Hola. Estas cosas con Mariano no me pasaban porque llegaban los aviones a tiempo. Bueno, nada, primero un agradecimiento a la República Bolivariana de Venezuela en la persona de su embajador, por haber propuesto, por habernos propuesto al Instituto PATRIA realizar aquí un homenaje al aniversario del natalicio de Hugo, de Hugo Chávez. Me encanta, embajador, que recordemos a la gente cuando nace, ¿no? Porque hay una cosa media latina de recordar a la gente cuando se muere y no, a la gente hay que recordarla siempre viva, sobre todo a los grandes, porque los grandes no mueren nunca, no se van nunca.
Agradecerle a Stella Caloni, esta maravillosa periodista argentina, también a Luis Bruchstein, a quien queremos mucho y leemos y esperamos su columna siempre de los sábados, un periodista comprometido desde siempre con los derechos humanos y con su país. Y también al Chivo Rossi, un querido compañero, a quien también agradecemos. No sé lo que habrán dicho sobre Hugo, pero me parece que a lo mejor analizaron este momento que vive la región, ¿no?, y seguro se preguntaron qué hubiera pasado si hubiera estado Hugo o si hubiera estado Néstor también, ¿no?
Yo prefiero imaginar y pensar en qué vamos a hacer nosotros. ¿Por qué? Porque yo que provengo de una familia por un lado peronista y por el otro lado no peronista, pero en mi casa siempre desde muy pequeña escuchaba como hipótesis o como certeza decir que si Evita hubiera estado viva no hubiera habido 55 o no hubiera pasado eso o no sé qué hubiera pasado, y la historia no se construye de esa manera ni con esas hipótesis, es incorrecto hacerlo. Entonces lo que tenemos que hacer es saber que la historia la tenemos que construir nosotros todos los días y saber que si estamos en momentos de desafío, en momentos difíciles, lo que hay que hacer es mirar qué es lo que hicieron en otros momentos y fundamentalmente confiar en nosotros mismos y también en las infinitas fuerzas del pueblo.
Hugo confiaba en las infinitas fuerzas del pueblo, Néstor también. No era voluntarismo, era confianza, confianza en el pueblo, confianza en la historia, confianza en las ideas y por sobre todas las cosas la certeza de que la historia no es siempre una marcha permanente hacia adelante ni se escribe como una línea recta o sobre renglones perfectos. Los renglones son torcidos, hay marchas, contramarchas, pero siempre en definitiva, si uno mira la historia, se construye con marchas, con retrocesos y también con mucha experiencia. Y fundamentalmente con mucha confianza en lo que hemos sembrado. Hay que tener mucha confianza en lo que se siembra.
Nos ha tocado vivir otras etapas históricas, y es un momento difícil y complejo en la sociedad. Pero recordarlo a Hugo significa recordar también a quien nos ayudó en momentos difíciles de la Argentina allá por el año 2003, 2004, cuando empezábamos, acá me dice Stella 2005, claro, cómo olvidar esa Mar del Plata, esa Cumbre de las Américas donde, bueno, creo que dimos un paso fundamental en lo que fue el rechazo al ALCA, que fue encarado realmente por quien le tocó presidir esa cumbre y también por Hugo, y acompañado por otros compañeros mandatarios de Latinoamérica.
Recordar a Hugo también es recordar a un personaje entrañable en términos humanos. Yo no quiero recordarlo únicamente como un líder político, como un dirigente, no. Quiero recordarlo a nivel humano, cómo tenía ese poder de conexión con el otro, cómo cuando vos estabas con él parecía que vos eras la única persona que estaba en ese mundo, se tenía eso que tiene muy poca gente que es prestarle la atención al otro, importarle lo que el otro le dice y que puede ser desde el más humilde y de la cosa más simple, él se interesaba en todo, desde lo más complejo, como buen militar y estratega, hasta lo más simple. Lo conmovían las cosas simples también. Ese ser humano entrañable que cantaba el himno nacional argentino, que se lo sabía de memoria y a la perfección, me maravillaba cada vez que iba a Caracas o cuando venía aquí y nos recibía.
