Cristina Fernández de Kirchner y Nicolás Maduro en declaración conjunta en Casa Rosada. Miércoles, 08 de Mayo de 2013.
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CFK.- Buenas tardes a todos y a todas; a todos los periodistas que hoy nos visitan de la hermana República Bolivariana de Venezuela; bienvenida querida Cilia también, compañera del Presidente Nicolás Maduro; acá los periodistas internacionales; periodistas de nuestro país acreditados, muchas gracias por estar aquí acompañándonos y, fundamentalmente, muchas gracias Nicolás por esta primera visita como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela a la República Argentina.
Debo confesarles algo, cuando uno recibe un amigo siempre suele estar feliz y contento; cuando falta algún otro amigo esa alegría tiene sensaciones cruzadas y ambivalentes. La verdad que es un día de estas sensaciones y sentimientos encontrados: alegría porque hemos compartido con Nicolás como militantes políticos, más que inclusive como Presidenta y él era – entonces – canciller, cuando nos tocó vivir momentos difíciles en el continente. Me acuerdo cuando se produjo el golpe institucional en la hermana República de Honduras; me acuerdo de nosotros todos juntos, en la Embajada de Ecuador, en Washington, y en el OEA, y luego en avión desde Washington directamente a El Salvador. Parecía casi un cuento de García Márquez el que estábamos viviendo.
Y, hoy, la presencia aquí, la primera vez que nos visita un Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, que no es Hugo Chávez Frías. Debo decir que para nosotros es un momento – por lo menos para mí, no sé para los demás – muy especiales, que me hace remover sentimientos, situaciones muy especiales. Ustedes saben de la amistad con Hugo, también de la amistad entrañable que él tenía con quien fuera mi compañero de vida y militancia; otros dos que vivieron también sus buenas aventuras. Recuerdo aquel primero de enero, o fin de año cuando se lanzaron ambos a la aventura en Colombia de lograr la liberación de los entonces prisioneros y fundamentalmente de Ingrid Betancourt. Digo, cuántas cosas que han pasado en tan poco tiempo.
Recuerdo que asumí como Presidenta de los argentinos, en el año 2007, y en esa Asamblea Legislativa estaba, entre otros, el entonces Presidente de Colombia, el Dr. Alvaro Uribe. Y unos cuantos meses antes me había visitado la madre de Ingrid, junto a la senadora Pilar Córdoba, y ahí se hizo carne en mí participar en la campaña, una activa campaña militante en todo el mundo por la liberación de Ingrid, campaña en la que ya estaba sumado Hugo y que parecían cosas imposibles, ¿no? Es más, cuando lo charlaba con el entonces Presidente me decía que no, que no iban a liberar a nadie, que posiblemente los matarán, como había pasado con los muertos del Cauca, etc. Y bueno me acuerdo de ellos dos en la selva y me acuerdo de Néstor llegando a Calafate cansado, muerto casi ese primero de enero, ya a las 9 ó 10 de la mañana.
Son muchas historias, muchos recuerdos y la verdad que hoy recibirte Nicolás es una gran alegría y al mismo tiempo una gran tristeza, es inexplicable que uno pueda estar alegre y triste al mismo tiempo, pero bueno a mí por lo menos me pasa y quería contarlo. Más allá de las obligaciones institucionales que uno tiene que respetar, porque está representando un país. Pero lo que representamos a los países hacemos las mismas cosas y tenemos los mismos sentimientos que los que no representan a ningún país, somos de carne y hueso.
Alguien me preguntaba, el otro día, si yo veía televisión. Sí veo televisión, voy al baño, hago todas las cosas que hacen los demás. Sí, no, no, porque llega un momento en que las figuras públicas, o los presidentes de un país o las presidentas adquieren, o la hacen adquirir – a partir de los medios de comunicación – no solamente acá, no es un reproche a nadie, eso sucede en todo el mundo – como seres inalcanzables, diferentes e inaccesibles. Y no, la verdad que ni inaccesibles, ni diferentes…simplemente con mayor grado de responsabilidad que el resto de los ciudadanos.
