante hablar, Sergio recién decía… no voy a pasar los números de lo que fue la modificación, después los voy a sumar a mi cuenta en la red, lo que fue desde el 2008, que fue el año de la estatización al 2015, ya los mencionó muchos Pablo, pero los vamos a subir, fue un giro de 180 grados el de la empresa en cuanto a rutas, en cuanto a cantidad de pasajeros, en cuanto a cantidad de naves.
Bueno, hoy tenemos el cuarto simulador de vuelo, ¡Extraordinario! Y hablando de simuladores de vuelo, y vos decías de candidatos serios y rigurosos con los números, alguien debería inventar un simulador de presidentes, por favor, urgentemente. Donde lo pusiéramos a uno, claro con los números de la Argentina y con los problemas de la Argentina, no de Suiza ni de Suecia ni de Noruega. Porque hablando de simuladores, muchas veces simulamos en la Argentina como que la inflación o el Fondo Monetario y la deuda son fenómenos de la naturaleza. No son fenómenos de la naturaleza. Los han provocado, los han traído. Y digo esto, porque, vinculado también con la cuestión anterior de cuando inauguramos el gasoducto. Yo creo Sergio, viste que todo el mundo está esperando siempre a ver cuál va a ser el número de la desocupación, que es trimestral, o el número de la inflación, que es mensual, o el de la actividad económica, o de la pobreza también ¿no? que es semestral, es como que hubiera un ejercicio de ver cómo son los números, a ver dónde falla, dónde es más horrible así pegar. Y yo digo que la cuestión macroeconómica, como son los índices de actividad económica, desocupación, ocupación industrial, de pobreza, etcétera, etcétera, todo lo que produce el Indec, por así decirlo, debe ser tomado sin beneficio de inventario. ¿Por qué digo esto? Bueno, porque hace unos días, para ser más precisos el 29 de junio del 2023 se publicó, una vez más, el estudio de 42 páginas de las cuentas internacionales de la Argentina. ¿Qué será eso de las cuentas internacionales? Los dólares, muchachos, muchachas, los dólares que nosotros no producimos dólares, porque no tenemos la maquinita, ¿no? O sea: los dólares que entran por exportaciones y salen por importaciones, turismo, servicio, etc, etc… Pero trae un número muy interesante en la página quinta que nos habla de una cifra fenomenal, Sergio, vos la conocés: 428.635 millones de dólares. Repito, anoten: 428.635 millones de dólares. ¿Qué es eso? Son los activos formados en el exterior por personas físicas y jurídicas argentinas. ¡Hola, qué tal! Bienvenidos a la Argentina donde nos faltan los dólares. En la Argentina faltan, pero afuera de la Argentina hay un grupo selecto de argentinos, escasos. ¿Serán 100 mil, 116 mil? Sobre 46, 47 millones que tienen casi un PBI afuera. ¿Les suena? Eso y la Ruta del Dinero K ¿no? La Ruta del Dinero K, un PBI. Bueno, no era ni K, ni nosotros, el PBI lo tienen argentinos y argentinas afuera. Casi el PBI porque el PBI debe estar en 487.000 millones de dólares. Y si damos vueltita en la página sexta nos enteramos de cuánto es la deuda externa que incluye, por supuesto, al Fondo Monetario Internacional. 275.000 millones de dólares de deuda externa, en la cual obviamente, una parte importante es la deuda privada. En esos 428.000 millones de dólares de activos externos, más de la mitad es moneda, euro o dólar en depósitos o en cuentas de fondos de inversión. O sea: efectivo. Es más, el informe que es éste, miren, lo pueden encontrar en internet. A los periodistas que, seguramente se les pasó. Miren, porque no lo leí en ningún lado che, esto. No sé. Bueno, en la página sexta donde habla de la deuda y también dice el informe que comparado este último trimestre, que es el que mide ahora contra el trimestre del 22, el mismo, o sea enero, febrero, marzo… los argentinos y las argentinas, sociedades o físicas que tienen esos 428.000 millones, incrementaron en 8000 millones de dólares más este trimestre primero del 23 contra el primer trimestre del 22. Mirá si los tuvieras. No tendrías que andar, no es cierto. Serías un hombre feliz y tal vez, la mitad de la sequía por ejemplo. ¿Ven? Eso sí que es un fenómeno natural. Eso sí que es un fenómeno natural la sequía. Pero los dólares que le faltan a la economía argentina no son un fenómeno natural. Una parte podrá ser de gente… pero ustedes se imaginan que si todo esto estuviera declarado, los ingresos fiscales serían monumentales con lo cual tampoco tendríamos déficit fiscal. Con lo cual quiere decir que parte, gran parte de la formación de estos activos se debe a evasión impositiva o a sobrefacturación de importaciones o subfacturación de exportaciones.