Y bueno, quería estar presente en este momento, en este homenaje, a sus 62 años. Y recordar también que cuando él nos ayudó, el mundo nos había dado la espalda y sin su ayuda, sin la ayuda de la República Bolivariana de Venezuela, hubiera sido imposible salir, dar los primeros pasos, para después poner en marcha esa maquinaria formidable que pudimos poner en marcha y remontar el default más importante de la historia, no solamente en lo financiero sino en lo social, porque nos habían defaulteado no solamente en las cuentas, nos habían defaulteado en los derechos, en los derechos sociales, en los derechos humanos, en los derechos cívicos. Nos habían defaluteado la democracia, pero la democracia entendida en su totalidad. La democracia no es votar cada dos años, la democracia es que no nos tomen como consumidores o como usuarios sino que nos tomen fundamentalmente como ciudadanos, que es lo que se está perdiendo un poquito ahora y que tenemos que recuperar mucha ciudadanía.
Hugo Chávez era un ciudadano, no de Venezuela únicamente embajador y compañeros, era un ciudadano del mundo. Era un hombre que se solidarizaba con todas las causas justas y que las hay a lo largo y a lo ancho del planeta; que era pasional, por allí demasiado, y entonces lo confundían y decían que no, que eran gobiernos totalitarios o autoritarios o populistas, como nos calificaron a todos los gobiernos. Éramos, creo que lo hicimos muy bien, gobiernos profundamente populares, nacionales y profundamente democráticos. Tan democráticos como nunca lo han sido con nosotros.
Recuero aquel referéndum, usted se debe acordar embajador, aquel referéndum en el cual se perdió por apenas centésimas, y bueno, podría haber seguido contando y tal vez no hubiera sido ese el resultado. Dicen algunos que inclusive cuando se terminó de contar habían unas centésimas a favor. Y Hugo como sabía que lo iban a acusar de fraude prefirió admitir tempranamente la derrota. Bueno, a nosotros que nos ha tocado ganar una elección, la primera, cuando fue no ya la primera de Néstor sino la primera mía por 23 puntos y luego la otra, nos acusaron inclusive de fraude en algún momento. En fin, a nosotros cuando nos tocó el 49 al 51, como corresponde a toda fuerza democrática, reconocimos. ¿Alguien por un momento imagina lo que hubiera sido al revés? Todavía nos estarían discutiendo el gobierno, todavía estaríamos discutiendo el gobierno.
Pero bueno, no vengo a hablar de política interna, embajador, en un día como hoy, sino a bueno, a culminar este encuentro que no sé a qué conclusiones llegaron pero me gustaría que alguno me… A ver, vos Luis, ¿llegaron a alguna conclusión este panel, la intervención, los moderadores? ¿Qué pasó?
Luis Bruschtein: La conclusión estuvo en la convocatoria. Lo que hicimos fue desarrollarla, pero a Hugo Chávez todos le debíamos este homenaje me parece.
CFK: Sí, sín lugar a dudas, es un homenaje militante, ¿y cuál es el mejor homenaje que podemos hacer para Chávez? El compromiso de cada uno de nosotros en no abandonar la lucha, en seguir trabajando para construir más ciudadanía, más democracia, más justicia, más libertad y más igualdad. Ese es el compromiso y esa construcción tiene que ser una construcción amplia, generosa, una construcción de nuevas mayorías en este… ¿Vos sabés que algunos me dicen eso para mortificarme porque piensan que no me gusta? En realidad mucho no me gusta, pero vos sabés que el otro día alguien me dijo “¿pero cómo no te gusta Elisabeth? Cristina Elisabet son nombres de reina”, y ahí me empezó a gustar un poco más. Mañana tengo un titular: Se supo, le gusta la monarquía, no la democracia. Quiere ser reina. Pero les juro que no, que no quiero ser reina.
Entonces, hablaba de la necesidad de construir nuevas mayorías en un continente en el cual tenemos nuevos desafíos, nuevas problemáticas, y en las cuales muchas veces a las sociedades se les crea un sentido común desde los medios de comunicación contrarios a los propios intereses de ese mismo pueblo. Lo hemos visto en reiteradas oportunidades.
Por eso creo que el desafío es grande y tenemos que saber llevarlo adelante, construir nuevas mayorías a partir de lo que ha significado en todos estos años la construcción de derechos, el empoderamiento de la sociedad y fundamentalmente también comprender, tal vez por allí no lo advertimos oportunamente, pero que fue tal el grado de avance que se produjo en estos años, en todos los frentes, frente de los DDHH, en el frente de los derechos igualitarios, en el frente de los derechos sociales, de los derechos económicos, de la participación de los trabajadores, que ni nosotros mismos advertimos que por allí se estaba generando una reacción de los sectores ultra concentrados que no alcanzamos a advertir. ¿Y saben por qué no alcanzamos a advertir? Porque estábamos demasiado ocupados laburando para que cada vez mayor cantidad de argentinos en la Argentina, mayor cantidad de americanos en este continente tan desigual, pudieran seguir teniendo cada vez más derechos.
