Olivos. Mediodía. Ya de vuelta de una semana de agenda internacional intensa. Algunos comentarios de ayer en el Salon du Livre de París, junto al Primer Ministro francés Jean-Marc Ayrault.

Quiero agradecer a la France que Argentina sea invitada de honor en la Semana del Libro en París. Hay un un vínculo entre nuestros países que se da antes de la cooperación literaria y que tiene que ver con el devenir histórico. Nuestras ideas libertarias, nuestros jóvenes jacobinos, Mariano Moreno; French y Beruti; Bernardo de Monteagudo; los pensadores de la Revolución de Mayo abrevaron en esos postulados de la Revolución Francesa, de los escritos de Jean-Jacques Rousseau y de todas las ideas libertarias que eran del mundo.

Hace 50 años el General de Gaulle fue recibido en nuestro país y por orden del General Perón, las juventudes políticas –fundamentalmente la JP– se lanzó a la calle en inmensas manifestaciones, el peronismo estaba proscrito gritando: “¡Perón, de Gaulle, tercera posición!” y “¡Perón, de Gaulle, un sólo corazón!”.

Les contaba sobre Leopoldo Marechal, su abuelo vascofrancés, su apellido era Marék Chal, y él, en el año 1930, lo argentiniza y lo convierte –todo seguido– en Marechal. Como era un hombre muy identificado con el peronismo, fue muy invisibilizado, y el Papa me decía “qué bueno que sería que se acordaran de ese gran autor argentino Leopoldo Marechal”. Ambos compartimos el gusto por su obra. El que más le gusta –a mi también–-: “Megafón, o la guerra”. Me dijo que tiene un ejemplar en Santa Marta. Así que, vaya como pedido de Su Santidad, que podamos recordar a ese gran argentino, a ese gran escritor que fue Leopoldo Marechal, y que podamos editar sus obras para que sean conocidas por más argentinos.

En nombre de todos los argentinos, el eterno agradecimiento de mi país a la acogida que Francia tuvo para miles y miles de argentinos y argentinas, que encontraron su segundo hogar, su segunda patria allí en Francia.

Ah! Me olvidaba. Se acuerdan lo que dije en París, junto a François Hollande, sobre el doble standard? Es fundamental para el respeto al derecho internacional es no tener doble standard a la hora de tomar decisiones… Bueno, el doble standard no es bueno para el derecho internacional, pero para otras cosas tampoco…