Palabras de la Presidenta de la Nación en el acto de inauguración de redes de transporte de alta y media tensión y estaciones transformadoras y de obras hídricas, en Formosa. 16 de septiembre de 2014.
Gracias, muchas gracias Formosa; señor Gobernador de la provincia; señor vicegobernador; señor Intendente; compañeros y compañeras; amigos y amigas; compatriotas: la verdad que me embarga, esta noche, un sentimiento profundo de mucha emoción porque no puedo olvidar que fue en este estadio de la juventud, en este Anfiteatro de la Juventud, donde le hablé por primera vez, como candidata a la Presidencia, a todos los formoseños.
Él, mi compañero de toda la vida, estaba aquí siempre junto a mí, sentado allí, mirándome y escuchándome, pero yo quiero decirles a ustedes que lo escuchaba a Gildo su agradecimiento de todo lo que se ha podido hacer, gracias a este proyecto nacional, en esta querida Formosa, pero déjenme decirles algo, que no quiero olvidarme, porque lo tengo acá adentro, y lo tengo pensado desde que vine y quería venir a decírselo yo a ustedes, mucha gente que hacía mucho tiempo, que no venía a Formosa por distintas circunstancias, se encuentra conmigo, y se muestra sorprendida de esta Formosa, absolutamente diferente, del año 2003 a la fecha, no pueden creer los caminos, las rutas, esa Ruta de Capricornio, que corta longitudinalmente la provincia; los hospitales; las miles de escuelas, la universidad, ese hospital modelo y me dicen: “es increíble”, pero saben lo que me cuentan, me dicen: “lo más increíble de todo, es que cuando uno entra a un bar, va a comprar algo a una tienda o sube a un taxi no hay formoseño que no hable de Néstor Kirchner y del Acta de Reparación Histórica”.
Yo les quiero agradecer, porque les llama la atención, que cada uno de ustedes les cuente que todo esto empezó, un 28 de mayo, cuando Néstor vino y firmó aquí, ante todo el pueblo de Formosa, un compromiso de reparar las injusticias, las inequidades, los olvidos a los que habían sido sometidas todas las provincias argentinas, entre ellas Formosa. Pero saben qué, saben por qué tengo especial agradecimiento con el pueblo de Formosa, porque esta transformación ha llegado a todos los rincones de la Patria, pero no en todos los lugares lo recuerdan de esta manera, y lo agradecen de esta manera. Por eso quiero yo agradecerles a ustedes, darles las gracias por el reconocimiento a la memoria y a la tarea de mi compañero.
Hoy, que venimos a traer vida, porque con más de 1.000 millones de pesos, que inauguramos hoy en obras de electricidad, con este compromiso con el agua…agua y luz que es vida, que es producción, que es progreso, que es inclusión social, que es incorporación a la calidad de vida de miles y miles de compatriotas.
Pero lo más maravilloso de todo, yo te escuchaba recién Gildo, hablaste, por lo menos debes haber hablado media hora, no está mal, saben lo más maravilloso que podemos hacer los dirigentes de este espacio político, que podemos hablar más de media hora o una hora contando las cosas que hicimos y no criticando a los demás. Esto es y no es soberbia, no es vanidad, es sencillamente la verdad, podemos plantarnos frente a un micrófono en cada uno de los rincones de la Patria y hablar, durante horas, de las cosas que hicimos sin tener que criticar a Juan, a Pedro, a Diego o a Juana.
Esto significa que hay gestión de Gobierno, pero no gestión de administración, sino de proyecto político, que concibe a la Patria como un todo, conformado por distintas partes, que de acuerdo con el desarrollo que han tenido históricamente necesitan algunas más ayuda y más apoyo que otras. Esto es como cuando uno tiene una familia, no todos son iguales, algunos necesitan mayor ayuda porque le cuesta más, porque la naturaleza les fue más adversa, entonces ahí tiene que estar la familia, el padre o la madre para precisamente equilibrar. De eso se trata y lo que queremos lograr en la Argentina es desarrollo equilibrado, equitativo y justo de Norte a Sur y de la cordillera hasta el mar.
Por eso, Néstor concebía como buen provinciano, como buen hombre del país profundo, la necesidad de llegar a todos los rincones de la Patria con las energías, con el agua, con la luz. Por eso las líneas de alta tensión cruzando el país, hasta la Patagonia, o acá en el NEA-NOA. Nos decían que no era rentable, nos hablaban de provincias inviables, que era como decirnos casi que estábamos al divino botón, acá en la República Argentina, porque cuando un gobernante le dice a un pueblo que sos inviable es como que ya no contás más para ningún proyecto ni para ningún plan.
