Muchas gracias, muchas gracias a todos y a todas por esta plaza de la alegría, del amor, del amor por la Patria, del amor por el otro, donde no venimos a insultar ni a agraviar, sino a festejar el Día de la Patria.
A los insultos, los agravios, la descalificación y la difamación permanente, inclusive con los que ya no están, seguiremos contestando con gestión, con acción, con trabajo, con sacrificio y con esfuerzo, con militancia y participación.
Necesitamos imperiosamente ser más inteligentes, porque el odio nubla las mentes, no nos deja pensar, y nosotros queremos pensar, no solamente en lo que estamos haciendo, sino en todo lo que nos falta por hacer.
Esta Plaza no es de ayer ni de hoy, es del futuro, del porvenir, es una plaza y una Patria preñada de esperanzas, de sueños e ilusiones.
Necesitamos que los distintos dirigentes responsables de las organizaciones, también organicen cursos de formación sobre política internacional, sobre historia internacional.
Ustedes se dieron cuenta que prácticamente, salvo cuestiones catastróficas o muy evidentes, parece como que la Argentina fuera un planeta solo en el mundo, que no existiera el resto, porque no hay una sola noticia internacional de nada, de las económicas ni hablemos.
Tenemos que prepararnos, tenemos que saber, porque al que no estudia, al que no sabe lo que pasa y cómo se fueron produciendo los acontecimientos, lo llevan de la nariz. Sobre todo, en un mundo, donde los medios de comunicación y, fundamentalmente también, las redes sociales han adquirido una gran importancia, el problema es la selectividad de la información.