Así que darte la bienvenida y al mismo tiempo expresar esto que siento, que es lo que sienten muchísimos argentinos que lo querían muchísimo a Hugo, que le agradecían, además, la ayuda invalorable que él le dio a la Argentina cuando todo el mundo le soltaba la mano y al mismo tiempo recordar tantas cosas. Parece mentira que en menos de tres años, y cuando digo tres años es porque bueno yo tengo un hito, que es el 27 de octubre del 2010, en menos de tres años tantas cosas que han pasado, ¿no? Y que uno pueda soportarlas y estar de pie, esto es lo más notable de todo. Pero acá estamos, de pie.
Y hoy firmando importantes convenios con la hermana República Bolivariana de Venezuela para profundizar la relación, para – como decía Hugo – utilizar esa complementariedad tan perfecta, casi de rompecabezas que tenemos entre ambos países.
Hemos firmado numerosos convenios que nos van a permitir a ambos países seguir avanzando en los procesos de inclusión social tan poderosos y tan fuertes que se han dado afortunadamente en la mayoría de los países de la América del Sur.
Yo contaba el otro día cuando visitaba Caracas, que había visto inmensas construcciones y le había preguntado a la edacana que me acompañaba qué eran esas construcciones y me hablaba de miles y miles de urbanizaciones que había decidido el comandante Chávez.
Y hoy hablábamos con Nicolás de la necesidad de profundizar, solucionar, cambiar las cosas que haya que cambiar, siempre hay que cambiar.
Yo lo decía también el otro día, no ya referido a Venezuela, sino referido a mi propio país, las cosas que hay que cambiar, mejorar las que hay que mejorar y profundizar las que hay que profundizar.
Pero siempre con un eje fundamental, el de seguir logrando, a través de políticas claras, concretas, activas, tanto en materia de política interna como de política exterior, la inclusión de millones de compatriotas en la América del Sur.
Y desde el punto de vista de la política exterior, creo que la inclusión de la República Bolivariana de Venezuela al MERCOSUR, la UNASUR, que también ha tenido un rol preponderante en todos estos años, y esta unión entre ambos países, que ha permitido, reitero, también ayudar a Venezuela en momentos difíciles por allí en materia de provisión de alimentos, que también son tan importantes como la energía, todos los convenios que hemos firmado hoy en materia, por ejemplo, de tecnología. Hoy hemos firmado un importante convenio con el INVAP, también en materia de tecnología satelital, los convenios que hemos firmado con Agricultura y Ganadería y que luego hemos profundizado en cosas que todavía no están escrita pero que, seguramente, van a viajar en los próximos 15 días grupos empresarios a la hermana República Bolivariana de Venezuela para ver cómo podemos comenzar a trabajar en cosas que produzcan ya y ahora grano, los granos que necesita Venezuela.
Le comentaba al Presidente que en el día de ayer, en la provincia de Córdoba, hemos inaugurado una planta industrial que se ha transformado en la planta industrial de bienes de capital más importante de la República Argentina, la más importante inversión que el grupo FIAT Global ha hecho en los últimos 3 años de 130 millones de dólares para producir cosechadoras New Holland y Case y tractores que son de ultimísima generación, hemos también hablado sobre estas cuestiones para proveer a Venezuela porque cuenta aproximadamente ya hoy disponibles entre medio millón y un millón de hectáreas y muchos más también para poder trabajar sobre esto con management argentino. Bueno, creo que somos ampliamente reconocidos en el mundo en todo lo que es nuestro expertis en materia de agricultura, siembre directa, etcétera.
Así que, hemos repasado también, junto al ministro de Agricultura y Ganadería, el tema de construcción y creo que figura en alguno de los convenios de barcos atuneros, en los cuales también es una importante actividad que desarrolla la República de Venezuela.
En fin, creo que 12 convenios en total hemos firmado. Seguramente vos los va a enumerar o brevemente a describir.
Pero yo quería en esta primera visita, decir estas palabras porque es lo que realmente sentía necesidad de decir y de contar y también hemos mantenido una reunión con el titular de PDVSA, el titular de YPF y las autoridades del ministerio de Planificación como autoridad de aplicación y el representante del Estado ante YPF, también viceministro de Economía, para ver cómo seguimos unificando y profundizando los lazos entre PDVSA y la ahora recuperada YPF, lo cual nos da, en este marco y en este campo, una posibilidad de maniobra, una posibilidad de nuevos acuerdos, mucho más importantes y los vamos a hacer.