Y acá estamos, los argentinos – y en particular los formoseños – extendiendo las fronteras agropecuarias, incorporando el riego, incorporando líneas de alta tensión, un sistema de salud y un sistema de educación que pueda llegar a todos y cada uno de sus habitantes. Y lo hacemos con humildad. Yo me acuerdo cuando él no prometía nada, cuando no decía que se la sabía todas, simplemente venía a ofrecer su corazón y su compromiso con los intereses de la Patria. Vieron que hay algunos que cuando uno los escucha en campaña y parece que se la saben todas, hasta la fórmula de la Coca Cola, pero después cuando llegan al gobierno, no saben hacer ni un mate cocido.
Pero bueno el tema es que ese patagónico empezó la marcha, que nos debíamos los argentinos, la marcha del desendeudamiento de la patria, de esa deuda externa, que nos pesaba como una Espada de Damocles y que nos impedía crecer y desarrollarnos, no le echó la culpa a nadie, no dijo: “no puedo hacer tal cosa, por toda la herencia que recibí”, al contrario se arremangó junto al resto de los argentinos y empezó a trabajar y vaya que trabajó logrando la reestructuración de deuda soberana más importante de la que se tenga memoria. Esa reestructuración de deuda, que otros contrajeron, y que nosotros pagamos y seguiremos pagando porque no vamos a permitir que tiren abajo el esfuerzo de todos estos años, de tantas generaciones de argentinos.
No les voy a decir, ni tampoco les voy a mentir que duele muchas veces duele, como me ocurrió el pasado 9 de septiembre, cuando conseguíamos en el seno de las Naciones Unidas, ahí donde se encuentra el mundo reunido, conseguíamos el apoyo de 124 países para lograr que por fin Naciones Unidas discuta y debata y legisle, en materia de reestructuración de deuda soberana.
¡Cómo no te va a doler cuando te vota gente que ni siquiera te conoce ni tiene idea de dónde está la Argentina y los que viven acá adentro, algunos por suerte pocos, en su ceguera o en su incomprensión!
No se dan cuenta que creen que votan contra un gobierno y en realidad están votando contra los argentinos y hasta contra sus propios intereses, porque si quieren conducir el país, tienen que conducir un país ordenado, organizado y donde se pueda seguir adelante, donde no sea cada vez empezar otra vez de vuelta, sino tener un proyecto estratégico de país.
Yo lo escuchaba recién a Gildo cuando decía que la última planta de agua potable se había hecho en el último Plan Quinquenal, el segundo Plan Quinquenal de Perón; el Intendente me apuntaba año 52. ¿Saben qué? Yo todavía no había nacido y se había hecho la última planta de agua potable aquí en Formosa. La otra la hicimos nosotros. ¡Cómo no sentirnos orgullosos de todo el trabajo y de todo el esfuerzo! ¡Cómo no sentirnos orgullosos hoy de venir a firmar este plan de agua para la producción y la sociedad, que es lo mismo Gildo!
Vos recién decías doble propósito, producción y sociedad. Yo te digo que es uno, no hay producción ni sociedad ni ninguna sociedad puede vivir si no produce. Esto también lo aprendimos dolorosamente en la época del neoliberalismo cuando nos quisieron convencer que lo importado era todo mejor que lo nacional o lo argentino producto de décadas de vaciamiento cultural.
Porque, ¿sabés qué? Es terrible el vaciamiento económico, pero mucho más grave, muchos más profundo, mucho más irreparable es el vaciamiento cultural que se hace de los pueblos cuando se los convence de que no sirven para nada y de que no pueden hacer las cosas para progresar por ellos mismos.
Vos citabas recién a don Arturo Jauretche y lo citabas correcta y adecuadamente. Jauretche decía que se necesita gente triste, porque la gente triste no tiene ganas de pelear, ganas de luchar o ganas de progresar y que los pueblos tristes están destinados al fracaso y a la colonización.
Por eso, cuando veo que a partir de todas las obras que hemos hecho, que podemos seguir enumerándolas, que a partir de todas las cosas que hemos logrado tenemos una juventud llena de alegría, de sueños, de esperanza y de ilusión, digo que ese es el verdadero triunfo de este espacio político.
Ustedes no saben, queridos jóvenes, la importancia de la diferencia cualitativa entre la experiencia política que nos tocó vivir a nosotros como juventudes de las que están viviendo ustedes. Nosotros, cuando nos incorporamos a la militancia política, veníamos luchando contra la dictadura, contra las proscripciones. Nuestras marchas no eran marchas como las de ustedes, con pobo, con alegría, con banderas que se agitan, con murgas. Eran caras adustas, casi por momentos parecíamos jóvenes viejos, con el gesto crispado, con enojos porque nos habían arrebatado tantas cosas, porque no teníamos libertad para decir lo que pensábamos, para gritar lo que queríamos. Ustedes han tenido la inmensa suerte de poder vivir en un país libre, plural, democrático, pero en pleno crecimiento que los incorpora, pero no para el futuro, sino hoy y ahora, para este presente.