Digo esto porque es necesario que los argentinos y fundamentalmente sus clases… porque, a ver: los trabajadores y el argentino de a pie no tiene… Cuando encontraron los Panama Papers ya sabemos quién estaban. Pese a que nos buscaron a todos los K, no encontraron a ningún K. Estaban los M. Así que la realidad… yo creo que es necesario que todas las cúpulas dirigenciales, no de la política solamente, sino empresariales, religiosas, sindicales, sociales, pudiéramos dejar de ser simuladores de una discusión en la que parece que nos desvivimos en los medios de comunicación por los índices de la pobreza, que son crueles, es cierto. O por los índices de la inflación que son graves, es cierto pero, nunca hablamos de la riqueza. Parece ser que todo esto se produjera por un fenómeno natural. Es necesario volver a hablar en serio con rigurosidad y con honestidad intelectual de los problemas que tenemos los argentinos y de cómo resolverlos con los números en la mano. Y con el ejercicio de responsabilidad que a cada uno le cabe. Porque al Fondo Monetario no lo trajo este gobierno, no lo trajo el peronismo o el kirchnerismo o como quieran llamarlo. Es más, el peronismo o el kirchnerismo le habían dicho out, game over de la Argentina allá por el 2005. Y lo trajeron de vuelta.
Y claro que la Argentina es una sola y tiene que hacerse cargo frente… pero el Fondo Monetario también es uno solo. Porque si nosotros tenemos que hacernos cargo del desmanejo que tuvo el anterior presidente cuando convocó al Fondo, el Fondo en su actual autoridad se tiene que hacer cargo del desmanejo que tuvo la anterior directora. Porque la continuidad institucional es para todos y para todas. E igualmente el gobierno de los Estados Unidos… Está bien que el actual presidente no tiene nada que ver con Donald Trump, es más, parece que están enfrentados pero oiga, diga, señor, mister, la continuidad también es para ustedes.
Entonces me parece que es necesario un fair play en serio y reglas de juego claras y, fundamentalmente, que podamos discutir. Seguramente, después que pasen las PASO, en donde estén definidas las candidaturas va a ser obligación discutir en serio sobre estas cosas. Porque, en serio que está en juego el destino de los argentinos. Y me parece que un ejercicio de responsabilidad es hacerse cargo cada uno de la parte de la historia que le corresponde en esta historia. Esto no se puede tomar con beneficio de inventario. Cuando miren el INDEC, no miren solamente las cifras de desocupación o de pobreza o de inflación. Miren también esto que son los dólares, los miles de millones de dólares que se van de la República Argentina causando un fenómeno… porque la inflación en nuestro país está directamente atada al dólar. ¿Y por qué? Y perdonen que insista tanto con lo de la economía bimonetaria. Pero por una razón muy sencilla: porque cuando los empresarios, los comerciantes, calculan su rentabilidad sobre esta botella de agua que producen, sobre este vaso que producen, no lo hacen como indicarían los manuales de la economía de mercado. “Bueno ¿cuánto me salió el costo?” “Tomo lo laboral como un costo, la parte impositiva, etc… los insumos, amortización, todo y me va a dar una rentabilidad… 20.” No, no, no. Se hace calculando la cantidad de dólares que quiero comprar. Y además, cuando se nos produce la brecha por la escasez de dólares, ya ni siquiera lo hacen al dólar que consiguen para importar o para exportar sino que lo hacen al dólar blue. Al ilegal. O sea, bienvenidos a la Argentina. Este es el drama que tiene la Argentina. No lo tiene un gobierno, no lo tiene una ideología, métanselo en la cabeza. Lo tiene el país como estructura económica, social y política. Y es necesario, de una buena vez por todas, hacerse cargo de cómo abordar este problema.
Bueno. Dicho esto yo quiero decirles a todos los trabajadores y trabajadoras de Aerolíneas Argentinas: me puse muy contenta cuando lograron la fusión de Aerolíneas y de Austral porque yo sé que ese era un drama casi existencial en la compañía y que fue una decisión inteligente y aceptada, afortunadamente, por trabajadores y trabajadoras. Y también por el esfuerzo y la garra que le ponen, por la eficiencia en la gestión y por el orgullo de haber tomado una decisión hace 15 años y después de 15 años decir: no nos equivocamos, fue una buena decisión. Pocos, tal vez muy poquitos, que hayan ejercido la presidencia en nuestro país van a poder decir dentro de 15 o 20 años: lo hicimos y lo hicimos bien.
Muchas gracias a todos y a todas.