Así que, bueno, creo que ha sido una reunión más que fructífera, están trabajando en estos momentos ya funcionarios con nuestros funcionarios y, seguramente, citando a grupos empresarios. Creo que, inclusive, el ministro en Alimentación se quedaba hoy también a la tarde y si es necesario, como dijiste, toda la madrugada –a lo Hugo Chávez- también trabajando al respeto.
Así que, ha sido una jornada muy buena, muy buena y con estas sensaciones que describía al principio. No podía dejar de decirlo porque así lo siento, realmente mucha emoción.
Gracias a todos y cada uno de los ministros que hoy nos acompañan, al Almirante también que nos acompañó y que se cuadró y me hizo casi llorar cuando me dijo…sus palabras fueron «Chávez vive».
Bueno, nada, agradecerles a todos la presencia aquí, esta noche seguramente nos encontraremos en la cena en el Museo del Bicentenario y, bueno, espero estar un poquito mejor para la noche y gracias Nicolás, gracias Silvia.
Mucha fuerza.
Me olvidé, ¿puedo decir algo? Ahí me acordé, miren qué increíble y con esto por lo menos yo ya no hablo más.
Cuando estuve en el Cuartel de la Montaña, en la capilla que se construyó allí, que es muy bonita, muy luminosa, muy pequeña, me encontré con dos Vírgenes, una la Virgen del Valle, pero también me encontré con la Rosa Mística.
La Rosa Mística, como ustedes saben, es una Virgen que se venera en la ciudad donde yo nací, en la Ciudad de La Plata, así que, enseguida la reconocí, «esta es la Rosa Mística de La Plata -le digo yo-, pero acá falta alguien», le digo yo. Y lo que faltaba era la Virgen de Luján, que es la patrona de los argentinos.
Dije: «Te voy a dar la Virgen de Luján para que la pongas acá, patrona de la Argentina en esta capilla. Tiene que ocupar un lugar central porque es una Virgen muy maravillosa».
Y bueno, Nicolás iba a venir el día 10 y yo dije que no, que el día 10 no podía y, bueno «voy el 9», no que el 9 tampoco puedo y, finalmente, quedó el 8 pero porque quedó, no había nada en especial.
Bueno, preparamos todo y cuando vine, hablé con el Secretario General de la Presidencia, con Parrilli, que es mi alterego en todo este tipo de cosas y le digo «tenés que hablar con Agustín Radizani, el arzobispo de Mercedes-Luján, titular y custodia de la Basílica de Luján, donde la Virgen patrona –y le digo- tenés que hablar con Agustín para que Agustín nos de una imagen de la Virgen para que cuando venga Nicolás, yo la se dé». Parrilli dijo «y bueno, le podemos decir a Agustín que venga así con la Virgen a dársela a Nicolás». Me encantó la idea.
Y hoy a la mañana, cuando llego, estaba la Virgen en mi despacho y me dice Parrilli: «¿Sabés qué día es hoy 8 de mayo?» «No», le digo. «Es el día de la coronación de la Virgen de Luján».
Y hace unos instantes, el Papa, acaba, al lado de una imagen de la Virgen, hablar de la Virgen de Luján, levantarla y pedir un aplauso y como no la aplaudían muy fuerte, pidió más fuerte porque no escuchaba y aplaudir por pedido del Papa la Virgen de Luján.
Y yo digo, «bueno, ustedes ya saben cómo soy con estas cosas yo». Yo creo que son señales muy fuertes porque, bueno, demasiadas coincidencias, ¿no?
Lo cierto es que…Y además, Nicolás contó las puntas de lo que es el aura, que es lo que flota alrededor de uno o no, y contó las puntas Nicolás y eran trece y yo dije «el número preferido de Néstor».
Así que, estamos, como ustedes verán, muy, muy…
Así que, nada, esta fue mi última intervención y le damos buen viaje a la Virgen, que espero que no se ponga terca y les deje arrancar el avión con ella a bordo. Estoy segura que sí.
Además, es una virgen morena. Saben que Nicolás puso su mano al lado de la cara de la imagen de la Virgen y es del mismo color de su piel y tiene el mismo color de la piel de Hugo Chávez.