A nosotros, nos hablaban siempre del futuro y yo creo que el logro más importante estratégico de un país, es que las generaciones que tienen que suceder a los estamos gobernando, a nosotros, que somos la generación del bicentenario, la generación que nos tocó ingresar al siglo XXI en un país devastado, hoy podemos decirles a ustedes que les estamos dejando un país totalmente diferente al que recibimos y que en ustedes, en su capacitación, en su educación, en su participación, en su lucha también, porque quiero decirles que no esperen que nadie les regale nada, lo van a tener que conseguir ustedes con trabajo, con militancia, con capacidad, con participación, con educación y van a ser, seguramente, los protagonistas como nos tocó a nosotros también.
Yo recuerdo con mucha emoción y mucho cariño aquel 25 de mayo del año 2003, sentada en una banca viendo jurar como presidente a mi compañero, 30 años antes, 30 exactos años antes era un joven desgarbado, de pelo largo, como tantos de ustedes que agitaba banderas y gritaba en la Plaza de Mayo. Y cuando lo veía ahí, con la bandera presidencial cruzándole el pecho, con el bastón de mando en su mano, casi como jugando a ser presidente, me parecía ver a otros miles de tantos jóvenes que quedaron en el camino.
Ustedes tienen la suerte que no tienen que dejar a otros compañeros en el camino, sino que tienen la suerte de que todos los días se incorporan nuevos compañeros con nuevas ilusiones, con nuevos sueños, con nuevas esperanzas.
¡Qué país tan diferente, qué historia tan distinta!
Es maravilloso venir aquí y compartir con ustedes este momento. Podría comenzar a enumerar cifras, acá tengo mis anteojos, mis papeles, pero no quiero venir…con las cifras de Gildo ya alcanza y sobra, no los pienso volver locos a todos. Además, las tiene que decir él que para eso es el Gobernador elegido por todos ustedes.
Porque, ¿saben qué? Esto tampoco lo puede hacer un solo presidente, porque Néstor vino a firmar el Acta de Reparación Histórica, a poner los recursos, pero también hubo una gestión provincial que se hizo cargo de este proyecto y puso todo lo que había que poner para que pudiera ser aprovechado e incorporar a Formosa en el tramado nacional.
Si hoy estamos inaugurando obras por más de 1.000 millones de pesos, únicamente para Formosa, es porque antes la línea de alta tensión de 500 kilovatios NEA-NOA atravesó todo el Norte argentino, para incorporar a todas las provincias.
Y ahora vamos por el gas, porque para que se enteren también algunos, todavía tenemos 5 provincias argentinas que no están conectadas al gas y Formosa es una de ellas. También vamos a saldar esa deuda histórica con el NEA argentino, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y el norte de la provincia de Santa Fe.
Siempre lo repito hasta el cansancio para que entre en cada una de las cabezas que tuvieron la suerte siempre en su casa, como de hecho la tuve yo que vivía en la ciudad de La Plata, en un gran centro urbano de tener una casa donde uno movía la perilla de la cocina y encendía la hornalla o la estufa cuando hacía frío. Esta suerte no la tienen los 40 millones de argentinos, todavía hay argentinos que tienen que estar arrastrando una garrafa o un tubo de gas para poder cocinar o calentarse.
Con todos esos argentinos, e inclusive también debemos decirlo, todavía nos falta en algunos grandes centros urbanos, donde todavía en la periferia falta llegar. Porque faltan muchas cosas y como digo yo, mientras haya un solo pobre en la Patria, vamos a estar en deuda histórica con lo que nosotros hemos pensado toda la vida como militantes pero, por sobre todas las cosas, como argentinos.
Por eso, estar hoy aquí, en este increíble Anfiteatro de la Juventud, digo increíble porque uno siente como que puede tacarlos y tomarlos con la mano a cada uno de los que están aquí.
Quiero decirles que los siento así, muy cerca de mi corazón y quiero una vez, antes de terminar, agradecerles todos los homenajes incontables a la memoria de él, agradecer este lugar maravilloso de la ciudad donde las novias me cuentan que van a sacarse fotos, quiero agradecerles el cariño, la memoria, porque ¿saben qué? Mi abuela, una española que como tantos otros bajó de los barcos con una mano atrás y otra adelante, siempre me decía que es de bien nacido ser agradecido.
Y por eso quiero agradecerles a ustedes, a todo el pueblo formoseño el inmenso cariño que siempre me dispensan. Pero sepan también que acá hay un ida y vuelta, que yo también los quiero mucho y los llevó siempre muy dentro de mi corazón.
Gracias, Formosa; gracias una vez más por tanto cariño, por tanto amor, por tanto acompañamiento, no presten atención a las pálidas como las malas vibraciones, siempre con la buena onda y con alegría. Y gracias por el frío también, porque hoy hace frío en Formosa.
Muchas gracias, gracias Formosa.