Y la verdad que muchas veces… Yo también los quiero mucho. Y la verdad es que cuando uno advierte frente a hechos que parecía que no podrían volver a suceder nunca más en nuestro país, uno advierte que en realidad si una crítica o autocrítica… ustedes saben que en el peronismo la autocrítica consiste básicamente en echarle la culpa al otro, ¿no?, eso es básico. Bueno, pero realmente sí una autocrítica que deberíamos hacernos es que en realidad fuimos demasiado ingenuos. Pensar que después de doce años de las conquistas que habíamos realizado, y me atrevo a decir en el caso de la Argentina, que había sufrido la dictadura –junto con Chile tal vez- más genocida de la que se tenga memoria, y las privatizaciones que no tuvieron lugar por ejemplo en otras partes, en otros procesos, creo que no advertimos ni nosotros mismos la magnitud del avance popular y democrático que habíamos realizado.
No hay en todo el continente una experiencia similar en materia, por ejemplo, de derechos humanos. Todavía podemos ver en los hermanos de la República Oriental del Uruguay reclamar por Justicia, Memoria y Verdad, lo mismo pasa en Brasil, lo mismo pasa por allí en la República de Chile. Somos un modelo en materia de reconstrucción de derechos humanos que es fundamentalmente la tarea de la Memoria, de la Verdad y de la Justicia.
En materia social, realmente, no nos dimos cuenta de la magnitud de lo que habíamos avanzado al convertir a los trabajadores argentinos, que además tienen el más alto porcentaje de sindicalización de todo el continente, no nos habíamos dado cuenta que habíamos logrado que participaran en el PBI prácticamente en el fifty fifty histórico nuestro del 50 por ciento. Y que tenía no solamente el mejor salario en dólares sino también en términos de paridad del poder adquisitivo. Y me parece que muchas veces no se dieron cuenta ni hasta los propios beneficiarios de esto, porque bueno, comenzaron reclamos que, impulsados de distintos lados, convertían al Gobierno casi como que le sacaba cosas a las trabajadores, cuando en realidad no hacía más que darle cosas todos los días. Y espero que algunos se estén dando cuenta ahora, un poco tarde, pero bueno, espero que se estén dando cuenta.
No nos dimos cuenta el avance formidable que habíamos hecho por ejemplo en materia de desmonopolización, el avance en legislación de monopolizadoras de la comunicación y la información, que también nos fue detenida por lo que yo denomino el Partido Judicial.
No nos habíamos dado cuenta lo que habíamos avanzado en ciencia y tecnología, hasta que el otro día una meme en las redes sociales, que me causó muchísima gracia, no sé si la vieron, que el Arsat al espacio le pusieron una botella de aceite del otro lado ahora también al espacio. Bueno, yo me reía mucho porque el sentido el humor de la gente en las redes realmente… A mí me divierte mucho el humor, no me molesta que se rían de mí, nunca me molestó durante los doce años y medio además. Si me hubiera enojado por las cosas que decían en la televisión tendría que estar con el pelito como vos Stella, blanca, en canas, tengo canitas pero las tiño con gena, viste
Realmente, bueno, con mucho humor, me encantaba esa botella de aceite lanzada al espacio junto con el Arsat como comparación, entonces no nos dimos cuenta de todo eso pero sí hubo algunos que se dieron cuenta de todo lo que habíamos avanzado. No son muchos, pero son muy poderosos en lo económico, en lo mediático y también con algunas herramientas, las suficientes para crear en algunos sectores de la sociedad un sentido común de hacerle confundir sus propios intereses. Es una cosa que tenemos que analizar, tenemos que pensar y repensar, y no desde el término comunicacional, no. Yo creo que hay mecanismos que ellos han estudiado en el ser humano, en la condición humana, en la psicología de cada persona, que lo han hecho mucho más profundamente que nosotros. Y cuando digo nosotros no hablo de nosotros como espacio político, hablo de nosotros como todos aquellos sectores de nuestro país o de cualquier otro sector de nuestro continente o del mundo que aspira a una sociedad igualitaria, equitativa y justa. No estoy hablando en términos partidarios, por favor, estoy hablando en términos de compartir un modelo de vida, un modelo de solidaridad. Qué es lo que opera en el ser humano, ellos lo han estudiado muy bien; qué opera en el ser humano que cuando logra una determinada movilidad social ascendente, logra progresar, es como que se desprendiera de lo colectiva, es como que se desprendiera de todo aquello que lo hizo subir como proyecto político, y muchas veces, no digo todos, pero un segmento importante determinante a la hora de ejercer el voto democrático, puede voltear un proyecto que finalmente termina actuando contra él mismo.
