Palabras a los militantes de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner luego del acto de presentación del proyecto «Bosques nativos» en el Patio de las Palmeras, en Casa Rosada. 29 de octubre de 2015
Déjenme decirles que siento que lo que ellos soñaban: la unidad y la realización de lo que queremos, un país para todos, de lo que queremos un país integrado al mundo, pero desde nuestra propia soberanía. Nadie puede ser parte de nada si primero no es el mismo. Esto es la integración desde la identidad, desde la propia identidad, una identidad que hemos forjado muy fuerte, en estos años, con pilar también en los derechos humanos; vinimos a terminar con la impunidad también para que ningún argentino le pase lo que me pasó a mí, cuando tuve que bajar la cabeza, siendo la esposa del presidente, en un viaje a Francia y un presidente de un país extranjero, líder en el mundo, me pregunto, más que me preguntó me dijo que se país y su sociedad no podían entender cómo podían caminar por la calle, en libertad, quienes habían cometidos crímenes terribles de lesa humanidad. Me avergoncé y no pude contestar, tuve que cerrar la boca.
Hoy, en un mundo plagado de atrocidades, en un mundo donde las pantallas de televisión, las de afuera, porque acá te ocultan todo, nos devuelven las imágenes del horror de millones de refugiados que no encuentran lugar, nos devuelven el horror de una guerra sin fin, donde la gente huye con sus hijos, donde nos devuelven el horror de niños muertos en una playa, hoy, en esta Argentina que también estuvo sumida en una noche negra y oscura, como fue la de la dictadura, puede mirar a sus hijos con orgullo para decirles que ustedes fueron responsables de vivir en un país democrático, donde se respetan los derechos humanos, como en ninguna otra parte del mundo.
Y no solamente me enorgullezco de formar parte de este movimiento, que agrupa a distintas fuerzas políticas, policlasista, plural y diverso, sino que además dentro de nuestro propio partido logramos superar enfrentamientos que en la época de los 70, dividieron a los sindicatos, a los trabajadores, de los estudiantes y las organizaciones juveniles.
Hoy, los trabajadores en sus sindicatos; los jóvenes en sus organizaciones sociales y barriales, en sus universidades, los distintos partidos políticos están en un mismo Patio de las Palmeras diciendo y pensando lo mismo.
Me olvidaba también de muchos radicales que se han incorporado también, me olvidaba también injustamente de muchos radicales que se han incorporado sin perder su identidad. No queremos travestis políticos, al contrario, nosotros queremos gente que tenga su identidad porque cada uno tiene su historia, y cada uno de nosotros hemos cometido errores y horrores en un pasado que nos dividió.
Por eso les pido a los argentinos la unidad, cómo pueden hablarnos de divisiones a nosotros, que hemos logrado agrupar a distintas fuerzas políticas, pero no para ganar una elección y después hacer un desastre en el gobierno, sino para liberar y construir un país.
Ya tuvimos, ya vivimos en el 99 la dura experiencia de los que se juntaron únicamente en contra de alguien y a los dos años el país se desmoronaba. Hoy leía declaraciones de alguien…. las manos en la fuente, estamos más educados.
Ya no metemos las patas, ahora las manos en la fuente, muy bien. Le comentaba que hoy leía declaraciones de alguien, no de nuestro espacio político sino del otro espacio político que decía que el sector era horizontal y democrático y no sé qué cosa y que nosotros éramos monárquicos y que el que llevan de candidato a presidente tiene que abandonar el carácter de secta empresarial y que otra cosa dijo, y corporativa. Dios mío, si empezamos otra vez con la vieja historia de juntarse únicamente para ganar una elección y después, mis queridos, hay que gobernar, y gobernar – les puedo asegurar – que no es para cualquiera.
Cuando estés y cuando estas sentado en ese sillón, al que todos… no me voy a ir, ¿adónde quieres que me vaya? No me voy a ir, cuando estés sentado ahí sos vos el que tenés que decidir, nadie decide por vos, que nadie se haga los rulos, nadie decide por vos, todas y cada una de las decisiones que tomás y tenés que hacerte de la fortaleza personal y la fuerza política que te respalda para poder seguir tomando las decisiones que beneficien a las grandes mayorías.
Por eso, mis queridos, quiero pedirles, esa canción maravillosa que ustedes cantan y que no sea solamente una consigna, que la unidad y la organización del pueblo, de la sociedad sea cada vez más firme, porque es el camino más seguro para reasegurar los derechos que hemos conquistado. En las urnas no van a meter una boleta con un nombre, en las urnas van a meter la boleta con todos los derechos que ganaron en estos años, cada uno de esos derechos. Otros van a meter algunas mentiras, algunas posiciones cambiadas sin explicar por qué, entonces es necesario que a la hora del conteo, sean más los derechos, que las mentiras y las cosas disfrazadas.
Por eso les pido a todos, acá me apuntan que salude a todos los que están afuera, porque sé que en la plaza hay muchos. Mando mis saludos para ellos y quiero decirles algo. A alguien se le había ocurrido y no fue la primera vez que fuera a saludar al balcón. No, no, no, ese balcón tiene dueño y dueño, a ese balcón solamente puede ir la figura de los que ya no están.
A mí gusta este balconcito, el del otro patio… uy, qué hermosa que está la Plaza, discúlpenme compañeros. No puedo salir a hablar desde el mismo balcón, en que hablaron Perón y Eva Perón. No me da el cuero, a mí sí que no me da el cuero, el balcón es de ellos de acá a la eternidad. Compañeros, a trabajar por la victoria de la Patria, por la grandeza de la Nación. Vamos todavía.
Necesitamos que los distintos dirigentes responsables de las organizaciones, también organicen cursos de formación sobre política internacional, sobre historia internacional.
Ustedes se dieron cuenta que prácticamente, salvo cuestiones catastróficas o muy evidentes, parece como que la Argentina fuera un planeta solo en el mundo, que no existiera el resto, porque no hay una sola noticia internacional de nada, de las económicas ni hablemos.
Tenemos que prepararnos, tenemos que saber, porque al que no estudia, al que no sabe lo que pasa y cómo se fueron produciendo los acontecimientos, lo llevan de la nariz. Sobre todo, en un mundo, donde los medios de comunicación y, fundamentalmente también, las redes sociales han adquirido una gran importancia, el problema es la selectividad de la información.