Posiblemente sería buenísimo que a las embarazadas se nos construya una especie de búnker para habitar por nueve meses.
La realidad es que la gente se vuelve muy tediosa. Te tocan la panza extraños, los cuales también se toman el atrevimiento de decirte cómo tenés que comportarte y con dotes que sólo tendría un adivino, también te dicen cómo te vas a sentir a futuro, es decir cuando ya seas mamá. Y ni hablar de cuando nacen los bebés. Como si la embarazada y los hijos les pertenecieran a todos. Por eso mismo, créanme, soy una fiel militante de construir casas para que las embarazadas estén como quieran.
Una lástima que no se me haya ocurrido a mí, y se les haya ocurrido a los chicos y chicas de Infobae. Digo chicos y chicas porque hoy leí una nota que no firmó nadie. Sí, hasta en los medios más populares y masivos se goza del anonimato en internet.
Durante los casi doce años (y digo casi, porque me fui antes que Cristina terminara el mandato) que viví en Olivos, las únicas remodelaciones que se hicieron en la casa huéspedes fueron:
Retiro de alfombras y colocación de parquet donde no había piso.
Pintura Exterior.
Cambio de tejas rotas por temporales.
Es decir, se arregló la casa en cosas básicas, y digo la casa porque nunca fue mi casa. En mi casa estoy escribiendo ahora. En Montserrat, donde vivo. No sé de dónde sacan esa información las chicas y los chicos de Infobae. Quizá digo, se me ocurre, será para tapar, una vez más, parte de las cosas que están sucediendo actualmente: Recorte de la educación pública, los más de 150.000 despidos, lo que están sufriendo las chicas trans con la policía en Salta, los aumentos del gas, la luz y todos los servicios básicos, contando con que no hay un aumento en los sueldos, y podría así seguir enumerando.
Casualmente esta nota sale un día después de la sesión sobre la ley antidespidos, y digo casualmente porque intento no pensar mal de nadie.Pero tampoco quiero irme hacia temas que nos quiten esta nueva y refrescante alegría. Así que volvamos: Cristina lo que hizo en Olivos fue cuidar el chalet presidencial, no se tocó nada, es patrimonio histórico, y es un casa que pertenece a todos los Argentinos, no la nuestra. Y bien sabíamos que después de ella vendrían otros Presidentes que también necesitarían habitar un lugar en condiciones.
Se ve que igual no fue suficiente, puesto que ni bien asumido en su mandato, el nuevo Presidente Mauricio Macri, y su mujer, Juliana Awada se pusieron manos a la obra. El Chalet presidencial no pudo ser ocupado durante meses por la magnitud de las modificaciones efectuadas: Levantamiento y destrucción de todos los pisos y baños de la residencia, los cuales estaban revestidos en mármoles de gran valor. Vale aclarar que ya estaban así cuando ingresamos a Olivos en el año 2003, con mi mamá y mi papá. Sería bueno saber el costo de la totalidad de los pisos que estaban en perfecto estado, y en especial el del vestíbulo principal que tenía el piso original de la residencia procedente de Italia, similares a los que hay en la Casa Rosada.
Como así también saber por qué se retiraron los valiosos hogares tallados en mármol que presidían el salón blanco y el escritorio de Olivos. Ambos también existentes al momento de nuestro ingreso como familia.
No queda solamente allí, también se hicieron más refacciones en otros lugares de la quinta de Olivos, muy importantes para gestionar el estado: Canchas de tenis, fútbol, golf.
Yo me pregunto por qué el periodismo no habla de ninguna de estas cosas y sigue tan fanatizado con la idea de demonizar a Cristina y su familia ¿Será que del actual presidente no se puede hablar a verdades completas? Pero seamos un poco coherentes ¿Será que Cristina es una muy mal decoradora y eso amerita que el estado pagué por sus errores visuales?
Podría animarme a creer que quizá se tomaron en serio la tapa de la sensacionalista Revista Noticias cuando mostraban, en una de sus portadas, a Cristina vestida de bruja en la hoguera… ¿Será que, como es un secreto a voces , las impresionantes refacciones realizadas –sacando la piel de la casa, como se dice en materia de construcción- fueron una recomendación esotérica para contraatacar… y nos siguen usando a nosotros, entre injurias y calumnias, para tapar lo que están haciendo quienes verdaderamente están en el poder?
A los chicos y chicas de la nota que nadie firmó, les recuerdo: Sigo sumamente interesada con la idea de crear un búnker para embarazadas disidentes de la sociedad patriarcal. Conozco millones que se vendrían con nosotros. Incluyendo muchos hombres y también chicas que no están embarazadas. Ahora sí, para entrar se tiene un solo requisito: No mentir.
Florencia Kirchner