Vengo del sur, y hoy leí en los diarios locales, de la región, nacionales y también locales, que una empresa muy importante petrolera en Chubut, en la cuenca del Golfo San Jorge, había más de trescientos telegramas de suspensión laboral a partir del 1 de septiembre sin goce de haberes y sin estabilidad laboral. Los sindicatos, obviamente, hoy dijeron que van a incendiar las provincias si realmente se producen los despidos masivos, y un diario de mi localidad, de Rïo Gallegos, Santa Cruz, informaba que YPF, nuestra YPF, tiene la mayor cantidad de equipos parados.
Esos mismos sindicatos tal vez, y gremios, con muy buenos salarios, que fueron logrados durante estos doce años, eran uno de los que más luchaban en el tema, por ejemplo, del famoso impuesto a los altos ingresos. Y ven cómo bajan, y miren qué fenómeno se produce que los precarizan, producen la crisis y luego, cuando terminan de producir la crisis es más fácil manejarlo. Porque la mayoría de los equipos parados hoy en la cuenca del Golfo San Jorge son de Yacimientos Petrolíferos Fiscales.
Miren qué contradicción: han reducido un 25% la inversión de la petrolera estatal en lo que es el upstream, o sea, en lo que es la exploración y la explotación, en lo que es sacar petróleo y gas, energía. Y aumentaron los dividendos, la distribución de ganancias, como al estilo de Repsol. Pero al mismo tiempo nos dicen que hay escasez energética. Entonces, ¿cómo? ¿hay escasez energética y reducís la inversión en combustibles fósiles y destinás 5 mil millones de dólares a invertir en eólicas que son un 30% menos que lo que te produce la energía fósil y un 50% menos de la nuclear y un 20% menos de la hidráulica? ¿Qué, están creando una futura crisis en YPF para después venderla y sabotearla?
No, no es el mundo al revés, es el mundo de ellos, no el nuestro. Y la verdad que no se entiende, porque se anuncia por un lado escasez energética, se dejan de perforar pozos, se dejaron de perforar un 36% de pozos, ¿qué tendrá que ver con Chávez? Bueno, Chávez era de un país petrolero, tiene que ver también. Todo tiene que ver con todo, y entonces por un lado se nos dice que hay déficit fiscal, que hay escasez energética, por el otro lado se importa gas de la Shell, por otro lado se endeuda al país en 3 mil millones de los 5 mil millones de las energías eólicas. Es una cosa, un galimatías, es una suerte de rompecabezas que no es inentendible, que es fabricar una crisis para luego actuar sobre la consecuencia de esa crisis diciendo que la culpa la tiene la escasez de energía y de las políticas que se llevaron adelante.
Pero lo cierto es que Chubut y Santa Cruz hoy son dos provincias que probablemente tengan severos problemas si no se revierte esta política en materia petrolera y la tengamos los argentinos también, porque después nos dicen que las tarifas se producen porque hay escasez de energía, y que tenemos que abrigarnos mucho. Yo les puedo asegurar que en Santa Cruz, anoche hacían unos 6 grados bajo cero, hoy me levanté y tengo que confesarles algo, y se van a enojar por ahí. Cuando hoy abrí la ventana de mi cuarto en Calafate nevaba, los copos y yo decía… y me tengo que ir para allá, mirá que lindo que está acá nevado y hacía un frio bárbaro y uno tiene que estar abrigado en la casa pero bueno, patagónica, sureña y la nieve es entrañable.
Pero la verdad que cuando uno mira todo esto, mira el mundo y mira todo lo que pasa en nuestro país y en la región, es cierto que los extrañamos pero no hay que hacerlo con nostalgia en absoluto, hay que extrañarlos y la mejor forma de extrañarlos es imitarlos, imitarlos en lo que harían. No en lo que hicieron, sino pensar nuevas formas y como digo yo, construir nuevas mayorías. Es necesario, es imprescindible construir en nuestra región y en nuestra patria específicamente nuevas mayorías que nos permitan asegurar estos derechos.
También vengo pensando muy seriamente, así casi en voz alta, creo que es la primera vez que lo voy a decir en voz alta. Trabajamos mucho durante doce años y medio generando derechos, generando también responsabilidades, pero creo que también nos faltó un diseño y una construcción institucional constitucional que permitiera dar mayor certeza y mayor seguridad a las conquistas. Porque la verdad que estábamos tan ocupados en la tarea y en el trabajo que pensamos que el hecho de leyes eran suficientes y no, creo que es necesario también que los argentinos tengamos un debate acerca de cuáles derechos queremos asegurar como piso para todos nosotros, qué cosas no nos pueden arrebatar; qué cosas se pueden discutir, qué cosas se pueden variar, pero cuál es el piso, el piso de derechos, el pido de garantías que los argentinos no estamos dispuestos a ceder. Este es un debate que tenemos que darnos.
Y es un debate que exige también una gran participación ciudadana, yo creo que esta es la clave. Todas las cosas que se han logrado se han logrado a partir de la impronta de un Gobierno. Bueno, ahora es a pesar de todo esto, de todo lo que ha pasado, me parece que lo que tenemos que lograr es ver cómo se articulan las infinitas fuerzas del pueblo, de sus organizaciones libres, de sus trabajadores, de sus intelectuales, de sus científicos, de sus dirigentes sociales, para dar esta discusión, este debate, que no es una discusión debate únicamente en mesas. No, esta discusión y este debate también se da en las calles, se da en las fábricas, se da en las universidades, se da en los barrios, en los clubes de barrio, en las juntas vecinales, en todos aquellos lados en donde pueda juntarse gente que aunque venga de una historia diferente o de un partido diferente, sepa que a fin de mes tiene que llegar de la misma manera que cualquier otro partidario o no, y que es necesario entonces saltar por encima de esas diferencias y reitero una vez más, volver a construir nuevas mayorías.
Por eso creo que, quiero terminar en este homenaje a Hugo en su 62° aniversario, en esa foto que elegí personalmente. Parrilli le había puesto una foto… ¿dónde está Parrilli? O no sé quién, se fue, anda por ahí. Bueno, no sé quién acá del Patria le había puesto esa imagen suya típica del comandante que era con su boina de paracaidista, ustedes saben que Hugo era un militar y era paracaidista. Y yo dije no, ahí está, esa. Bueno, esa le dije que no… ¿Saben cuál elegí? No me había dado cuenta y me estaba mirando de atrás, no me di cuenta y me estaba mirando de atrás. Bien. Y dije no, yo quiero esa foto porque cuando uno va al cuartel de la montaña, en el lugar donde él descansa, que es una maravilla ese lugar, parece creado para él. Si alguna vez tienen oportunidad de ir a Caracas no dejen de ir al cuartel de la montaña, es un lugar maravilloso, mágico. Está esa foto inmensa, una gigantografía, que lo evoca en el cierre de su campaña presidencial debajo de la lluvia, empapado, empapado, con una multitud, y bueno, me eligieron la foto justa y la pusieron en el flyer. Él está como señalando y con un micrófono en la mano.
Esta es linda también, pero bueno pero no era para… Es linda también, es linda, a mí me encantan las boinas. Esa boina la tengo porque él me regaló una de paracaidista del ejército venezolano, la tengo conmigo. Las boinas me encantan, pero son por ahí para otro momento que también por ahí… ojo, llega el momento en que también tenés que ponerte la boina pero… No, por favor, es una broma, es una broma, ¡es una broma! Mañana… no, no, no. Aclaración total, a mí la boina, yo me la pongo cuando hace frío, cuando nieva, cuando llueve, ojo, nada de malas interpretaciones. Así que nada. No, ¿sabés que no Hebe? ¿Sabés que no tengo ganas de ponerme la boina? No, no, no. Yo creo que no es necesario ponerse la boina, hay que tener las ideas en la cabeza, hay que tener el corazón con la gente y hay que tener lealtad con la patria, con la patria, no con nadie más, con la patria. Gracias por acompañarnos, gracias embajador, gracias Stella, gracias Luis, gracias Chivo y gracias a todas y todos por acompañarlo. Los quiero mucho. Muchas gracias.